Ficha escrita por:
Denis, Autodidacta
17 fichas consejo
Si vas a efectuar una instalación completa, tómate el tiempo necesario para informarte, comparar y equipar la instalación con un sistema de programación (cable piloto, administrador de energía). La elección de un radiador depende de la combinación de varios factores:
Para las estancias habituales, es preferible un radiador de inercia (económico y de calor homogéneo). Para el baño, si no tienes programador, opta por un radiador con ventilación (un toallero de inercia combinado con un ventilador garantiza un rápido aumento de la temperatura). Para los pasillos y la cocina puede ser suficiente un radiador o un convector, ya que estas zonas no están ocupadas continuamente. Sin embargo, los radiadores de inercia deben ser siempre la primera opción, sea cual sea la estancia.Para calcular la potencia aproximada que necesita el radiador, multiplica el número de m² por 100W en viviendas con un aislamiento bajo o medio, y por 60W en viviendas bien aisladas. Para el baño, multiplica los m² por 125W. La comodidad térmica está relacionada con la difusión del calor. Lo mejor es la inercia, tanto en sensación térmica como en consumo. El convector tiene la ventaja principal de ser económico, pero en cuanto a comodidad y consumo de energía, se queda un poco corto. El calefactor de aire calienta un baño o una habitación pequeña en 3 minutos de reloj, pero ten cuidado con la factura, ¡dispara el contador! Está indicado para el uso puntual. Un panel radiante es suficiente para un espacio en el que estamos de vez en cuando. Calienta como el sol: cuanto más cerca estamos, más calor recibimos.En cuanto a la temperatura de un hogar, la recomendación son entre 19 °C y 21 ºC para las salas de estar y 16 °C para los dormitorios mientras no vamos a usarlos. Para los baños, 17 °C y 22 °C cuando se van a utilizar, por ejemplo para darte una ducha. Si realmente quieres profundizar en el tema, puedes leer el artículo Bienestar térmico en un espacio climatizado publicado por IDAE.
Los radiadores eléctricos se dividen en tres tipos, según su difusión de calor: convectores, radiadores sin inercia y radiadores de inercia.
Los convectores calientan el aire directamente mediante una resistencia eléctrica. El aire caliente asciende y deja paso al aire frío, que a su vez se calienta. El movimiento de aire generado es lo que difunde el calor, ya que la convección se resume en el transporte del calor por la circulación de los gases. El aire se seca y da lugar a una diferencia de temperatura, la cual provoca una corriente de aire en la estancia que suele levantar polvo.
El convector es adecuado para zonas de paso y bien aisladas, puesto que ofrece un aumento rápido de temperatura. Si se le añade un ventilador para acelerar la circulación, el convector puede elevar la temperatura muy rápidamente. Dado que el convector seca el aire, es recomendable utilizar un humidificador de aire para elevar el nivel de humedad de la habitación. El convector desestabiliza el equilibrio de los iones (elimina los aniones) necesarios para nuestro bienestar.
Los paneles radiantes emiten rayos infrarrojos (IR), que proporcionan una sensación similar a la exposición al sol. Los paneles radiantes difunden el calor por radiación, pero también por convección.
Los paneles radiantes calientan todo lo que tocan —muebles, paredes, personas—, lo cual puede resultar desagradable.La difusión de calor principal es, pues, la radiación. Si la produce una placa de aluminio calentada por resistencias eléctricas, hablamos de rayos infrarrojos largos; si la produce una lámpara halógena, hablamos de rayos infrarrojos cortos. El inconveniente de estos radiadores (radiantes y de convección) es que dejan de emitir calor en cuanto se apagan. Pero existen dispositivos que almacenan el calor y lo liberan lentamente: son los llamados radiadores de inercia.
Los calefactoresson esencialmente radiadores eléctricos de apoyo o radiadores de baño, ya que pueden calentar un espacio pequeño en tiempo récord. Los calefactores cuentan con un sistema de ventilaciónque difunde el calor generado por una resistencia. Algunos calefactores pueden incluir calentadores de cerámica, que los hacen más económicos. Suelen estar diseñados con un temporizador y resistir las salpicaduras. Los calefactores pueden combinar su tecnología con la de los convectores o paneles radiantes, para conseguir un aumento de temperatura más rápido en los baños.
Los radiadores de inercia son los más económicos. La energía puede almacenarse en un líquido llamado caloportador (glicol, aceite, etc.) —radiador de inercia líquida— o en un material sólido, como cerámica, esteatita o piedra volcánica —radiador de inercia seca—. La energía procede de una resistencia eléctrica alojada en el interior del material. Hay dos tipos de paneles radiantes de inercia que merecen una atención especial: los radiadores de calor suave y los radiadores acumuladores.
El aumento de la temperatura y la emisión de calor varían según el núcleo calefactor del radiador de inercia;
Los convectores son una opción económica y no calientan la estancia de manera uniforme. Funcionan según el principio de la circulación del aire frío, que se calienta con las resistencias.
La temperatura ideal se alcanza en unos minutos.
La corriente de aire caliente que generan los convectores levanta polvo. Por lo tanto, no se recomiendan a personas alérgicas.
Los rayos infrarrojos de los paneles radiantes calientan todo lo que queda dentro de su radio de alcance, la humedad de las paredes es menor y se transfiere el calor a las personas. El calor es homogéneo y rápido, pero no hay mezcla de aire. Las principales ventajas son la sensación de calor y el rápido aumento de la temperatura.
Los paneles radiantes no se recomiendan para los baños con azulejos lisos blancos ni en espacios con mucha superficie de vidrio, como invernaderos o balcones acristalados. En esos casos, es preferible una lámpara halógena, más directa y más cercana a las personas, que consume menos energía.
El aumento de temperatura de los radiadores de inercia es lento, pero una vez «cargados» de energía, emiten calor de forma constante y durante bastante tiempo, incluso si se apagan. Los radiadores de inercia son los más económicos. Son preferibles en viviendas de obra nueva o tras una reforma energética. A la hora de instalar radiadores, los radiadores de calor suave son los más recomendados para disfrutar de una mejor comodidad térmica.
Radiadores eléctricos | |||||||
Ventajas | Inconvenientes | ||||||
Radiante | Convector | Inercia | Radiante | Convector | Inercia | ||
Aumento rápido de la temperatura; sensación de calor; calienta paredes y objetos; consumo eléctrico bastante controlado (categoría C); calienta por un solo lado | Radiador económico; aumenta rápidamente de temperatura; ligero; ocupa poco espacio; ayuda a deshumidificar; forma vertical u horizontal; calienta por un solo lado | Calor homogéneo y estable; radiación significativa; silencioso; preserva la calidad del aire; consumo controlado; comodidad térmica; económico | Falta de inercia; seca el aire; desplaza el polvo; puede causar condensación; consumo eléctrico elevado | Efecto de corriente de aire; baja comodidad térmica; seca el aire; no calienta paredes ni objetos; puede desprender olores si se quema el polvo; alto consumo (exceso del 30%) | Tarda mucho en calentar; posibles fugas en los radiadores con fluido caloportador; pesado y voluminoso; calienta por ambos lados |
La función del termostato es la de poner en marcha o parar la calefacción a partir de una temperatura establecida. Todos los radiadores eléctricos están equipados con termostato de más o menos precisión:
- Mecánico: se encarga de mantener la temperatura seleccionada en unos 2 grados de diferencia aproximadamente;- electrónico: mantiene la temperatura indicada unos 0,5 grados, lo que supone un mayor compromiso al no haber un consumo excesivo e innecesario;
- digital: aún más preciso, regula la temperatura con una variación de 0,1°.
La función de los termostatos es activar o desactivar la calefacción eléctrica cuando se alcanza la temperatura establecida. Todos los radiadores eléctricos disponen de ellos, pero la tecnología de un termostato a otro puede variar y ser más o menos precisa.
La función de los termostatos mecánicos es mantener la temperatura seleccionada con un margen de ±2 °C.
Estos termostatos se instalan especialmente en los radiadores convectores.
Los termostatos electrónicos permiten mantener la temperatura con un margen de ±0,5 °C.
Son una opción mejor, porque evitan el consumo innecesario.
La configuración de la temperatura es también más precisa.
Los termostatos digitales son aún más precisos y pueden ajustar la temperatura con un margen de ±0,1 °C.
El transmisor es el emisor de las órdenes, una central de programación por línea eléctrica PLC (Power Line Communications), mientras que los receptores son módulos que se introducen en los radiadores.
Esta programación es inalámbrica y muy fácil de llevar a cabo. Con este modo de programación, los transmisores, parte integrante de los radiadores, no son intercambiables. En caso de avería, el transmisor de repuesto debe ser idéntico. Si el fabricante lo vende por separado, será una reparación sencilla (mismo modelo y mismo tipo); de lo contrario, habrá que cambiar el radiador (mismo modelo, compatible con el transmisor de la instalación).
Los criterios que hay que tener en cuenta para elegir el radiador eléctrico adecuado son la comodidad dela calefacción, la distribución de la temperatura en la estancia, el aumento y el mantenimiento de esta, y la calidad del aire. Si te acaba de tocar la lotería, ¡no lo dudes! Elige radiadores de calor suave con control inteligente para todos tus espacios. De lo contrario, sopesa las necesidades de calefacción de cada estancia.
Las zonas de paso y las habitaciones poco ocupadas (entradas, pasillos, cuartos de invitados) se pueden calentar con paneles radiantes.
Como proporcionan calor homogéneo y rápido, con este tipo de radiadores es suficiente.
Para las estancias habituales (salones, despachos, dormitorios), elige comodidad y opta por radiadores de inercia, si es posible de «calor suave» con control inteligente. Estos espacios deben estar siempre bien calefactados, por lo que es recomendable equiparlos con radiadores de bajo consumo.
Un toallero eléctrico es una muy buena elección para la calefacción del baño. Puedes combinarlo con un calefactor de aire (gran capacidad de calentamiento en un espacio pequeño durante poco tiempo), que te permitirá ir al baño con comodidad.
La comodidad térmica es el bienestar que ofrece un sistema de calefacción potente y bien dimensionado. La comodidad térmica comprende tres parámetros:
El radiador toallero tiene la ventaja de calentar el baño y secar y calentar las toallas a la vez.
La amplia superficie del toallero consigue un aumento rápido de la temperatura del baño y proporciona calor homogéneo. Los fabricantes ofrecen estilos de diseños muy distintos, a base de tubos redondos o láminas planas. Hay para todos los gustos. Los toalleros eléctricos son radiadores de inercia. Su núcleo calefactor puede variar de un modelo a otro y ser líquido o de un material sólido.
Algunos toalleros eléctricos pueden incluir un radiador con ventilador para lograr un aumento más rápido de la temperatura. Los toalleros eléctricos son, por tanto, una alternativa excelente ¡y se han vuelto prácticamente imprescindibles en cualquier baño digno de este nombre!
Algunos radiadores eléctricos, fijos y portátiles, ofrecen opciones para aumentar la seguridad y la comodidad de uso, además de suponer un ahorro:
Los radiadores de zócalo se fijan a la altura del rodapié y miden unos 20 centímetros.
Ficha escrita por:
Denis, Autodidacta, 17 fichas consejo
Empecé con el mundo del bricolaje hace unos 10 años, cuando decidí comprarme una casa y tuve que reformarla. Después de cambiar el techo, rehacer los baños, la cocina, las habitaciones...construí un edificio anexo con un calentador de agua que funciona con luz solar. Después de todo, creo que me he convertido en un buen experto en bricolaje. Estuve tanto tiempo buscando información tanto en internet como en revistas de bricolaje, que ahora me parece justo compartir todo lo aprendido con aquellos que están en mi misma situación hace unos años.