Ficha escrita por:
Alberto, responsable de servicio de jardinería, Toledo
61 fichas consejo
El emisor térmico es el sistema de calefacción eléctrica más eficaz. Es relativamente reciente. La tecnología de calefacción eléctrica por inercia asocia el almacenamiento y la entrega homogénea y progresiva del calor.
El funcionamiento de un panel radiante es bastante sencillo. El radiador se calienta gracias a una resistencia eléctrica presente en el elemento de calefacción, que acumula el calor y lo devuelve a la habitación durante las horas siguientes. Un termostato enciende y apaga la resistencia según la temperatura elegida.
Dependiendo del modelo, el radiador puede tener uno o dos elementos de calefacción. En el caso de un emisor térmico con dos cuerpos de calefacción, el primer elemento, llamado núcleo de calefacción, acumula el calor producido por la resistencia, mientras que el segundo elemento la devuelve con un aumento de temperatura más rápido. Todo está regulado por el termostato.
Gracias a la combinación de estos elementos (uno o dos cuerpos de calefacción y termostato) y según los materiales utilizados, el confort y el consumo energético varían significativamente de un modelo a otro.
El confort térmico que se consigue con el radiador eléctrico de inercia térmica equivale al de un sistema de calefacción central. Los emisores térmicos, para los que existen varios nombres comerciales sinónimos, pueden llamarse:
La emisión de calor de un emisor es de unos 50ºC (medida de seguridad para los niños).
La instalación de un emisor térmico es simple y permite ahorrar electricidad de manera sustancial si se instala en el lugar adecuado y en una habitación bien aislada.
Los emisores secos tienen un elemento calefactor sólido. Su principal ventaja es su gran capacidad de conservación y devolución del calor, mucho más duradera que la de los aparatos por inercia de fluidos, lo que hace que se reduzca el consumo energético y la factura de la luz. El núcleo calefactor es de un material refractario:
La esteatita es una roca natural muy densa que goza de una excelente capacidad de acumulación y de devolución del calor, lo que permite ahorrar de forma considerable en electricidad. Sin embargo, el aumento de temperatura es muy lento y su precio más elevado que el de otros materiales.
La cerámica ofrece buen rendimiento. Su capacidad de almacenaje y devolución del calor es muy correcta, pero por debajo de la esteatita. El aumento de temperatura es más rápido.
La piedra volcánica se produce por el magma volcánico. Se utiliza para calentar las saunas y posee una capacidad extraordinaria de acumulación y devolución del calor. El aumento de temperatura no es tan lento como el de la esteatita, pero el rendimiento es similar.
El ladrillo refractario es muy conocido por su uso en los hornos de pan y en las barbacoas. Tiene una inercia comparable a la de la cerámica, pero menor que la de la esteatita o la piedra volcánica. Es bastante pesado.
El aluminio es un metal de alta conductividad térmica que también presenta propiedades de transmisión por inercia. Dicho de otro modo, puede tanto transmitir como conservar el calor. El aumento de temperatura es muy rápido y la difusión del calor se hace de manera óptima, aunque lo acumula durante menos tiempo.
Para mantener la temperatura deseada, la resistencia debe funcionar de forma más regular y, por lo tanto, consume más electricidad. Asegura un buen confort térmico y es más ligero.
El hierro fundido es una aleación de hierro y carbono que posee una transmisión del calor excelente. El radiador conserva el calor durante más tiempo y lo devuelve de forma prolongada, lo que permite ahorrar en consumo eléctrico. Su inconveniente es que pesa mucho.
Este tipo de radiador utiliza un fluido termoconductor, que suele ser glicol o aceite, donde se sumerge la resistencia. Ésta calienta el líquido y genera un movimiento de circulación dentro de un circuito hidráulico, conservando el calor al mismo tiempo.
Los emisores de fluido aportan un excelente confort térmico, muy parecido al que se consigue con un sistema de calefacción central y por menos precio. Sin embargo, consumen más electricidad debido a que su capacidad para acumular es menor en comparación con los emisores térmicos de tecnología seca.
En cuanto al aumento de temperatura más rápido, los emisores térmicos de fluido son una buena elección para cuartos de baño si el radiador se usa como un radiador auxiliar.
Otra alternativa es utilizar un radiador toallero de tecnología seca con ventilación, elección que mezcla la economía de la inercia y el aumento rápido de temperatura del radiador combinado con la ventilación.
Para calcular la potencia necesaria para calentar una habitación, partimos de la base, se necesitan 100 W para calentar 1 m² para una habitación con una altura de 2,50 m. Esta cifra se puede reducir hasta 60 W por metro cuadrado en el caso de las viviendas de alto rendimiento energético.
El cálculo de la potencia para las viviendas que tengan una altura superior a 2,50 m se hará a partir del volumen (l x L x h = V) de la habitación:
Para un cuarto de baño, calcula entre 100 y 130 W por m² y elige un radiador seca toallas, especialmente pensado para este uso.
Hay una gran variedad de formatos y tamaños adaptados a todo tipo de uso. Para resumir, os presentamos los principales tipos de radiadores según su formato:
Además del termostato, la gran mayoría de radiadores dispone de una unidad de programación individual. Le permite planificar los tiempos de utilización durante el día o la semana y ajustar el rango de temperatura de acuerdo con ellos.
La programación no impide seleccionar un ajuste manual de la temperatura o volver al programa seleccionado cuando se desee. Si se programa de forma correcta, se conseguirá un ahorro adicional.
Existe la posibilidad de centralizar la programación y definir las zonas a ciertas temperaturas. Para ello, cada radiador debe contar con un cable hilo piloto o estar equipado con un cuadro de comunicaciones por línea de potencia o un radiotransmisor especial para ello.
Una vez que hemos definido el tipo por inercia, la potencia y el formato del radiador, solo queda considerar la calidad, las opciones, el diseño y la garantía. A continuación os mostramos varias opciones y características que hay que tener en cuenta a la hora de comparar los radiadores por inercia.
Ficha escrita por:
Alberto, responsable de servicio de jardinería, Toledo, 61 fichas consejo
Dirijo desde hace varios años un servicio de jardinería y cuento con una clientela formada por particulares y empresas. Tengo a mi cargo un equipo de jardineros y me ocupo de la creación y mantenimiento de espacios verdes. Además de eso, aporto mi experiencia y conocimientos a mis clientes en lo que se refiere a mantenimiento y mejoras de los jardines. En este sentido, poseo una formación comercial, habiendo desempeñado diversas funciones en hostelería al inicio de mi carrera profesional. Posteriormente orienté mi carrera hacia la ordenación paisajística, en el seno de una colectividad territorial, dónde adquirí sólidos conocimientos técnicos gracias a la formación interna y a las labores de seguimiento desempeñadas en importantes obras en un municipio sometido a numerosos cambios. En el plano personal, tengo que señalar que estoy orientado hacia el arte de la jardinería. En este sentido, he creado y diseñado con mi esposa un jardín que cuido con esmero, al igual que una preciosa huerta. ¡Y no nos olvidemos del bricolaje, también se me da bastante bien! Porque para trabajar en el jardín, también hay que saber hacer algo de bricolaje: pérgolas, cabañas, suelos empedrados, vallas y muchas más cosas... ¡Siempre hay trabajo en un jardín! Después de haber trabajado con dedicación, mi esposa y yo solemos estar muy orgullosos del resultado obtenido y encantados de poder disfrutar de un entorno agradable y acogedor. Así que nada más sencillo para nosotros que daros consejos sobre el mantenimiento y la mejora de vuestros jardines o la elección de herramientas para trabajar. Estamos a vuestra disposición.