Ficha escrita por:
Sebastián, Manitas autodidacta
253 fichas consejo
Una caldera de gas es un sistema de calefacción económico que puede adaptarse a cada una de las necesidades del comprador.
Una caldera de gas posee un quemador donde se produce la combustión del gas que calienta una tubería por la que pasa el agua, la cual es distribuida gracias a un sistema de calentamiento por toda la casa. El circuito de calefacción se completa con los tubos conectados a los radiadores de agua o, en su caso, al suelo radiante. Dependiendo de su tecnología (baja temperatura o condensación), la caldera de gas puede calentar el agua hasta 40 o hasta 90 grados y puede necesitar o no un conducto de chimenea para la evacuación del humo.
Existen dos tecnologías de calderas a gas: la caldera de gas de baja temperatura (con el agua calentada hasta los 40°), con un rendimiento del 90%, y la caldera de condensación (con agua calentada hasta los 90°), con un rendimiento superior al 105 %.
Veamos un poco más en detalle las distintas tecnologías de calderas de gas más habituales del mercado. La caldera de gas de baja temperatura funciona con temperaturas promedio de 40°, lo que la permite adaptarse a las condiciones de temperatura exterior de la vivienda puesto que no necesita mantener una temperatura constante elevada, como ocurre con las calderas convencionales. Es bastante económica, en su compra se puede ahorrar hasta un 20 % si se compara con el precio de una caldera clásica. Sin embargo, su rendimiento es inferior al de la caldera de gas de condensación. Existen dos posibilidades para la evacuación de humos de la caldera de gas de baja temperatura:
Tiene la ventaja de no necesitar un conducto de chimenea dedicado al efecto. La caldera recupera aire del exterior y expulsa el humo, en este caso, mediante un doble tubo coaxial: el externo, de mayor diámetro para la entrada del aire y el interno, de diámetro inferior, para la evacuación del humo. Al tomar el aire del exterior, puede colocarse en un lugar cerrado.
La caldera de gas con chimenea expulsa el humo a través del conducto de la chimenea (necesariamente a través de un tubo en su interior) y toma el aire necesario para la combustión del lugar en donde esté instalada, por eso debe contar con una entrada de aire.
La caldera de gas de condensación funciona con temperaturas altas en promedio de 70-90° y se caracteriza por su buen rendimiento (puede alcanzar más del 105%). La caldera de gas de condensación recupera la energía producida por la combustión del gas condensando los humos emitidos que contienen vapor de agua (esa energía producida por la transformación del agua del estado gaseoso al estado líquido se llama calor latente). Aunque su precio es algo más elevado, la caldera de gas de condensación sigue siendo económica: consume menos gas, generando un ahorro del 30 % si se compara a una caldera clásica y 10% con respecto a una caldera de gas de baja temperatura.
La evacuación de humos se realiza por un doble conducto compuesto por dos tubos concéntricos, uno para entrada del aire limpio del exterior y otro para salida de gases. No es necesario, por tanto, un conducto de chimenea dedicado específicamente. Sin embargo es necesario un desagüe para los productos de la condensación.
Como vimos al principio, la caldera de gas puede ser instalada de dos maneras: en el suelo o en la pared.
Este tipo de instalación necesita más espacio ya que usualmente se utiliza con las calderas de mayor tamaño y más potentes, que se usan para la producción de agua caliente (ACS) y calefacción en viviendas muy grandes o en edificios comunitarios.
Compacta, la caldera de gas en la pared es la que se utiliza habitualmente como sistema de calefacción individual con gas natural, butano o propano, para pisos y viviendas de tamaño medio. Normalmente se instalan en un habitáculo separado del interior de la vivienda, ya sea un cuarto de calderas para las más grandes, o las de comunidades de vecinos, como en una pequeña terraza anexa. Aunque las calderas actuales no presentan problemas de desprendimiento de gases, como ocurría con las antiguas calderas atmosféricas, conviene contar siempre con sistemas de ventilación adecuados. Un instalador técnico certificado es garantía de que la instalación cumplirá con todas las normas presentes en el Reglamento de Instalaciones Térmicas de Edificios (RITE).
La caldera de gas mixta produce tanto agua caliente sanitaria (ACS), como calefacción, al contrario de la caldera convencional dedicada exclusivamente a la producción de calor como sistema de calefacción. Existen tres tipos de producción de agua caliente: instantánea, de microacumulación y de acumulación.
Es una caldera compacta y la producción de agua caliente sanitaria se realiza en el momento requerido y en la cantidad que se desee. Es la más habitual utilizada como sistema de calefacción y agua caliente individual con gas
Esta caldera de gas cuenta con un pequeño depósito auxiliar que almacena unos cuantos litros de agua caliente (de 3 a 5 litros). Con este sistema es mucho más fácil y rápido el calentamiento del agua, ya que no se tiene que realizar de cero todo el proceso de calentamiento. Así se puede tener agua caliente sin tener que esperar, gracias a esta reserva intermedia mientras se calienta una cantidad mucho mayor de agua. Requiere menos espacio a la hora de instalarla que la caldera de gas de acumulación.
Como lo indica su nombre, el agua caliente producida se acumula en un depósito de agua caliente acoplado en la instalación, como si se tratase de un termo, cuyo tamaño varía dependiendo de las necesidades (se usa un promedio de 50 litros por persona).La caldera de gas de acumulación es un poco más grande y, por tanto, ocupa más espacio, sin embargo, ofrece mayor comodidad que la anterior.
La potencia necesaria para una caldera de gas, como para cualquier otro sistema de calefacción, se mide en función del volumen del espacio que se debe calentar y de su rentabilidad. La potencia de calefacción es relativa al volumen del espacio a calentar, el rendimiento de su consumo y sus prestaciones.
Una caldera de gas es un sistema de calefacción y la potencia necesaria se mide en función del espacio a calefactar, por tanto, del tamaño de la vivienda, el nivel de aislamiento, la zona geográfica, etc. La cantidad de kilovatios (kW) requeridos varía – la potencia se mide en vatios (W) o en kilovatios (kW).
[Tamaño de la vivienda x orientación x aislamiento x zona climática x coeficiente de corrección = W]
Tomemos como ejemplo las siguientes necesidades de la vivienda:
[100 x 0,92 x 1,6 x 0,95 x 160 = 22374 W, es decir, 22 kW]
La caldera de gas debe proporcionar una potencia calorífica de 22 kW. Para aquellos que no quieren calcular, pero están dispuestos a asumir el riesgo de no calentar lo suficiente o sobrecalentar su vivienda, se necesitan entre 20 y 28 kW por cada 100 m² (incluida la producción de agua caliente, no confundir) y entre 25 y 35 kW para superficies de más de 100 m².
El rendimiento de una caldera de gas es la relación entre la energía producida y la energía consumida, se expresa en % y puede ayudar a determinar la optimización de la producción de calor.
Cuanto más elevado sea el rendimiento, más económica es la caldera ya que la combustión es mucho más completa y mayor su eficiencia energética.
Para escoger la calderas de gas más adecuada es necesario tener en cuenta:
Ficha escrita por:
Sebastián, Manitas autodidacta, 253 fichas consejo
Mi lema es: aprender es mejor que pedir. Y...¿cuál es la recompensa final? Pues, una cerveza bien fresquita. La curiosidad por las cosas me ha hecho pasar muchas horas haciendo bricolaje, arreglando cosas por casa, construyendo muebles...espero poder ayudaros después de todo lo aprendido.