Todo sobre el aislamiento térmico

Todo sobre el aislamiento térmico

Alberto, investigador y manitas, Barcelona

Ficha escrita por:

Alberto, investigador y manitas, Barcelona

38 fichas consejo

El aislamiento térmico, es un factor de confort en el hogar y obligatorio en las viviendas nuevas de conformidad con el Código Técnico de la Edificación (CTE). A la hora de hacer una reforma tienes varias opciones: aislamiento exterior o interior, de tejado o de paredes. Aislante mineral, natural o sintético. Te contamos cómo aislar la casa.

Características importantes

  • Puentes térmicos
  • Conductividad térmica
  • Aislante natural
  • Aislante sintético
  • Normativa
  • Ayudas estatales
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Por qué mejorar el aislamiento térmico

Nadie duda ya de la necesidad de reducir el gasto energético, tanto para ahorrar dinero como para preservar el medio ambiente. Este es un desafío social que nos afecta a todos. El aislamiento térmico forma parte de las medidas que van en este sentido.

El CTE regula el aislamiento térmico desde 2006, pero las actualizaciones de 2013 y posteriormente 2019, imponen condiciones de aislamiento térmico más restrictivas. Estableciendo limitaciones en el consumo energético y limitando la demanda energética. Optimizando el rendimiento de las instalaciones térmicas, aumentando la eficiencia energética de las instalaciones y estableciendo una contribución solar mínima, de agua caliente sanitaria, y una contribución fotovoltaica mínima, de energía eléctrica.

Los materiales aislantes que se utilizan en la actualidad están diseñados en un marco reglamentario cada vez más estricto, para favorecer el rendimiento térmico de las viviendas nuevas y, de esta forma, limitar el uso de la calefacción y del aire acondicionado.

En cuanto a las viviendas antiguas, hay numerosas soluciones para mejorar el aislamiento térmico, de manera que cualquier persona puede encontrar una opción que se ajuste a lo que necesita: los productos aislantes suelen ser muy eficientes, aunque su coste es variable.

Evidentemente, mejorar el aislamiento térmico es una decisión más que acertada, que se traduce en un ahorro sustancial en la factura energética. Sin embargo, también conlleva una inversión, que habrá que tener en cuenta a la hora de decidirse por uno u otro sistema.

Un aislamiento térmico hecho sin tener en cuenta ciertos factores, puede resultar ineficaz y en algunos casos, incluso tener efectos negativos. Por eso, antes de empezar, es conveniente que conozcas algunos datos útiles para poder elegir bien.

Prioridades en las obras de aislamiento térmico

Son muchas las partes de la vivienda las que conviene aislar, para las que existen numerosos productos de aislamiento térmico. Antes de empezar las obras de aislamiento, conviene observar cuáles son las partes del inmueble que debes aislar prioritariamente.

Por regla general, cada parte de la vivienda tiene pérdidas térmicas diferentes: una pérdida de calor del interior al exterior en invierno, y una absorción del calor del exterior en verano.

Pérdida de calor media de una vivienda no aislada

Pérdida de una vivienda

Valor de la pérdida

Ventanas

del 10 al 15 %

Techo

del 25 al 30 %

Paredes

del 20 al 25 %

Renovación de aire

del 20 al 25 %

Suelo

del 7 al 10 %

Puentes térmicos

del 5 al 10 %

En el caso de una vivienda individual no aislada, la prioridad es aislar el tejado. No es cierto que lo primero sea optimizar las ventanas, a menos que el tejado y las paredes de la vivienda ya estén aisladas de forma eficaz.

Por eso, lo recomendable, para cerciorarse, es encargar un estudio de aislamiento a un profesional. Un estudio de aislamiento, que es más completo que el certificado de eficiencia energética obligatorio para alquilar o vender una vivienda, permite comprobar si existen deficiencias en el aislamiento de la vivienda y obtener un diagnóstico.

Conductividad y resistencia térmica de los materiales de aislamiento

Existen numerosos materiales aislantes en diversos formatos: paneles rígidos, semirrígidos, en rollo, a granel, proyectado... Estos materiales poseen dos propiedades térmicas que conviene conocer para poder hacer una elección sensata:

  • Conductividad térmica: el coeficiente lambda (λ), que se expresa en W/m•K (vatios por metro por Kelvin), indica la capacidad de transmitir calor de un medio a otro (interior, exterior); cuanto menor es su valor, más aislante es el material;
  • resistencia térmica (R): se expresa en m²K/W (grosor por Kelvin por vatio); cuanto mayor es el valor, mayor es el aislamiento con el mismo grosor. Eso significa que el aislante es más denso.

Estos dos valores están indicados en el etiquetado y en la ficha técnica de cada producto, al igual que el grosor. La marca «CE» indica que el producto cumple con las normas europeas.

Las normas UNE-EN 23993 y UNE-EN 92181, entre otras, establecen los requisitos que deben cumplir los productos de aislamiento térmico.

Los materiales aislantes pertenecen a cuatro categorías principales según su origen: mineral, vegetal, animal y sintético. A continuación, te contamos cuáles son los más comunes, su formato y sus usos, sus ventajas y sus inconvenientes.

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Materiales aislantes

Lana de roca, lana de vidrio y perlita

Estos son los grandes clásicos del aislamiento de origen mineral. Su rendimiento térmico es bastante bueno (λ = 0,032 y 0,04 W/m.K), se venden en rollos, paneles o a granel. Se utilizan mucho como aislamiento interior, principalmente para aislar cubiertas, desvanes y buhardillas.

Sus ventajas son su bajo coste y su resistencia a la putrefacción. No obstante, con el tiempo encogen y la humedad los convierte en ineficaces, su producción requiere mucha energía, son poco reciclables y su manipulación debe hacerse utilizando equipos de protección individual (mascarilla de protección de las vías respiratorias, guantes, gafas de seguridad), puesto que irritan la piel, los ojos y las vías respiratorias.

Hormigón celular y ladrillos

El hormigón celular, en forma de bloques, es el resultado de un proceso en el que se mezclan agua, arena, cemento, aluminio y aire. En cuanto al ladrillo de mampostería, fabricado a partir de terracota, es grueso y alveolado, a diferencia del ladrillo clásico.

De acuerdo con las recomendaciones de la normativa vigente, estos dos materiales son imprescindibles para construir paredes y tabiques que garanticen un aislamiento térmico eficiente. Son ligeros y su fabricación requiere menos energía que la de los materiales más clásicos.

En cuanto al precio, son muy interesantes: su coste es equivalente e incluso inferior al de las construcciones hechas con materiales más clásicos. El inconveniente del hormigón celular es que es algo frágil y tiene un aislamiento acústico deficiente. Para aplicar estos dos materiales hay que tener cierto nivel de conocimientos técnicos y a menudo, es preferible recurrir a un especialista.

Por otro lado, aunque permiten construir paredes más aislantes que las construidas con materiales tradicionales, en las regiones frías es necesario un aislamiento complementario, lo cual reduce su interés para estas zonas.

Cabe destacar que el hormigón celular también se usa para aislar suelos y para construir revestimientos.

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Revestimientos

Aislantes naturales

Los aislantes naturales, de origen animal o vegetal, tienen numerosas ventajas. En forma de paneles, placas, rollos, losas o incluso a granel, son eficientes como aislamiento térmico.

Entre ellos, se pueden citar la fibra de madera, la guata de celulosa, fibra de cáñamo, corcho, lino, lana de oveja, fibra de algodón o incluso plumón de pato, aunque son mucho más raros.

Además de sus cualidades aislantes, su fabricación requiere poca energía y son reciclables. Se recomienda su uso ampliamente en las normativas actuales, y también para las viviendas ecológicas.

Su inconveniente es el precio relativamente elevado de algunos de ellos, como por ejemplo, la lana de oveja.

Aislamiento sintético

Existen dos tipos principales de aislantes sintéticos: el poliestireno y el poliuretano.

El poliestireno se obtiene a partir de hidrocarburos expandidos con vapor de agua y tiene una estructura de poros abiertos. El poliestireno extruido se somete a la acción de un agente espumante que produce una estructura de poros cerrados. Suelen presentarse en forma de paneles.

El poliuretano es un polímero, es decir, un producto procedente de una reacción química entre componentes de origen orgánico. Es poco comprimible y posee una estructura cerrada. Se presenta en forma de espumas o paneles.

Los aislantes sintéticos son eficientes como aislamiento térmico (λ entre 0,028 y 0,035 W/m.K) y tienen un bajo coste. Sin embargo, presentan numerosos inconvenientes: en caso de incendio, desprenden gases tóxicos, no tienen capacidad de transpirar, no son reciclables, pueden degradarse por la acción de roedores y su producción requiere un alto consumo de energía.

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Poliuretano

Comprobaciones previas a las obras

Antes de iniciar los trabajos de aislamiento, conviene asegurarse de que la ventilación de la vivienda funcione correctamente.

Si realizas obras de aislamiento en una vivienda mal ventilada, puede producirse condensación o puede aparecer humedad, lo cual, evidentemente, hace que el trabajo sea contraproducente.

Asimismo, hay que asegurarse de que las paredes estén en buen estado. Si no es así, es necesario poner remedio a este problema actuando sobre su origen.

En el caso de los tejados, antes de aislarlos hay que inspeccionar cuidadosamente el estado de las vigas y el resto de elementos que forman parte de la estructura, y repararlos o cambiarlos si fuera necesario.

Cómo aislar el tejado y la buhardilla

El aislamiento del tejado es la primera etapa en las obras de aislamiento térmico. En efecto, el potencial de ahorro es especialmente interesante: las pérdidas de calor del tejado representan, por sí solas, casi el 30 % del conjunto de la vivienda.

Existen varias técnicas para aislar tejados y buhardillas.

Aislamiento del tejado desde el exterior

Esta técnica, que se usa muy poco, es interesante para hacer una reparación completa del tejado o para una construcción nueva. Para su ejecución hay que contar con un número importante de elementos para montar, especialmente, contralistones, una lámina antipolvo, espaciadores, láminas de techo, láminas de impermeabilización, aislante a granel y, por supuesto, la cubierta. El inconveniente es que hay que tener un nivel de conocimientos técnicos equivalente al de un techador, y que hay que trabajar en altura, por lo que es necesario contar con la protección de dispositivos anticaídas. La ventaja es que los puentes térmicos son casi inexistentes y que el coste es relativamente más bajo gracias al uso de aislantes a granel.

Aislamiento del tejado desde el interior

Se lleva a cabo con paneles o rollos y es la manera más sencilla de aislar, puesto que puede hacerse todo el año. Para su ejecución hay que hacer una inspección previa de la estructura y si está presente la madera, averiguar si hay insectos xilófagos (algo probable), es decir, que la ataquen, como termitas o carcoma. Si fuera necesario, habrá que tratarla con un producto para madera adecuado y reparar los elementos deteriorados. Para proceder a la instalación, hay que contar con varios elementos: perfiles, placas, conectores, rollos de lana de vidrio u otro material aislante, cinta adhesiva de estanqueidad, paneles de escayola o cartón-yeso para el acabado o de corcho, para un resultado óptimo.

Aislamiento insuflado o proyectado

Para ejecutar el aislamiento insuflado, hay que disponer de una cámara de aire cerrada, debajo de las vigas en el que se inyecta el aislante a granel. El aislamiento proyectado, consiste en esparcir capas sucesivas de poliuretano, sobre una superficie limpia y seca.

Antes de realizar estas obras, como se ha indicado anteriormente, es conveniente inspeccionar el estado de la estructura.

Hay que asegurarse de que el sistema de ventilación de la vivienda está perfectamente operativo y funciona bien. En caso contrario, habrá que repararlo o cambiarlo.

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Poliuretano

Cómo aislar las paredes

El aislamiento de las paredes es la segunda etapa después del tejado. Representa la segunda causa de pérdida de calor y supone casi el 20 % del total del edificio. Se pueden proponer dos maneras de hacerlo:

Aislamiento de la fachada desde el exterior

Aunque globalmente sea ventajoso, no es adecuado para todos los tipos de fachadas. Antes de empezar a ejecutarlo, comprueba su viabilidad con un profesional de la construcción. Por otro lado, estas obras requieren el permiso de los servicios de urbanismo municipales.

Las ventajas del aislamiento por el exterior, SATE, son evidentes: no altera la vida diaria en el interior de la vivienda y no hace que se pierda superficie habitable. La ejecución de este tipo de aislamiento es relativamente sencilla y puede realizarse de diversas formas, como por proyección, instalando un cerramiento o incluso paneles revestidos. En realidad, se trata de una operación doble: de aislamiento y de revoque. El inconveniente es su elevado coste.

Aislamiento de las paredes de la casa desde el interior

Es más económico que el aislamiento exterior y no modifica el aspecto exterior de la vivienda. Su ejecución se realiza según procedimientos diferentes. El más habitual es la instalación de paneles aislantes sujetos en rastreles de metal y revestidos con placas de cartón-yeso. Hay aislantes que incorporan una barrera de vapor, aunque también puede preverse una cámara de aire, si fuera necesario.

Otros procedimientos menos utilizados requieren una obra de albañilería, por proyección o encofrado, utilizando revestimientos aislantes o incluso, fijando un aislante a granel detrás de los paneles de revestimiento.

También cabe señalar que antes de esta obra, es necesario contar con un sistema de ventilación óptimo, y paredes en perfecto estado.

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Barrera de vapor

Cómo aislar el suelo y limitar los puentes térmicos

Y el suelo ¿qué? No parece tan obvio, pero el suelo representa entre un 7 y un 10 % de pérdida de calor. En lo que se refiere a los puentes térmicos, el volumen es equivalente. Sumando los dos, se alcanza casi un 20 % de pérdidas de calor...

Para determinar la necesidad real y la naturaleza del aislamiento que debe realizarse en la solera, conviene conocer cuál es su composición, el tipo de uniones paredes-piso, y la presencia o ausencia de una cámara de aire debajo de la solera.

Existen numerosos tipos de aislamiento de soleras. Estos son algunos de ellos:

  • Aislamiento bajo la solera (o bajo cimentación);
  • aislamiento sobre la solera;
  • suelo aislante de albañilería;
  • suelo sobre estructura de madera.

El estudio de aislamiento debería confirmar si hay que aislar la solera o si, por el contrario, las escasas pérdidas no justifican la inversión. También debería señalar los diversos puentes térmicos de la vivienda y cuáles hay que tratar de forma prioritaria.

Por regla general, los puentes térmicos puntuales, es decir, los puntos de unión de elementos diversos que generan pérdidas en una vivienda, se aíslan fácilmente. Hay numerosos productos para aislar puentes térmicos puntuales, y tienen diversos usos. Estos son algunos de ellos:

  • Espuma aislante;
  • juntas adhesivas;
  • perfiles bajo puertas;
  • masilla para suelos de madera;
  • revestimiento de suelos flotante.

Ayudas públicas para las obras de aislamiento

Existen ayudas estatales en el marco del Programa de fomento de la mejora de eficiencia energética y la sostenibilidad en viviendas, así como ayudas para la rehabilitación energética de edificios, y ayudas en algunas comunidades autónomas, por lo que es conveniente informarse bien.

Antes de empezar las obras, es recomendable solicitar las ayudas a cada uno de los organismos correspondientes. También existen deducciones fiscales que son aplicables siempre que la calificación energética del inmueble mejore tras la ejecución de las obras.

De ese modo, se pueden conocer con antelación cuáles son las opciones de financiación. Para obtener más información, consulta en la consejería o el departamento de vivienda correspondiente de tu Comunidad Autónoma y en el IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía).

Si te lanzas a mejorar la eficiencia energética de tu vivienda quizá puedas beneficiarte de ayudas de la Administración. ¡Infórmate aquí!

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Alberto, investigador y manitas, Barcelona

Tengo una formación de químico y me gusta mucho el bricolaje, actividad en la cual soy autodidacta. Soy un joven papá de 36 años y el bricolaje es para mí como el respirar; hablando en claro, hago un poco de todo. Entre mis trabajos, cabe destacar la instalación de 5 cocinas. Además de eso he renovado completamente un apartamento y he realizado un añadido a una vivienda. Con el fin de ahorrar costes, mi mujer y yo elegimos un acabado cubierto con estructura de madera para el añadido a la vivienda. Desde hace tres años, he llevado a cabo yo solo todos los trabajos de construcción, como el aislamiento, escayola, electricidad, lucidos, pintura, parquet, revestimientos, sanitarios, azulejos... En definitiva, 60 m2 enteramente realizados con mis propias manos. Menos mal que tuve a mi decoradora personal siempre a mano, porque como suele decirse, sobre gustos y colores no hay nada escrito. Y en estas cuestiones, las señoras suelen tener siempre la última palabra. Mi divisa es utilizar siempre buenas herramientas, excelentes productos y un 50% del trabajo terminado. El resto es solo cuestión de paciencia y de precisión. ¡Estoy a vuestra disposición para daros todos los consejos que necesitéis!

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