Ficha escrita por:
Patricio, Ingeniero electrónico
Cubrir la piscina con una lona supone ante todo prolongar su vida útil preservándola de las agresiones externas tanto en invierno como en verano.
Sin embargo, no se recomienda utilizar la misma lona en todas las estaciones, ya que el objetivo que se persigue es diferente a lo largo del año.
El aspecto de la seguridad no se debe obviar y, en cuanto al mantenimiento de la superficie de agua, una lona solamente puede mejorarlo.
Proteger tu piscina con una lona equivale a reducir la utilización del recogehojas.
En lo que se refiere a la protección de tu piscina, distinguiremos dos tipos de lonas. Dependiendo de la temporada, podrás escoger entre una lona de invierno y una lona de verano. Estas dos lonas para piscina comparten la ventaja de cubrir la piscina y por tanto de protegerla de la contaminación ambiental. En consecuencia, esto facilita el mantenimiento de la piscina aunque no tengan la misma finalidad.
La lona de invierno permanece colocada durante un período prolongado, coincidiendo con la estación más agresiva. De esta manera se protege el interior de la piscina (liner, baldosas, etc.) y se facilita su puesta en marcha al llegar el calor.
La lona de verano se utiliza para evitar la pérdida de calor cuando no utilizas la piscina. Así se prolonga la temporada de baño y se simplifica la limpieza habitual de tu piscina ¡Ya no tendrás que recoger con regularidad ni hojas caídas ni bichillos temerarios! La lona de verano se puede poner y retirar a diario.
Existen cuatro tipos de protección destinados a mejorar la calidad del agua de tu piscina, tanto de cara a la temporada invernal como a la estival:
La lona de burbujas o manta solar desempeña una función térmica y de protección;
la lona para piscina de malla solamente garantiza la protección contra los elementos contaminantes de mayor tamaño;
la cubierta de invierno protege el agua y se puede fijar y/o sostener con la cobertura automática, también denominada persiana para piscina, ofrece una indudable comodidad y una mayor seguridad. O con el enrollador es un accesorio que facilita la colocación de las lonas para piscinas.
De todas estas protecciones, las más frecuentes son el cobertor solar y la lona de invierno con fijación en las borduras.
Habitualmente se trata de una lona de burbujas.
Fabricada en polietileno, la lona de burbujas encierra, entre sus dos caras, una capa de aire compartimentado. De noche y durante los días menos cálidos, esta capa aislante evita la pérdida de calor del agua situada bajo la lona de burbujas. En los días de más soleados, los rayos de sol que inciden sobre esta lona calientan el aire que está en contacto con el agua. Así es posible ganar unos 5°C en comparación con una piscina sin cubrir.
Con una lona de verano se alarga la temporada de baño y se limita la evaporación de agua.
Para que tapar y destapar la piscina cada día no se te haga pesado, conviene que el cobertor solar sea ligero y fácil de manipular. Aunque la lona de verano tiene un efecto ventosa sobre el agua, (salvo en las piscinas de tamaño reducido), la lona para piscinas de verano debe contar con un sistema de fijación que permita asegurarla al borde. La instalación de la cubierta solar resulta más sencilla si lo colocamos sobre un rodillo instalado en un extremo del vaso.
Las lonas para piscina pueden ser oscuras, en cuyo caso su opacidad limitará la luminosidad que favorece el desarrollo de algas. No debes olvidar que estos organismos son como tú: ¡prefieren el agua caliente!
Algunas lonas para piscina cumplen la norma (NF P90-308 norma francesa en ausencia de regulación equivalente en España), que entre otros requisitos, garantiza que sostienen a una persona de 100 kg y, en consecuencia, su utilización te evitará la instalación de una alarma. El único inconveniente es que estas lonas son difíciles de manipular y que no están adaptadas a un uso diario.
Las piscinas enterradas y semienterradas deben estar equipadas con un dispositivo de seguridad que cumpla la normativa vigente.
Una lona de invierno está destinada a soportar la estación más revuelta meteorológicamente hablando. Por tanto, debe ser de buena calidad e incluir un medio de sujeción sólido, y más cuando generalmente se la considera un dispositivo de seguridad capaz de impedir caídas y ahogamientos. Si tus necesidades van por ahí, verifica su homologación conforme a la norma correspondiente (NF P90-308, según lo indicado más arriba).
El cobertor de invierno está fabricado habitualmente en PVC, y aunque es pesado, normalmente no lo manipularás más que dos veces al año. El sistema de sujeción más común de la lona son unas gomas elásticas (tensores), que se enganchan a unos tornillos de anclaje fijados al borde de la piscina. Los tensores deben ser resistentes y fáciles de colocar. Una lona de buena calidad puede tener vida útil de más de 10 años si se mantiene correctamente. Por tanto, asegúrate de la buena calidad del metal de los ojales.
Una cubierta de invierno debe ser totalmente opaca para impedir la fotosíntesis en el vaso de la piscina, o de lo contrario proliferarán las algas; tanto más cuando su protección limita la bajada de temperatura del agua y reduce así el riesgo de aparición de hielo.
La lona de invierno debe disponer de una evacuación para no retener agua de lluvia en su superficie. Este desagüe, por tanto, deberá estar equipado con un filtro para que la suciedad no se disemine por el interior de la piscina. Cuanto más gruesa sea la cubierta de la piscina, menos se deformará con el paso de los años, y menor será el riesgo de que se forme una bolsa central. Hay que recordar que, a pesar de su precio, una lona es un activo para tu piscina, ya que por un lado alarga su vida útil y por otro garantiza la satisfacción de disponer de un agua a una temperatura siempre agradable.
Sea de invierno o de verano, la lona para piscina te garantizará una protección real.Siempre que cumpla la normativa, te aportará seguridad, por lo que deberás consultar la legislación en vigor para hacer una elección óptima.No hay que escatimar en cuanto a la calidad de la lona de invierno, ya que es toda una inversión para tu piscina: formará parte de la temporada de hibernación de la piscina y te ayudará a preparar la primavera desde el otoño.
Ficha escrita por:
Patricio, Ingeniero electrónico
Como profesional del mantenimiento e ingeniero eléctrico de formación, mis herramientas y utensilios están siempre a punto, incluso los fines de semana. El coche, la casa con todos sus electrodomésticos, el jardín y la piscina están ahí para recordarme que también necesitan mi atención. Y como mi presupuesto tiene un límite, pongo en juego mis habilidades, que intento ampliar día a día y proyecto a proyecto. Tengo un grupo de amigos con los que comparto el interés por el bricolaje los fines de semana: intercambiamos experiencias, consejos e ideas, nos ayudamos mutuamente a realizar nuestros proyectos en un ambiente alegre y amistoso. Este es también el encanto del bricolaje y si puedo ayudarte a ti también, será un verdadero placer para mí.