Ficha escrita por:
Francisco, Manitas
Un cuadro eléctrico se compone de una caja de plástico que se fija de obra a la pared y a la acometida de corriente. La acometida es aquella parte de la instalación que une la red de distribución propiedad de la distribuidora de energía con el punto de entrega de la energía en el domicilio del consumidor, para baja (BT) y media tensión (MT)
El número de rieles metálicos (rieles o carriles DIN) es proporcional a las filas de módulos del cuadro. Los rieles DIN se elevan para permitir el paso de los cables de los diferentes circuitos. Los módulos de la instalación se fijan sobre los raíles DIN. Los bornes permiten distribuir la toma de tierra entre los diversos circuitos de la vivienda. En el cuadro también hay bornes para la fase o fases y el neutro.
Una placa perforada cubre la instalación. Normalmente, el número de módulos instalados es inferior al número de espacios disponibles, lo que permite futuras ampliaciones. Para impedir el acceso al interior del cuadro, los espacios no utilizados se bloquean con tapas.
La toma de tierra permite que las diferentes protecciones funcionen correctamente. Es indispensable para descargar sobretensiones de diversos orígenes (rayos, corrientes defectuosas, cortocircuitos, descargas electrostáticas).
El cable de tierra de cada circuito, de color verde-amarillo y derivado a tierra a través de una varilla de tierra, se conecta a una celda específica del borne de la toma de tierra (color verde).
Según su función, los módulos ocupan uno o más espacios y se organizan en filas. Se distinguen diferentes módulos de protección, que actúan en caso de:
Cortocircuitos;
sobrecargas;
fugas de corriente.
Muchos módulos domóticos incluyen funciones de lo más variadas: temporizadores o interruptores horarios programables, interfono, subida y bajada de persianas, etc.
Es frecuente que un cuadro eléctrico tenga varios automáticos modulares colocados sucesivamente y protegidos por un interruptor diferencial situado al inicio de la fila. Los automáticos se alimentan desde los diferenciales mediante dos peines acoplados a los bornes altos. El circuito protegido empieza en la parte inferior de los módulos.
Los peines suelen tener 12 pines o 24 pines que permiten conectar sendos módulos; son recortables. Su uso ahorra tiempo y espacio de forma significativa al cablear un cuadro. Los peines verticales alimentan a todos los diferenciales situados al principio de cada fila.
La distancia entre los pines está normalizada (es estándar). Sin embargo, hay peines con una separación de módulo y medio para automáticos de radiadores eléctricos con interruptor piloto. Para emplazar los disyuntores, interruptores y automáticos en el cuadro eléctrico, se utilizan carriles modulares, Unas regletas metálicas que encajan en los rebajes preparados al efecto en la parte trasera de los automáticos.
Los cuadros suelen clasificarse por número de filas. El criterio principal es el número de módulos que necesitas colocar en el cuadro, más un 20% para usos futuros.
Los cuadros eléctricos domésticos suelen albergar un número estándar de huecos, normalmente en grupos pares, 4, 8, 12, 24... No te quedes con el mínimo y ten en cuenta que, con una fila más, tendrás más flexibilidad para organizar el cuadro y prepararte para cualquier eventualidad. Por último, recuerda que hay cuadros pequeños para necesidades específicas como una instalación separada del cuadro central o para proteger la instalación eléctrica de una caseta de jardín. En el caso de cuadros secundarios, es aún más necesario consultar la normativa para instalarlos.
El Reglamento Electrotécnico para Baja Tensión (REBT) determina el número mínimo de diferenciales que precisa una instalación eléctrica en función de la superficie. Calcula 2 diferenciales como mínimo para una vivienda de 35 m² y 4 diferenciales para una vivienda de 100 m².
El REBT y las guías de técnicas de instalación, también indican el número máximo de puntos de alimentación para los circuitos de iluminación y exige prever circuitos especializados para ciertos dispositivos. Es indispensable elegir el automático modular adecuado y, si es necesario, utilizar controles modulares variados (fusibles y otros controles modulares).
En los cuadros vacíos pueden montarse módulos de telecomunicación.
La única regla que debe respetarse es tener un cuadro de corriente elevada por una parte y otro cuadro para los circuitos de comunicación, como redes informáticas, teléfonos o satélites.
En viviendas de 100 m² o más, el cuadro eléctrico contiene decenas de cables. Para simplificar el cableado, los cuadros disponen de:
Rieles extraíbles, que facilitan la colocación de los cables;
bornes extraíbles, que simplifican el acceso y resultan útiles (la caja, los módulos o el cableado instalado no interfieren);
una caja basculante, que proporciona más espacio para que los cables entren en los módulos;
una caja extraíble, que permite instalar los módulos con mayor comodidad.
Se recomienda elegir equipos eléctricos de calidad. Optar por un cuadro y unos módulos de la misma marca asegura una mejor compatibilidad.
Cuanto mejor sea la calidad del cuadro, mejor ajustado estará: las fijaciones son más resistentes, los bornes tienen mejor calidad y son más fáciles de cablear, etc.
En talleres o casetas se recomienda instalar un cuadro de clase IP65 (Índice de Protección relativo a la impermeabilidad frente al agua y el polvo de los equipos eléctricos).
Algunos distribuidores de dispositivos eléctricos ofrecen puertas que sirven tanto para proteger los módulos, como para ocultarlos. Así el cuadro de luces será un elemento menos antiestético.
Ficha escrita por:
Francisco, Manitas
Desde pequeño me encanta el mundo del bricolaje y la jardinería. Hasta el punto que me compré una casa en el campo y la remodelé con mis propias manos. Mi mujer se encargó de decorarla a su gusto, y cuando tuvimos un hijo, me dediqué a hacer muebles para él. Mi próximo proyecto es hacerme un taller de bricolaje en casa, aunque por el momento tengo problemas de espacio.¡Espero poder ayudaros a elegir las herramientas que os hagan falta!