Ficha escrita por:
Silvia, periodista y escritora sobre bricolaje y decoración
El primer criterio de elección es el espacio del que dispongas en tu jardín, teniendo en cuenta que, además de las dimensiones de la piscina tubular, hay que añadir las del sistema de filtración y prever un espacio de circulación alrededor.
Las medidas dependerán también del uso que vayas a darle a la piscina tubular, es decir, si está pensada para niños pequeños o para adultos. Hay que tener en cuenta que el criterio más importante es la profundidad. Para los niños de más corta edad, no debe superar los 20 cm. En el caso de los más grandes, no debe sobrepasar la altura de las rodillas o de la cintura. Mientras que, para los adolescentes y adultos, puede superar el metro.
Si la piscina tubular se vende en un kit, ten en cuenta los accesorios que se incluyen. También puede incluir todo o solo parte del material necesario para la instalación y funcionamiento de la piscina: sistema de filtración, alfombra de exterior, kit de reparación, etc.
También hay que considerar en el presupuesto la calidad. Aunque la piscina tubular, que está formada por una lona de poliéster y PVC (policloruro de vinilo) y por una estructura de acero, sea relativamente asequible, es conveniente asegurar la calidad de los materiales y calcular el coste de los productos de tratamiento del agua (cloro, bromo u oxígeno activo, antialgas...) así como los accesorios de mantenimiento (red quita hojas, cepillo para la línea de agua...).
La piscina tubular puede ser redonda, ovalada, cuadrada, rectangular o hexagonal. Para espacios reducidos, es conveniente optar por un modelo cuadrado, hexagonal o redondo.
En el caso de los jardines grandes, las piscinas tubulares ovaladas o rectangulares son perfectas.
Las medidas de la piscina tubular también son muy variadas: desde el modelo más pequeño, con 2 m2, hasta el modelo familiar de 7 m2.
La profundidad varía desde los 30 cm en el caso de los modelos infantiles, hasta 160 cm en el caso de las más profundas.
Dentro del kit para la piscina tubular se incluyen una serie de accesorios, que pueden ser imprescindibles u opcionales, según las medidas de la piscina y de su uso.
El difusor de cloro es un pequeño accesorio flotante en el que se colocan las pastillas de cloro y se disuelven de forma progresiva en la piscina;
el sistema de filtración es imprescindible para las piscinas tubulares con un volumen de agua importante, que suelen ser más de 3 m3. Puede ser de cartucho de arena;
el kit de análisis del agua sirve para comprobar el nivel de cloro y el pH de la piscina tubular;
la alfombra exterior para proteger el fondo de la piscina;
la lona o cubierta de protección sirve para proteger la piscina tubular de las hojas y de otros insectos cuando no la utilices;
la cubierta de hibernación impide que las impurezas se acumulen en la piscina durante el invierno;
el kit de reparación contiene parches autoadhesivos o de aplicación con pegamento;
el cepillo y dado el caso, el aspirador de piscina para limpiar el liner;
la red sacahojas sirve para quitar los restos que flotan en el agua;
la escalera para acceder a la piscina tubular, excepto si se trata de una piscina infantil.
La piscina tubular se instala obligatoriamente en un terreno plano y estable.Además, lo ideal sería que su exposición al sol fuera máxima y que quedase alejada de plantas cuyas hojas puedan contaminar la piscina. En el caso de los modelos con mayor volumen, es preferible colocarlos cerca de una toma de agua.
Cuando ya se haya nivelado el terreno, limpia la zona y retira los guijarros y demás restos punzantes, tapa los agujeros y coloca una capa de arena antes de poner la alfombra de la piscina.
El montaje de la piscina tubular lo puedes realizar tú mismo. Si, es un montaje sencillo y no requiere ninguna herramienta específica. Aunque necesitarás la ayuda de otra persona si se trata de una piscina de tamaño grande. Empieza por desplegar el revestimiento de la piscina (o liner) y déjalo durante varias horas al sol para que se ablande. Después, introduce los tubos en la parte específica superior del liner y engánchalos entre sí.
Cuando la estructura esté montada, comienza a llenarla con agua. Entra en el interior descalzo y alisa los posibles pliegues antes de que el volumen de agua empiece a subir.
Conecta los tubos del sistema de filtración y dosifica los productos de tratamiento según el volumen de agua, siguiendo estrictamente las indicaciones del fabricante.
Sean cuales sean las medidas de la piscina, los niños nunca se deben quedar sin vigilancia en la piscina.
Procura, también, limitar el acceso con una barrera, una alarma o incluso una escalera de seguridad (con peldaños extraíbles, por ejemplo).
La hibernación es imprescindible para conservar la piscina tubular durante el invierno. Cuando la temperatura del agua baja de los 13º C, es el momento adecuado.
Pero según las medidas, tendrás que elegir entre desmontarla o dejarla donde está, siempre tomando una serie de precauciones.
Si eliges la hibernación en exterior, tendrás que limpiar minuciosamente la piscina y tratar el agua con productos para conservar el agua durante el invierno. Después, reduce el nivel del agua, purga y guarda el filtro y la bomba.
Coloca varios flotadores de hibernación o simples botellas con agua dentro de la piscina para reducir la presión del hielo en caso de heladas. Finalmente, coloca la cubierta de hibernación.
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Ficha escrita por:
Silvia, periodista y escritora sobre bricolaje y decoración
Después de trabajar varios años en cadenas de televisión de primer orden, escogí dejar hablar a mi pluma y orientarme hacia la redacción y la edición.Soy tan apasionada de la decoración y del bricolaje, como de la historia y de la ciencia. Ecléctica tanto en mis gustos como en mis textos, escribo desde hace más de 25 años sobre esas temáticas. En mi activo se cuentan obras didácticas, novelas y noticias, así como numerosísimos artículos de bricolaje y decoración. En ellos cuento consejos y trucos experimentados en mi vieja casa, renovada poco a poco.