Cómo limpiar y mantener una piscina

Para disponer de un agua de baño de calidad y para no verte obligado a recurrir a tratamientos de choque, es preferible realizar un mantenimiento regular de tu piscina. El agua de tu piscina debe ser pura, clara, con un pH neutro; aunque un agua ligeramente alcalina (7,4 es el índice ideal) también resulta aceptable.

Para evitar desequilibrios en tu agua, así como la aparición de agua verde, de agua turbia o de una marca en la línea de superficie, el mantenimiento es obligatorio. Las piscinas hinchables, las piscinas elevadas desmontables y las piscinas enterradas o semienterradas deben recibir un mantenimiento regular y periódico: su agua debe ser tratada y analizada regularmente usando unos kits de control del agua.

El análisis del agua de una piscina sirve para medir el nivel de desinfectante, el cloro, el pH y la alcalinidad. Recordemos que el agua que disponga de un pH (potencial de hidrógeno) superior a 7 es denomina agua alcalina, y que si es inferior a 7 hablamos de agua ácida.

Existen diferentes productos de mantenimiento para mejorar y conservar la calidad del agua de baño. La aplicación correcta de estos productos dependen del análisis del agua, una fase fundamental para conocer los posibles desequilibrios. El mantenimiento regular del agua de la piscina puede ser manual o automático, gracias a unos equipos de regulación automática para piscinas que analizan constantemente el agua de la piscina.La desinfección está asegurada por el uso de cloro, bromo y PMHB (si bien estos dos últimos procedimientos son menos habituales). El cloro puede generarse a partir de sal o bien ser introducido en el agua de la piscina en forma de polvo o de pastilla. El cloro puede ser lento, multiacción o con efecto choque.

Los antialgas, también denominados alguicidas, se utilizan en caso de aparición de aguas verdes. Después del período invernal, es muy eficaz acompañar el llenado de agua con peróxido de oxígeno u oxígeno activo.

Hay disponibles otros productos de mantenimiento para el agua de la piscina, como los reguladores de pH, los productos antical, los antiferrosos y los correctores de alcalinidad.

Es necesario limpiar la piscina para disfrutar de un agua transparente y para preservar su calidad frente a la acción de los contaminantes externos, también para prevenir el desgaste prematuro de los revestimientos como el liner, el hormigón o el gresite, y asimismo, porque limpiar la piscina con facilidad y sin vaciarla es imprescindible para poder bañarse en ella.

Limpiar la piscina después del invierno es igualmente indispensable. Tanto si hablamos de una piscina elevada o de una piscina enterrada, de madera o de plástico, todas necesitan una limpieza. Una cubierta para piscina o una lona reducen la limpieza de la piscina, aunque el vaso y el liner no escapan a la aparición de una línea de superficie de agua ni a la presencia de insectos kamikazes.

Proteger tu piscina de las inclemencias meteorológicas es una cosa, pero creer que eso te evitará usar un limpiador de alta presión, tal vez resulte demasiado optimista…

Para llevar a cabo una limpieza regular de tu piscina necesitarás diferentes equipos. Es posible limpiar tu piscina de manera natural, y se desaconseja limpiarla con ácido: el ácido clorhídrico no debe ser utilizado en una piscina, ni tan siquiera en los skimmers o boquillas de succión.

El recogehojas es necesario para limpiar la superficie del agua de la piscina y retirar restos de hojas o insectos. Seguidamente, conviene limpiar la piscina con un limpiafondos o con un robot, automático o semiautomático, más práctico al ser autónomo. La línea de superficie del agua, es decir los residuos que marcan el límite de la superficie en el liner, debe ser eliminada con un cepillo para la línea de agua, que es un tipo especial de esponja. La utilización de productos de limpieza especiales para el revestimiento/liner facilita la tarea. La limpieza de las paredes y del fondo también se realiza con cepillos.

Skimmers, filtros y bombas deben asimismo recibir una buena limpieza. Los skimmers succionan la superficie del agua, y las impurezas aspiradas son enviadas a la bomba, que, tras filtrarlas, devuelve el agua libre de impurezas al vaso.

No debes olvidarte de limpiar la cubierta, la lona y los bordes. El empleo de un limpiador de alta presión permite desincrustrar la suciedad con más facilidad. Recomendamos la necesidad de usar un producto poco abrasivo para conservar los equipos.

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