Ficha escrita por:
Patricio, Ingeniero electrónico
En primer lugar, la cubierta para piscina es la mejor medida de seguridad infantil, ya que los niños solamente pueden acceder a la piscina si se encuentra abierta.
Una cubierta para piscina limita las suciedades y el depósito de sedimentos en el vaso, y facilita el mantenimiento de tu piscina.
Gracias a esta protección, la cubierta de la piscina reduce considerablemente la evaporación y ahorra el gasto en agua. Además, al mantener el vaso al abrigo de las inclemencias (especialmente del viento) conserva la temperatura del agua y de esta forma permite prolongar la temporada de baño. Y si quieres subir aún más la temperatura del agua, puedes mejorar tu confort empleando calentadores solares para piscina.
Si la cubierta de la piscina es suficientemente alta, podrás nadar sin retirarla, mejorando así la calidad de tu baño en caso de meteorología adversa. ¡Otro tanto a favor!
Por descontado, una cubierta para piscina no se escoge al azar. Se trata de una verdadera instalación que exige tomar medidas y tener un proyecto de cómo se utilizará. Antes de adquirirla, conviene prestar atención a:
la altura;
la integración en el entorno;
la facilidad de instalación sobre la piscina existente;
la facilidad de manipulación de los paneles;
la fiabilidad de la estructura.
En función de tus criterios de selección y de tus gustos, puedes escoger entre distintas configuraciones de cubiertas para piscina:
las lonas o toldos suelen reservarse para piscinas de dimensiones reducidas, como las piscinas elevadas. Además de aportar un toque armonioso, limitan la evaporación, reducen la suciedad y evitan que los niños sufran golpes de calor;
la cubierta tipo persiana de piscina, es la más sencilla de las opciones de cobertura para la piscina, aunque no la menos eficaz. La cubierta se coloca sobre un rodillo situado en uno de los extremos del vaso. Este rodillo puede ser accionado manualmente o mecánicamente. Puede incluir una carcasa decorativa que dota de discreción a la persiana cuando está recogida y además la protege de los rayos solares. Elegir una cubierta para piscina que cumpla las normas vigentes garantiza que soportará el peso de un adulto y por tanto que es un elemento de seguridad de la piscina y previene cualquier riesgo de ahogamiento. La persiana de piscina también puede ser instalada en el borde interior de la piscina, volviéndose totalmente invisible cuando está recogida. Contrariamente a lo que sucede con las cubiertas modulares descritas a continuación, la persiana de piscina actúa como barrera a las radiaciones solares por lo que limita la fotosíntesis. Con una temperatura del agua adecuada, reduce proliferación de algas. Este tipo de cubierta para piscina se adapta especialmente bien a las piscinas de natación;
la cubierta de piscina corrediza puede elevarse más o menos sobre la piscina haciendo una especie de bóveda, que permite el baño debajo. Se abre hacia los dos extremos opuestos de la piscina, (izquierda y derecha) y es práctica y estética. Para permitir este movimiento, los módulos están equipados con ruedas que recorren un raíl en el suelo;
la cubierta de piscina telescópica es parecida a la corrediza, con la diferencia de que solamente se abre en un sentido. Los módulos se mueven gracias al mismo sistema de desplazamiento;
la cubierta de piscina plegable permite la apertura total o parcial de sus módulos recogiéndose uno sobre otro. Al igual que las cubiertas corredizas y telescópicas, este modelo permite el baño;
la cubierta de piscina fija es, como su nombre indica, permanente, recuerda a un invernadero. Sus módulos pueden abrirse, pero la estructura se mantiene fija sobre la piscina, a diferencia de las cubiertas móviles.
En lo que respecta a los materiales, el aluminio y el policarbonato son los más utilizados en las cubiertas de piscina que permiten el baño, ya que son ligeros, fiables y resistentes. El PVC resulta más económico y dadas sus características intrínsecas posibilita diseños y formas más modernas.
La altura de la cubierta de la piscina que elijas dependerá del uso que quiera darla. Si la cubierta solo sirve como cobertura, por ejemplo en el caso de una segunda residencia, o de fin de semana, opta por una cubierta de piscina baja. Conservará la temperatura del agua y aportará discreción.
Si deseas disfrutar de una piscina cubierta y nadar bajo ésta sin retirarla del todo, no escojas un modelo de cubierta de piscina extraplano que se asemeje a una persiana.
Las cubiertas extraplanas tienen la ventaja de ser transparentes, por lo que en todo momento podrás contemplar la piscina si la estética es lo importante para tí.
Por el contrario, si lo que deseas es disfrutar de este refugio en compañía, habilitándola de manera confortable para pasar ratos de relajación, decídete por una cubierta de piscina alta. No obstante, consulta antes con tu ayuntamiento si es necesario solicitar un permiso de obras para su instalación.
Una opción nada desdeñable es adaptar la cubierta a la posición de tu piscina, a sus dimensiones y a su entorno. Recomendamos una cubierta para piscina cuya estética se integre al máximo en la atmósfera de la propiedad. Evidentemente, el tamaño de la piscina influirá en el presupuesto...
Los kits de cubiertas para piscina se presentan en forma de módulos. Existen múltiples técnicas de montaje y diversas maneras de gestionar su movilidad, ya descritas anteriormente. Las más sencillas son los paneles que se desplazan manualmente.
Otra solución son los paneles que circulan sobre rieles o sobre ruedas apoyadas directamente en el borde. La instalación con rieles permite manejar con facilidad las cubiertas más pesadas, lo que optimiza el uso de la piscina.
Para la apertura encontramos también sistemas corredizos en los que los paneles se deslizan los unos sobre los otros, y asimismo sistemas basculantes.
Las aperturas pueden ser telescópicas, mediante bisagras, manuales o motorizadas. Generalmente, pueden ser parciales; de esta forma, en función del tipo de actividad o de la dirección del viento, solamente se descubre la superficie necesaria, pero se sigue aprovechando la totalidad de la piscina.¡La apertura principal debe de ser sencilla, pero sin que un niño logre manipularla!
Habitualmente, estos distintos sistemas se colocan sobre una piscina ya existente, previo estudio de las posibilidades de instalación. Para lograrlo deberás formularte algunas preguntas:
¿Hay suficiente superficie despejada para disponer los módulos con el fin de descubrir totalmente la piscina?
¿Están preparados el borde o el suelo para instalar rieles?
¿Dónde se situará el acceso habitual?
¿Cuál es la dirección de los vientos dominantes?
¿Necesitarás algún elemento de seguridad infantil eficaz?
En resumidas cuentas, hay que tener en cuenta la facilidad de instalación en el entorno existente.
Ah, la eterna pregunta... ¡No se puede tener todo!
Dado el elevado coste de una cubierta para piscina, el presupuesto es uno de los criterios de elección determinantes. Puede que sea una inversión fuerte, pero también protege y embellece tu piscina.
Al preservarla, garantiza una vida útil más prolongada. Así pues, constituye un auténtico valor añadido para tu residencia. Por otra parte, la fiabilidad es un aspecto que merece la pena estudiar.
Una cubierta para piscina debe tener una estructura sólida. Destinada a permanecer en el exterior, estará sometida a los caprichos del clima. En cuanto a su instalación, la cubierta para piscina debe ser colocada sobre una superficie estable. Los perfiles deben tener buenas calidades. Además, conviene verificar el grosor de las paredes de vidrio o policarbonato para garantizar el mejor tratamiento anticondensación.
La certificación de conformidad con las normas de seguridad correspondientes (CE) es por sí misma toda una garantía de buen diseño.
Ficha escrita por:
Patricio, Ingeniero electrónico
Como profesional del mantenimiento e ingeniero eléctrico de formación, mis herramientas y utensilios están siempre a punto, incluso los fines de semana. El coche, la casa con todos sus electrodomésticos, el jardín y la piscina están ahí para recordarme que también necesitan mi atención. Y como mi presupuesto tiene un límite, pongo en juego mis habilidades, que intento ampliar día a día y proyecto a proyecto. Tengo un grupo de amigos con los que comparto el interés por el bricolaje los fines de semana: intercambiamos experiencias, consejos e ideas, nos ayudamos mutuamente a realizar nuestros proyectos en un ambiente alegre y amistoso. Este es también el encanto del bricolaje y si puedo ayudarte a ti también, será un verdadero placer para mí.