Ficha escrita por:
Pedro
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En primer lugar, la cubierta para piscina es la mejor medida de seguridad infantil, ya que los niños solamente pueden acceder a la piscina si se encuentra abierta.
Una cubierta para piscina limita las suciedades y el depósito de sedimentos en el vaso, y facilita el mantenimiento de tu piscina.
Gracias a esta protección, la cubierta de la piscina reduce considerablemente la evaporación y ahorra el gasto en agua. Además, al mantener el vaso al abrigo de las inclemencias (especialmente del viento) conserva la temperatura del agua y de esta forma permite prolongar la temporada de baño. Y si quieres subir aún más la temperatura del agua, puedes mejorar tu confort empleando calentadores solares para piscina.
Si la cubierta de la piscina es suficientemente alta, podrás nadar sin retirarla, mejorando así la calidad de tu baño en caso de meteorología adversa. ¡Otro tanto a favor!
Por descontado, una cubierta para piscina no se escoge al azar. Se trata de una verdadera instalación que exige tomar medidas y tener un proyecto de cómo se utilizará. Antes de adquirirla, conviene prestar atención a:
En función de tus criterios de selección y de tus gustos, puedes escoger entre distintas configuraciones de cubiertas para piscina:
En lo que respecta a los materiales, el aluminio y el policarbonato son los más utilizados en las cubiertas de piscina que permiten el baño, ya que son ligeros, fiables y resistentes. El PVC resulta más económico y dadas sus características intrínsecas posibilita diseños y formas más modernas.
La altura de la cubierta de la piscina que elijas dependerá del uso que quiera darla. Si la cubierta solo sirve como cobertura, por ejemplo en el caso de una segunda residencia, o de fin de semana, opta por una cubierta de piscina baja. Conservará la temperatura del agua y aportará discreción.
Si deseas disfrutar de una piscina cubierta y nadar bajo ésta sin retirarla del todo, no escojas un modelo de cubierta de piscina extraplano que se asemeje a una persiana.
Las cubiertas extraplanas tienen la ventaja de ser transparentes, por lo que en todo momento podrás contemplar la piscina si la estética es lo importante para tí.
Por el contrario, si lo que deseas es disfrutar de este refugio en compañía, habilitándola de manera confortable para pasar ratos de relajación, decídete por una cubierta de piscina alta. No obstante, consulta antes con tu ayuntamiento si es necesario solicitar un permiso de obras para su instalación.
Una opción nada desdeñable es adaptar la cubierta a la posición de tu piscina, a sus dimensiones y a su entorno. Recomendamos una cubierta para piscina cuya estética se integre al máximo en la atmósfera de la propiedad. Evidentemente, el tamaño de la piscina influirá en el presupuesto...
Los kits de cubiertas para piscina se presentan en forma de módulos. Existen múltiples técnicas de montaje y diversas maneras de gestionar su movilidad, ya descritas anteriormente. Las más sencillas son los paneles que se desplazan manualmente.
Otra solución son los paneles que circulan sobre rieles o sobre ruedas apoyadas directamente en el borde. La instalación con rieles permite manejar con facilidad las cubiertas más pesadas, lo que optimiza el uso de la piscina.
Para la apertura encontramos también sistemas corredizos en los que los paneles se deslizan los unos sobre los otros, y asimismo sistemas basculantes.
Las aperturas pueden ser telescópicas, mediante bisagras, manuales o motorizadas. Generalmente, pueden ser parciales; de esta forma, en función del tipo de actividad o de la dirección del viento, solamente se descubre la superficie necesaria, pero se sigue aprovechando la totalidad de la piscina.¡La apertura principal debe de ser sencilla, pero sin que un niño logre manipularla!
Habitualmente, estos distintos sistemas se colocan sobre una piscina ya existente, previo estudio de las posibilidades de instalación. Para lograrlo deberás formularte algunas preguntas:
En resumidas cuentas, hay que tener en cuenta la facilidad de instalación en el entorno existente.
Ah, la eterna pregunta... ¡No se puede tener todo!
Dado el elevado coste de una cubierta para piscina, el presupuesto es uno de los criterios de elección determinantes. Puede que sea una inversión fuerte, pero también protege y embellece tu piscina.
Al preservarla, garantiza una vida útil más prolongada. Así pues, constituye un auténtico valor añadido para tu residencia. Por otra parte, la fiabilidad es un aspecto que merece la pena estudiar.
Una cubierta para piscina debe tener una estructura sólida. Destinada a permanecer en el exterior, estará sometida a los caprichos del clima. En cuanto a su instalación, la cubierta para piscina debe ser colocada sobre una superficie estable. Los perfiles deben tener buenas calidades. Además, conviene verificar el grosor de las paredes de vidrio o policarbonato para garantizar el mejor tratamiento anticondensación.
La certificación de conformidad con las normas de seguridad correspondientes (CE) es por sí misma toda una garantía de buen diseño.
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Pedro, 11 fichas consejo
Especialista en mantenimiento y electricista de formación, me paso los fines de semana haciendo bricolaje. Arreglar los aparatos de casa, mantener la piscina y el jardín, ayudar a mis vecinos...¡Es un placer poder ayudar a todo aquél que tenga dudas para reformar, reparar o decorar su casa!