Ficha escrita por:
Ester, hortelana autodidacta
Junio es el mes en que se trasplantan las hortalizas de verano en las zonas más frías. Su temporada es mucho más corta que en las cálidas y hay mucho trabajo por hacer aún.
La tierra debe trabajarse previamente con la azada, formar los caballones para el riego a manta y esperar al atardecer para realizar cualquier trasplante. A continuación regaremos de manera abundante y aprovecharemos la falta de sol para que las plantas se adapten a su nueva ubicación.
En zonas cálidas, podremos trasplantar las variedades tardías o aquellas que hemos preparado para sustituir posibles bajas. El proceso a seguir es el mismo: al atardecer o durante un día nublado.
Las plantas habrán crecido y las altas temperaturas nos obligan a ser más constantes y generosos en el riego. Un sistema de riego por goteo o exudante nos permitirá regar eficientemente y ahorrar agua.
Programa el riego para que se active al atardecer: las plantas tendrán más horas para rehidratarse;
elige un programador doble si dispones de dos espacios con distintas necesidades de riego (el huerto y césped, por ejemplo). Se conectan al mismo grifo de salida y se activan según su programación;
ei tu huerto es urbano, elige un kit especial para macetas. Y no olvides que las más pequeñas necesitarán riego diario durante los meses más calurosos.
Las hortalizas más habituales del huerto necesitan tutores para evitar que el peso de los frutos las tumbe. Tomates, pimientos, berenjenas, pepinos, judías e incluso los calabacines, agradecerán un punto de apoyo para crecer.
Puedes elegir tutores de bambú, plástico o en espiral ideales para tomateras;
también necesitarás cordón de rafia, alambre de jardinería o una atadora de plantas que facilita la tarea de atado, especialmente en las tomateras;
en huertos de gran tamaño, puedes crear estructuras de soporte con postes de madera. Se utilizan con cordones de sujeción vertical o una malla para plantas trepadoras.
La mayoría de hortalizas precisarán de podas más o menos regulares. Elige unas tijeras de poda apropiadas y mantenlas engrasadas y desinfectadas convenientemente.
Las plagas más molestas se reproducen rápidamente durante los meses de verano. Por ello, lo mejor es estar prevenido y aplicar tratamientos preventivos con periodicidad.
El cobre y el azufre protegen el huerto ante el ataque de hongos. El azufre, además, es conocido por sus propiedades antiácaros como la araña roja;
los insectos chupadores como el pulgón, la mosca blanca y los thrips se mantienen alejados de las plantas tratadas preventivamente con productos insecticidas;
protege tus plantas de gusanos, minadores o de orugas y larvas con bacillus thuringiensis;
para alejar a los caracoles y babosas, necesitarás un producto molusquicida que se esparce alrededor de los cultivos.
Si has decidido cultivar tu huerto de manera ecológica, te serán de gran ayuda las trampas anti-insectos. Son tiras pegajosas de color amarillo que se colocan entre las plantas y que les resultan atrayentes. Al colocarse sobre ellas, se quedan pegados.
También son muy útiles las trampas de feromonas. Atraen a los machos de diversas especies liberando el olor de las hembras de los insectos. Al entrar en la trampa, no pueden salir, por lo que las posibilidades de reproducción se reducen enormemente.
Están disponibles para tuta absoluta, mosca de la fruta y otras plagas específicas.
En zonas donde llueve abundantemente a finales de verano, podemos montar un invernadero o una estructura con plástico para proteger las hortalizas. Evitaremos en gran medida la aparición de hongos y los últimos frutos acabarán de madurar.
Las malas hierbas no dejan de aparecer durante todo el verano en los senderos del huerto e incluso entre las plantas. Para mantenerlas a raya, pueden eliminarse manualmente con una azada antihierbas, un almocafre o un desherbador térmico.
Aunque es habitual añadir una gran parte de abono antes del trasplante, es probable que algunas plantas necesiten aportaciones periódicas o puntuales en época de floración y fructificación. La cosecha será mucho más abundante y los frutos, de mayor tamaño.
Elige un abono con un alto contenido en fósforo y potasio, disponibles en formato líquido (para huertos urbanos) o sólido. Las distintas formulaciones responden a las necesidades de tomates, frutos rojos, cítricos y aromáticas.
Aunque el verano es época de grandes cosechas, no debemos olvidar los cultivos que les sucederán. Por ello, podemos empezar a preparar semilleros o realizar una siembra directa de muchas de las hortalizas que se cultivan en otoño e invierno:
Hortalizas de raíz: Cebollas, puerros, chirivía, colinabo, zanahoria, rabanito, nabo y remolacha;
hortalizas de hoja: lechuga, acelga, espinaca, rúcula, canónigos;
brasicáceas de invierno: col, coliflor, brócoli.
En las zonas más cálidas se pueden sembrar tomates y otras hortalizas de verano durante los primeros meses de la estación. Las temperaturas les permitirán desarrollarse rápidamente para una segunda cosecha, ya tardía, durante el otoño.
Podemos agilizar el proceso con esquejes de tomates. Los brotes axilares (o chupones) de las tomateras, echan raíces rápidamente si los sumergimos en agua durante unos días. A continuación podemos trasplantarlos a una maceta pequeña o directamente a la tierra del huerto.
De esta manera obtendremos plantas idénticas a la mata de la que obtuvimos el esqueje.
Muchas variedades de judías y alubias se siembran durante los meses del verano, así como el azafrán y las fresas.
Las vacaciones de verano son una época ideal para llevar a cabo algunos proyectos al aire libre. Te damos algunas ideas:
Construir o instalar una caseta de jardín para guardar tus aperos de labranza;
modificar los canalones o bajantes del agua del tejado para que desemboquen en un contenedor de aguas pluviales. ¡La mejor para regar!;
construir o instalar un compostador para aprovechar los restos de poda del huerto y del jardín. Conseguirás un fantástico abono para todas tus plantas;
desherbar y preparar la tierra para ampliar el huerto la próxima temporada;
revisar el estado de los invernaderos y mantas térmicas de cara al otoño o el invierno.
Ficha escrita por:
Ester, hortelana autodidacta
Autora de PicaronaBlog. Hortelana autodidacta, imparto talleres de huerto urbano, colaboro en medios especializados y en 2014 publiqué mi primer manual de iniciación: Hortelanos de ciudad.