Ficha escrita por:
Jerónimo, Electricista
¿Necesitas electricidad para utilizar de forma puntual algunas herramientas o iluminar en un lugar sin acceso a la red eléctrica?
Elige un grupo electrógeno con motor de gasolina (preferiblemente de 4 tiempos), con una potencia de unos 3000 W, que disponga de un soporte con o sin ruedas (según el uso) y de arranque manual. Para restablecer la corriente, un regulador con condensador es más que suficiente. La alimentación suministrada será monofásica.
¿Te vas de vacaciones con una tienda de campaña o una caravana, pero quieres poder utilizar la cafetera y el televisor y cargar las baterías (vehículo, teléfono, tableta, etc.)?
Decántate por un generador portátil insonorizado con motor de 4 tiempos. Este tipo de grupo ofrece una potencia de hasta 2000 W, más que suficiente para el uso puntual y la alimentación monofásica de equipos de bajo consumo. Para la regulación, opta por la tecnología Inverter a fin de no dañar tus dispositivos electrónicos.
¿Eres un profesional que busca un grupo electrógeno para obras sin suministro eléctrico?
Opta por un generador potente de 10 kW o más, diésel, remolcable o no, capaz de ofrecer corriente monofásica y/o trifásica según las herramientas que vayas a conectar.
Da preferencia a la regulación AVR (Automatic Voltage Regulator - Regulador Automático de Voltaje) para disponer de una tensión constante y estable, sin picos ni caídas de potencia. Escoge un grupo que permita controlar la temperatura del aceite del motor. Al conectar muchas herramientas, el grupo puede tener problemas para sostener la demanda y calentarse. Con esta seguridad adicional, se detendrá automáticamente antes de averiarse.
¿Quieres disponer de una alimentación de emergencia para tu hogar para cortes frecuentes de electricidad que, a veces, duran bastante?
Elige preferentemente un generador de gasolina con motor de 4 tiempos, que ofrezca una potencia cómoda (aprox. 5000 W), con un armazón fijo y un sistema de regulación Inverter para evitar daños en los diversos dispositivos electrónicos o informáticos. Junto con un motor de arranque eléctrico y un inversor de corriente, el grupo te auxiliará cada vez que se vaya la luz. Para tener aún más seguridad, decántate por un modelo que cuente con seguridad térmica y esté equipado con un dispositivo de corte diferencial.
La generación de electricidad es una tecnología que se utiliza desde hace mucho tiempo. Sin entrar en detalles, debes saber que, para producir electricidad, lo más sencillo es hacer girar un elemento llamado generador. Así pues, un grupo electrógeno se compone de un generador y un motor térmico que lo impulsa.
El generador se caracteriza por la potencia eléctrica que es capaz de suministrar (potencia de salida). Esta potencia puede expresarse en kW (kilovatios) o kVA (kilovoltio amperios). Para simplificar los cálculos, se considera que 1 kW = 1 kVA (en realidad 1 kVA = 0,8 kW).
La corriente eléctrica que proporciona un grupo electrógeno puede ser monofásica (1 fase + 1 neutro) o trifásica (3 fases). Los generadores recientes disponen de diferentes funciones de seguridad y sistemas electrónicos de regulación, que garantizan una producción de corriente estable (especialmente en tensión, expresada en voltios) y una detección de averías rápida y fiable (protección térmica, magnética, diferencial, etc.).
El motor del grupo electrógeno puede ser de gas, solar, de gasolina o diésel. Su potencia determina su capacidad para impulsar un generador de mayor o menor tamaño y, en consecuencia, más o menos potente . Nos centraremos aquí en los grupos electrógenos de gasolina y diésel. La buena noticia es que, mientras tengas combustible, ¡tendrás corriente! El peso de un grupo electrógeno va desde unos pocos kilos hasta varias toneladas, dependiendo de la potencia eléctrica requerida. Los grupos electrógenos pueden, por tanto, ser portátiles o fijos según las necesidades. Como cualquier otra herramienta térmica, el grupo electrógeno (especialmente el motor) requiere un mantenimiento periódico para garantizar un funcionamiento óptimo. Para conservar tu grupo electrógeno en perfecto estado de funcionamiento, un buen mantenimiento es esencial. Pero para garantizar una mayor vida útil al conjunto, lo ideal es no utilizar continuamente la potencia máxima disponible (se aconseja no superar el 80%). ¡Por eso es tan importante elegir el grupo electrógeno adecuado!
Todos los grupos electrógenos se basan en el mismo principio, pero no todos utilizan la misma tecnología ni ofrecen las mismas posibilidades.
Se distinguen tres tipos de grupos electrógenos:
Grupos electrógenos de gasolina
Grupos electrógenos diésel
Grupos electrógenos insonorizados
Se distinguen dos tipos de motores para grupos electrógenos:
Motor de 2 tiempos
Motor de 4 tiempos
Los grupos electrógenos de gasolina son los más versátiles y, por lo tanto, ideales para el hogar, el bricolaje y cualquier otro uso doméstico y puntual. El arranque puede efectuarse manualmente, mediante un tirador o cuerda de arranque, o de forma eléctrica, con un motor de arranque. Su potencia oscila entre 1,5 y 6 kW en los de mayor tamaño (hablamos de la potencia eléctrica de salida o disponible, no de la potencia del motor).
Los grupos electrógenos de gasolina son compactos y no emiten mucho ruido. Como norma general, estos grupos proporcionan una alimentación monofásica (en las unidades de gran potencia, hay varios circuitos monofásicos disponibles). El motor puede ser de 2 o de 4 tiempos.
¡Los grupos electrógenos diésel se consideran grupos de obra! Dado el ruido que emiten, los grupos electrógenos diésel pueden excluirse del uso doméstico. Hay una amplia gama de potencias disponibles, dado que este tipo de grupo está más orientado al uso profesional (requisitos especiales y uso intensivo). Se fabrican grupos electrógenos diésel en todos los tamaños, desde unos pocos kW hasta varios cientos e incluso miles, que van desde el grupo electrógeno con ruedas hasta el grupo electrógeno de varias toneladas instalado en el remolque de un camión.
Un grupo electrógeno diésel suele ponerse en marcha con un motor de arranque (en la mayoría de los de potencia media a alta).
Están disponibles todos los tipos de alimentación eléctrica, según el modelo: monofásico, trifásico o mixto. Algunos grupos están incluso equipados con un dispositivo de arranque automático. El motor del grupo electrógeno diésel es de 4 tiempos.
Los grupos electrógenos insonorizados se diferencian de los demás grupos porque están montados en una caja o carcasa aislante paraminimizar la contaminación acústica. El nivel de ruido de los grupos electrógenos insonorizados no supera los 90 dB (decibelios), mientras que los demás alcanzan fácilmente los 105 dB o más.
Los grupos electrógenos insonorizados ocupan poco espacio y son ligeros y rápidos de poner en marcha. La otra cara de la moneda es que la potencia se ve afectada, pues los grupos insonorizados rara vez ofrecen más de 2 kW de potencia eléctrica de salida.
Son más silenciosos y suelen tener un motor de gasolina. Los grupos electrógenos insonorizados son perfectos para usos esporádicos que no requieren gran potencia. El motor puede ser de 2 o de 4 tiempos.
Independientemente del tipo y modelo de grupo electrógeno que tengas previsto comprar, comprueba siempre que cumpla las distintas normas sobre seguridad, en particular, la EN ISO 8528-13:2017.
Antes de elegir un grupo electrógeno, es importante que identifiques tus necesidades. Un grupo de tamaño insuficiente se desgasta rápidamente y se avería a menudo. Por el contrario, un grupo grande que se utiliza poco o nada, tiende a sufrir fugas y averías rápidamente. Debes elegir el tipo y modelo de grupo electrógeno que más te convenga y que pueda satisfacer todas tus demandas. Para ayudarte a elegir tu grupo electrógeno, analiza los siguientes puntos.
¡La potencia de un grupo electrógeno es el criterio más importante! Estamos de acuerdo en que hablamos de la potencia eléctrica de salida, no de la potencia del motor. Para calcular la potencia de tu grupo electrógeno, tendrás que trabajar un poco.
Empieza por hacer una lista de todos los dispositivos, herramientas y accesorios que deseas conectar y alimentar con el equipo. Luego, anota la potencia en vatios (la potencia pico o máxima) de cada uno de ellos. Súmalos y multiplica el total por 1,20 (como hemos visto, se utiliza el 80% de la potencia del grupo electrógeno para conservarlo y disponer de margen de maniobra. El resultado es una potencia en vatios. Para simplificar la tarea, consideraremos que 1 kW = 1 kVA.
Si no sabes realmente qué conectarás al grupo electrógeno, pensando especialmente en herramientas, deja una reserva de potencia cómoda y suficiente, porque los motores eléctricos consumen mucho al arrancar (p. ej., una amoladora de 800 W consume 1600 W durante unos instantes al ponerla en marcha; es la potencia máxima). Veamos también el tipo de alimentación eléctrica. La más habitual es la alimentación monofásica (230 V). Sin embargo, si utilizas máquinas o herramientas trifásicas (400 V), comprueba que el grupo electrógeno elegido ofrezca alimentación trifásica.
Son modelos poco corrientes los motores de grupos electrógenos que funcionan con gas o con una red de paneles solares. Veamos los dos tipos de motores principales: gasolina y diésel. El uso que vayas a hacer del equipo te indicará qué motor debes elegir.
Para el uso doméstico, puedes descartar el motor diésel de entrada. Es demasiado ruidoso. Los modelos de grupos electrógenos con motor de gasolina ofrecen un rango de potencias que satisface las necesidades de cualquier aficionado al bricolaje. ¡No te preocupes! Para usos puntuales que no requieran mucha potencia, un grupo electrógeno insonorizado pequeño es suficiente (aprox. 2 kW máximo según los grupos insonorizados).
Para obras y por razones prácticas, dado que la potencia requerida puede ser considerable, es preferible optar por un grupo electrógeno con motor diésel.
Veamos cómo se pone en marcha un grupo electrógeno de gasolina y baja potencia (< 3 kW). En esta situación, puedes elegir entre tirador con cuerda y motor de arranque. Todo depende de tu capacidad para tirar de la cuerda y, sobre todo, ¡de cuántas veces seguidas!
Si utilizas tu grupo electrógeno 4 veces al año, el tirador es perfecto. Si lo usas todos los días, permítete el lujo de tener un grupo electrógeno con motor de arranque (el único mantenimiento añadido se realiza en la batería que lo alimenta). Todos los demás grupos electrógenos están equipados con un motor de arranque provisto de un modo de emergencia manual.
Generar corriente eléctrica es un tema complejo. Especialmente si tratamos de obtener una corriente eléctrica estable (en particular la tensión) a partir de un cuerpo giratorio, por definición inestable: el motor térmico. Afortunadamente, ¡la electrónica sale al rescate!
En los grupos electrógenos, se distinguen tres tipos de regulaciones.
Los grupos electrógenos con condensador disponen de una regulación básica que satisface cualquier uso habitual, tanto en el hogar como en el lugar de trabajo.
La estabilización de la tensión de un grupo electrógeno con condensador es de aprox. el 5%.
Sistema AVR (Automatic Voltage Regulator), o sistema de regulación automática de la tensión. En pocas palabras, es una tecnología que permite, mediante un sistema de sensores para la velocidad del motor (térmico), estabilizar la tensión suministrada por el grupo electrógeno con una oscilación máxima de aprox. el 2%.
El sistema Inverter es la gama alta de la regulación. Un equipo electrónico genera una tensión estable a partir de la producida por el generador. La tensión que crea el Inverter es prácticamente perfecta (tanto en tensión como en frecuencia). Es ideal para alimentar dispositivos sensibles, como equipos informáticos o audiovisuales, por ejemplo. Además, el Inverter se acopla a los ajustes de inyección del motor térmico y puede reducir su velocidad (y, por tanto, el consumo de combustible) cuando el grupo electrógeno no está en uso.
Además de la potencia, la regulación y el tipo de combustible, estos son algunos criterios que no debes descuidar a la hora de elegir tu grupo electrógeno.
Si tienes previsto trasladar tu grupo electrógeno periódicamente, cuidado con su peso. También puedes optar por un grupo electrógeno montado sobre un soporte con ruedas. Para grandes potencias, al igual que los compresores, los grupos electrógenos se montan sobre un armazón remolcable. El peso de un grupo electrógeno de 2 tiempos de gama básica ronda los 20 Kg, mientras que un grupo electrógeno diésel para el uso profesional alcanza sin problemas los 40 Kg.
Aparte de los grupo electrógenos insonorizados, que se mantienen un poco al margen, en el mercado encontrarás grupos electrógenos llamados silenciosos. Dependiendo del lugar de uso, pueden ser una gran ventaja. El nivel de ruido de los grupo electrógenos, expresado en decibelios (dB), suele oscilar entre 60 y 90 dB (valor obtenido a 7 metros del grupo).
El consumo y la capacidad del depósito del grupo electrógeno son criterios que debes tener en cuenta si no quieres repostar con demasiada frecuencia. La autonomía va desde 4 horas hasta más de 12 horas. Adapta la autonomía del grupo electrógeno a tus necesidades.
Muchos grupos electrógenos ofrecen un control de la temperatura del aceite del motor térmico, que detiene el grupo en caso de sobrecalentamiento. Algunos también están equipados con un sistema de disyuntor o interruptor térmico que corta la alimentación eléctrica suministrada en caso de anomalía en la red. Todas estas medidas adicionales contribuyen tanto a la preservación del grupo electrógeno como a la seguridad de las personas. No hay que ignorarlas.
Las especificaciones de tu grupo electrógeno se eligen en función de tus necesidades.
Para el uso intensivo, opta por un equipo con motor diésel, que resulta más económico a largo plazo.
Como generador de emergencia para una vivienda, elige un modelo Inverter para evitar dañar tus aparatos más sensibles, como el congelador o el televisor.
Valora del modo más preciso posible tus necesidades de potencia. Para ello, enumera y ten en cuenta todos los dispositivos que podrían conectarse al grupo al mismo tiempo.
El arranque eléctrico es preferible para el uso doméstico, debido a las complicaciones que conlleva el arranque con cuerda.
La autonomía de un grupo que se utiliza como generador de emergencia debe tenerse en consideración.
El tipo de alimentación de corriente suministrada de salida, bien monofásico o bien trifásico, también debe valorarse.
La electricidad, como todos sabemos, es peligrosa. Por lo tanto, es obligatorio tener mucho cuidado con la parte eléctrica del grupo electrógeno, los dispositivos conectados, la conexiones, la estanqueidad del conjunto (especialmente en una obra) y el estado de los cables. Repara de inmediato cualquier avería, ¡después de desconectar la alimentación eléctrica!
Para prolongar la vida útil de tu grupo electrógeno, efectúa a tiempo el mantenimiento recomendado por el fabricante. Cambia regularmente los líquidos y filtros. Cuando sea necesario, engrasa los rodamientos y piezas móviles. De vez en cuando, verifica la tensión de salida suministrada, mediante un control rápido.
Al usar elgrupo electrógeno, colócalo en un lugar estable, limpio y seco.
Si no te queda más remedio que tenerlo al lado, equípate con un casco antirruido. Si no, aléjalo de tu equipo de trabajo para disfrutar de mayor comodidad.
En una obra, presta atención a la maquinaria y a los desplazamientos de vehículos. No solo hay que señalizar el grupo electrógeno para que se vea fácilmente, sino que los cables y accesorios también sufrirán daños si se hallan en una vía de paso.
Ficha escrita por:
Jerónimo, Electricista
Me formé como electricista y trabajé en este sector muchos años. Después me dediqué al mundo de la construcción, en elque tuve la oportunidad de coordinar, controlar y organizar varios proyectos de obra. Actualmente llevo 4 años restaurando una casa de campo con mi mujer y mi hija. Llevamos muchas horas invertidas en esa casa, y gracias a mi experiencia profesional y ahora también personal, me encantaría dar una mano a todo aquel que tenga dudas sobre el bricolaje y aconsejarle en algunos asuntos.