Ficha escrita por:
Lola - marketera enganchada al bricolaje
15 fichas consejo
Julio siempre ha sido sinónimo de calor, pero cada año tenemos la impresión de que el verano empieza antes y termina más tarde. Y es que el clima sigue cambiando y nuestro estilo de vida contribuye a que lo haga aún más.
En nuestro país, con temperaturas que en muchas provincias superan los 40 grados durante muchos días, refrescar el ambiente no es un lujo, sino una necesidad.
Sin embargo, nos hemos acostumbrado a utilizar el aire acondicionado durante todo el verano aunque no suframos una ola de calor, hasta el punto de bajar tanto la temperatura de las estancias donde nos encontramos, que a veces necesitamos abrigarnos.
El consumo de electricidad en España aumenta dramáticamente con las olas de calor y no es el primer año en que se baten récords históricos de consumo en julio.
Las cifras indican que las emisiones de gases de efecto invernadero de los hogares españoles representan más de un 20% del total de emisiones (dato de 2020). Entre esas emisiones se encuentran aquellas producidas por los equipos de aire acondicionado, junto al suministro de energía eléctrica, gas, vapor y agua. Aunque entre 2008 y 2020 han disminuido casi un 35%, hay que continuar mejorando y a eso también podemos contribuir con unos hábitos más sostenibles respecto al uso de la climatización.
Consulta esta guía sobre la transición energética, si quieres saber más
Como hemos comentado anteriormente, el cambio climático con la elevación progresiva de la temperatura nos impulsa hacia un mejor aprovechamiento de la energía, así como hacia el uso de energías renovables.
Mejorar la eficiencia energética de las viviendas va a ayudarnos tanto a ahorrar energía, como a mejorar el confort de la vivienda, entre otras ventajas. Las principales reformas de las que se puede beneficiar nuestro hogar incluyen, entre otras, las instalaciones de carpintería exterior, la ventilación de la vivienda, o el aislamiento.
Aunque hay muchos otros elementos y hábitos en el hogar que, sumados, ayudarán a conseguir el objetivo de tener una vivienda más eficiente, tanto para tu economía doméstica, como para el conjunto de la sociedad.
Encuentra información y ayuda para mejorar la eficiencia energética de tu hogar
Ya hemos visto que el uso del aire acondicionado está muy extendido en España, por eso, el IDAE (Instituto para el Desarrollo del Ahorro Energético) recomienda algunos gestos que se pueden hacer para usar la climatización de la vivienda de modo más responsable, a los que añadimos algunos más:
Mantenerse fresco sin aire acondicionado puede convertirse en un reto, no obstante, es posible superarlo instalando algunos equipos y tomando algunas medidas que están al alcance de todos.
Un toldo es imprescindible para proteger ventanas y balconeras en las viviendas donde da el sol durante varias horas diarias. El toldo impide el impacto directo del sol en los cristales, que actúan como grandes lupas, concentrando calor que se introduce en las estancias. El sol no sólo las recalienta, sino que también puede decolorar, o incluso quemar aquellas zonas (suelo, tejidos…) que toque directamente.
En comunidades de vecinos, generalmente todos los toldos del edificio deben ser iguales, al menos en lo que al exterior se refiere, algo que hay que tener en cuenta para elegir la lona adecuada.
Una pérgola ayudará a desviar el impacto de los rayos solares en aquellas viviendas que tengan una gran superficie de fachada expuesta al sol, incluso el techo como es el caso de los áticos. Cubrir la zona de terraza, así como el mobiliario es una buena opción. Las pérgolas vienen acompañadas de lonas, más o menos pesadas, que pueden correrse o plegarse fácilmente para poder disfrutar del sol cuando se prefiera. Además, son muy decorativas y te ayudarán a crear un ambiente especial en tu terraza.
Las pérgolas bioclimáticas tienen una cubierta de lamas orientables que pueden regularse para conseguir tanto una óptima ventilación, como la máxima protección solar. Además, suelen incorporar luces LED y algunos otros elementos.
Un edificio bien aislado mantiene el calor fuera de los espacios habitables. El aislamiento de muros, así como de la cubierta del último piso, o de un tejado es particularmente efectivo .
Existen materiales aislantes fabricados con fibras minerales (fibra de vidrio o lana de roca), entre otros, pero hay también otros materiales aislantes naturales, que son particularmente sostenibles. Estos incluyen, por ejemplo:
Un buen aislamiento térmico mantiene su espacio vital fresco en verano y cálido en invierno, por lo que se beneficia de una mayor comodidad de vida y menores costos de energía.
Instalando toldos en las ventanas, evitando la entrada de aire y aislando adecuadamente techos y muros, puede conseguirse hasta un 60% de ahorro de energía.
Las ventanas de nuestras casas están generalmente protegidas con persianas enrollables. Dependiendo del momento en que fueron construidas las viviendas, y la región en que se encuentren, serán más comunes las persianas enrollables de lamas, generalmente de material plástico, o también postigos, más frecuentes en viviendas unifamiliares.
Hoy día estas persianas enrollables, que son de materiales ligeros y con mejores propiedades aislantes como el aluminio, pueden venir acopladas en las propias ventanas. Para conseguir un mayor y mejor aislamiento, las lamas incorporan en su interior un material aislante, como es la espuma de poliuretano.
Las persianas enrollables de fibras, incluso las cortinas de tiras para proteger puertas y ventanas, a la vez que aportan un toque decorativo.
Los ventiladores clásicos con aspas, ya sean de pie o de techo, siguen siendo una solución de climatización económica y que consume poca electricidad. Aunque algunos modelos tienen el inconveniente de ser ruidosos.
Muchos ventiladores de techo incorporan luz, además de presentarse en diferentes formas y acabados, lo que los hace muy decorativos
Los ventiladores sin aspas son una opción más versátil y moderna. Hay aparatos que incorporan funciones de purificador, ventilador e, incluso, humidificador. Son mucho menos ruidosos y también consumen menos energía
Las cortinas, además de proteger de miradas indiscretas del exterior y ser una de las piezas principales de la decoración de cualquier habitación, también tienen propiedades aislantes, tanto térmicas como acústicas. Sólo tienes que probar a hablar en una habitación desnuda para escuchar el eco.
Aunque la decoración manda y se puede mantener la misma todo el año, en invierno suelen utilizarse cortinas de tejidos más pesados y más tupidas, y en verano otras mucho más ligeras, o visillos para aprovechar la entrada de luz natural.
Alternativa a las cortinas son los estores, plegables o enrollables, así como los paneles japoneses y otros tipos de cortinas de lamas verticales u horizontales.
A juego con las cortinas y el resto de la decoración de las habitaciones, la ropa de cama es otro de los elementos que conviene cambiar en la época primaveral y estival. Atrás quedarán los tejidos cálidos, como la franela, para pasar a otros ligeros y naturales como el algodón o el lino. Su ventaja es que son mucho más frescos, aunque para los más exigentes, su inconveniente es que se arrugan mucho y hay que plancharlas.
Ventilar las habitaciones abriendo las ventanas y dejando entrar el aire fresco, aprovechando las horas más frescas de la mañana y por la noche. Tratar de crear corrientes de aire para que éste se renueve mucho más.
En las horas más cálidas, mantener las ventanas cerradas, y protegidas con las persianas y las cortinas.
En viviendas individuales donde sea posible, contar un sistema de ventilación mecánica controlada, VMC sería la solución ideal.
Reunir las plantas de la casa en una sola habitación, preferiblemente con orientación al norte para que reciba menos sol. Aprovechar las horas nocturnas para el riego y crear un oasis de frescor.
Esto puede servirte también cuando salgas de vacaciones para que mantengan el riego más tiempo.
Si tienes espacio en el balcón o dispones de una terraza más grande, las plantas serán las aliadas perfectas para aportar frescor al ambiente. Riégalas por la noche o instala un sistema de riego por goteo que las mantendrá hidratadas y ahorrará agua.
Si la vivienda es muy seca o le da mucho sol, utilizar un humidificador es una buena idea. Pero ten en cuenta que en verano no debes elegir un modelo que calienta el agua y desprende vapor ya que, además de la humedad, estarías añadiendo un calor que deseas evitar.
Los humidificadores ultrasónicos, que combinan varias funciones como la ionización, la purificación del aire, o la difusión de aromas son la opción perfecta.
Los aparatos eléctricos y electrónicos que quedan encendidos en stand by continúan consumiendo energía, además, pueden recalentarse y desprender calor.
Elegir elaboraciones culinarias que requieran usar pocos electrodomésticos y, desde luego, no aquellos que aportan más calor. Los asados y postres horneados, mejor dejarlos para el invierno.
Mejorar la eficiencia energética de las viviendas es cada vez más importante. Si te lanzas a abordar algunas reformas en tu casa quizá puedas beneficiarte de ayudas de la Administración. ¡Infórmate aquí!
Ficha escrita por:
Lola - marketera enganchada al bricolaje, 15 fichas consejo
Hace 30 años caí, como por casualidad, en el sector de la distribución de bricolaje y jardinería y descubrí un mundo apasionante. Durante todo este tiempo he podido aprender y practicarlo (no todo lo que quisiera). Y siempre he tratado de compartir y ayudar a otros a que se enganchen al DIY, tanto como yo lo estoy.