Ficha escrita por:
Sebastián, Manitas autodidacta
251 fichas consejo
Aunque alguna vez fue el fiel escudero del trono, el bidé parece haber caído en el olvido. Y, sin embargo...
La ergonomía y el diseño de los bidés también han evolucionado, por lo que puedes colocarte a horcajadas sobre dos tipos de asientos:
El bidé suspendido se sujeta a la pared con una estructura de soporte y, además de afianzar tu higiene con elegancia, confiere modernidad al baño en que está instalado gracias a sus formas depuradas.
El bidé de pie está fijado al suelo y a menudo presenta un aspecto retro. Más voluminoso, su ventaja principal radica en su resistencia a las morfologías XXL y en su facilidad de montaje.
No requiere tuberías especiales, salvo las dos conducciones que suministran el agua fría y el agua caliente al grifo. La instalación del bidé puede realizarse en el aseo o en el cuarto de baño. Todo suele depender del espacio del que dispongas en cada estancia y de si tienes las tomas de agua necesarias.
La forma, el color y las dimensiones del bidé son cuestión de gusto y de espacio.
Instalar un bidé puede parecer anticuado; sin embargo, a menos que conectes "a la tailandesa" una ducha para grifo próxima al inodoro, el bidé es la solución para una higiene confortable. Y si solo tienes ducha, es más que probable que lo eches de menos.
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Ficha escrita por:
Sebastián, Manitas autodidacta, 251 fichas consejo
Mi lema es: aprender es mejor que pedir. Y...¿cuál es la recompensa final? Pues, una cerveza bien fresquita. La curiosidad por las cosas me ha hecho pasar muchas horas haciendo bricolaje, arreglando cosas por casa, construyendo muebles...espero poder ayudaros después de todo lo aprendido.