Cómo elegir productos fitosanitarios

Llamamos tratamiento a la aplicación de un producto fitosanitario (normalmente por pulverización) sobre una planta o un grupo de plantas. La finalidad es la de eliminar o prevenir problemas en forma de insectos, larvas, hongos o plantas que representan un peligro para los cultivos o las plantas del jardín.

Cada producto sirve contra una o varias plagas, tiene una materia activa y actúa de manera distinta a los demás. La presentación es también diferente dependiendo del producto.

Los productos fitosanitarios

Como su nombre indica (fito: planta; sanitario: salud), un producto fitosanitario está destinado a proteger la salud de las plantas. Los productos fitosanitarios también son conocidos bajo la denominación general de plaguicidas. Se clasifican según su objetivo, es decir, de acuerdo con las plagas que deben combatir, en:

• Insecticidas, para eliminar insectos perjudiciales, destinados a menudo a una o varias especies en particular.

• Fungicidas, contra los hongos.

• Herbicidas, para eliminar adventicias o malas hierbas (desherbantes).

Hay otras familias de productos fitosanitarios, según el tipo de plaga y con modos de acciones diferentes. He aquí algunos:

• Repelentes, para alejar el problema y proteger las plantas. Su principal ventaja es su baja toxicidad para el hombre y los animales domésticos y su eficiencia está ampliamente demostrada. Normalmente se basan en materias activas de origen natural y es fácil utilizarlos sin dañar el medio ambiente. El nombre comercial del repelente designa su acción: repelente de serpientes, repelente de hormigas, repelente de perros, repelente de gatos, etc.;

• Los parasitoides, (también conocidos como insecticidas biológicos) se utilizan sobre todo en agricultura ecológica: un parasitoide es un parásito capaz de destruir el problema en cuestión. Es el caso de los hongos que destruyen los nematodos, o el Bacillus thuringiensis, que se utiliza para controlar gusanos y larvas;

• Control biológico, como en el caso anterior, se trata de un ser vivo que combate a uno considerado nocivo. Las campeonas en esta categoría son las mariquitas y sus larvas, muy eficaces contra los pulgones.

• Los purines, obtenidos por la maceración de plantas y utilizados en agricultura ecológica, son excelentes repelentes y su toxicidad es baja.

Al igual que los fertilizantes, los productos fitosanitarios se presentan en forma líquida, gránulos o en polvo. Se aplican de diferentes maneras y hay que seguir atentamente el modo de empleo indicado por el fabricante.El producto puede estar listo para usar o para mezclar previamente con agua. En este último caso, se habla de preparar un concentrado. Debes equiparte de un pulverizador que conviene reservar exclusivamente para los tratamientos.

Son ampliamente utilizados para proteger las plantas ornamentales y los cultivos. Los insecticidas se aplican para eliminar distintos tipos de insectos y actúan de manera diferente según su modo de acción:

• Sistémica, se liberan lentamente pero de manera más a largo plazo. Es el caso de la mayoría de los productos contra las hormigas.

• Fulminante, con un resultado inmediato y persistencia baja o nula, como en algunos productos contra los pulgones o avispas.

La mayoría de estos productos son fabricados a partir de una sustancia activa de síntesis. Presentan una toxicidad media o alta. Su utilización debe realizarse siguiendo escrupulosamente las indicaciones del fabricante.

Por otra parte, los productos para diluir deben ser manipulados con cuidado, teniendo cuidado de usar guantes y otros equipos de protección individual. Según el producto conviene utilizar máscara o gafas de protección. Se debe evitar el contacto con la piel y los ojos, al igual que la inhalación.

Se utilizan como tratamiento contra las enfermedades criptogámicas, es decir, las enfermedades causadas por la presencia de hongos o parásitos. Los fungicidas garantizan una excelente protección contra su propagación y favorecen la buena salud de las plantas.

Existen dos tipos principales de fungicidas: minerales y orgánicos. Entre los primeros, el concentrado bordelés es el más extendido por su sencillez de uso y su eficacia.

Los herbicidas están destinados a eliminar las plantas no deseadas. Pueden ser de acción total, es decir, actuando sobre todas las plantas o de acción selectiva para preservar el césped, destruyendo solo las plantas invasoras.

Cabe señalar que su uso es cada vez más limitado. Cada año, se retiran más herbicidas del mercado a causa de su impacto negativo sobre el medio ambiente.

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