Ficha escrita por:
Jerónimo, Electricista
Para trabajar de manera eficiente y con total seguridad hay que tener las herramientas más apropiadas. También para trabajar con la amoladora. Estas herramientas están fabricadas de tal forma que permiten adaptarles diferentes tipos de discos para poder realizar toda clase de trabajos.
Debes saber que la amoladora es una verdadera navaja suiza. Puede cortar el metal e incluso el hormigón, lijar diferentes superficies y materiales, y también pulir, desbarbar, cortar, biselar, etc. Lo más importante es usar el disco correcto, el cepillo y la amoladora adecuada, etc. Para ayudarte, vamos a seleccionar los más indicados para cada tipo de trabajo.
Lo primero que has de saber, es que para un trabajo efectivo, el accesorio que utilices debe adaptarse a la amoladora.
Existen diferentes modelos de amoladoras que se caracterizan principalmente por el diámetro máximo del disco que se puede montar en ellas.
Podemos distinguir 4 tipos de diámetros comunes:
115 mm;
125 mm;
180 mm;
230 mm.
Las amoladoras profesionales pueden llegar a discos de hasta 350 mm.
El orificio central del disco, que permite fijarlo a la amoladora, es un aspecto fundamental a considerar. En general su diámetro suele ser de 22,23 mm.
A cada diámetro le corresponde una velocidad máxima de rotación. Por tanto, no se debe montar un disco cuyo diámetro no se adapte perfectamente a la amoladora utilizada, por el riesgo de accidente, (estallido del disco, proyecciones, etc.). Lo mismo ocurre con los accesorios: todos deben ser utilizados respetando las instrucciones de uso. En función del tipo de trabajos, puedes utilizar:
Discos de diamante para cortar materiales duros;
discos de baquelita para uso general;
discos abrasivos para lijar;
discos semi rígidos para lijar superficies no planas;
cepillos para decapar;
platos para utilizar discos de pulido;
soportes para cortes rectos y/o de serie;
coronas para atravesar metales duros.
Este es el tipo de disco que se utiliza para trabajos de albañilería. Su principal ventaja es que permite cortar materiales duros y resistentes como el hormigón, piedra, pizarra, azulejos, etc. A pesar de la multitud de materiales que existen, hay un tipo de disco de diamante para cada trabajo.
Son la gama más básica de esta familia de discos. Al ser polivalentes, permiten cortar más o menos fácilmente todo tipo de materiales de construcción. La desventaja es que se desgastan rápidamente y no van bien para hormigón armado o vibrado.
¡Son el top de los discos de diamante! Ningún material de construcción armado o no, se les resiste. Es el disco ideal para multitud de trabajos porque no es necesario cambiar el disco para trabajar con materiales duros, con ferrallas, etc.
Específicos para el pulido en seco del hormigón, allanar los sobrantes de un encofrado o del hormigón viejo. Son muy resistentes aunque hay que tener cuidado porque no están diseñados para cortar.
Muy similares a los discos para hormigón no armados, aunque se diferencian por un corte que evita el desportillado y permite un corte preciso y rápido de todo tipo de baldosas o azulejos. Si se utilizan para otro tipo de materiales pueden estropearse rápidamente.
Es el disco para corte por excelencia. En función del tipo de trabajo y material, los hay de diferentes tipos:
Permiten el corte de materiales de todo tipo, no metálicos: piedra blanca, tejas, ladrillos, etc. Mucho menos eficaces que los discos de diamante aunque también son más económicos. Se desgastan enseguida y se calientan mucho.
Capaces de realizar cortes limpios y sin problemas en todo tipo de metales de construcción: aceros, tubos, perfiles de aluminio, etc. Son de larga duración y se desgastan lentamente.
Específicos para acero inoxidable por su propia composición.
Menos duros que los discos de cortar, permiten desbarbar, preparar las superficies de todo tipo de aceros y sus aleaciones.
Específicos para pulir, desbarbar o lijar metales, plásticos o piezas de madera. Los discos abrasivos de láminas se usan para los acabados. Elige el tamaño de grano adecuado en función del trabajo a realizar: cuanto más grueso sea, más material eliminará.
Si la cantidad de material que hay que quitar es importante, elige discos de grano cerámico, de alto poder abrasivo. Al contrario, si deseas pulir una superficie frágil, una carrocería por ejemplo, elige un disco de fieltro o de lana.
Destinados a la limpieza y lijado de grandes superficies, su principal ventaja es que no son rígidos y por tanto pueden deformarse bajo la presión que se le de a la amoladora, sin romperse. Están diseñados para superficies no planas.
Como cualquier abrasivo, dependiendo de la superficie y material a trabajar: hormigón, metal, madera, plástico, etc, ¡elige el grano más adecuado!
Y evidentemente, utilizarás los bordes del disco: ¡No intentes lijar con la tuerca central!
Para limpiar o decapar una superficie allí donde el disco no tiene acceso, (rincones, ángulos, etc.), necesitarás colocar un cepillo en la amoladora. Perfecto para quitar óxido o pintura, o para limpiar la escoria de las soldaduras o para cepillar metales (volverlos mate), los cepillos son accesorios muy específicos y a veces caros. Existen diferentes tipos y conviene por tanto utilizarlos correctamente.
Destinados al decapado y a las grandes limpiezas de superficies.
Específicos para limpiar superficies sin provocar corrosión.
Para el decapado y limpieza del acero inoxidable y todo el metal no ferroso.
Limpieza y decapado de materiales duros: piedras, ladrillos, etc.
Los platos, utilizados como soporte para accesorios como los discos de fibra, los discos de pulido de fieltro o los de lana, suelen ser de nylon o caucho para que se puedan deformar ligeramente durante su utilización.
Son convenientes para superficies no planas y el soporte por excelencia para otros accesorios como los discos mencionados anteriormente. Sus cualidades: flexibilidad y adaptabilidad.
Los soportes, diseñados para convertir la herramienta electroportátil en una herramienta estacionaria para cortes precisos y/o en serie, se usan en amoladoras de 125 y 230 mm. La base posee un sistema de fijación a un banco de trabajo, y la base un sistema de tornillo que permite sujetar la pieza a cortar.
Su utilización es particularmente segura y, para los que se les de mal seguir la línea de corte, los soportes son una gran alternativa. Sería como colocar una sierra de mesa, bajas la palanca y cortas.
Menos conocidos por el gran público, los taladros son en realidad brocas de diamante adaptables. Se presentan como las copas o coronas de taladro y se usan para lo mismo. ¡Solo cambia la herramienta de uso!
Para hacer la perforación recta, se necesita una cierta destreza y un buen pulso. El taladro es por tanto, más apropiado para todo tipo de perforación, incluidos los de broca. A veces, es difícil hacer la fuerza necesaria para apoyar la broca contra el material a taladrar debido a la propia configuración de la taladradora.
Si has olvidado la taladradora pero no la broca, has de saber que puedes taladrar con esta amoladora.
Los accidentes con las amoladoras son muy frecuentes. Trabaja seguro utilizando siempre el disco adecuado para la tarea a realizar. ¡En todo caso, protege tus ojos con gafas o pantalla de protección, los pulmones con una mascarilla y las manos con guantes!
¡Cuidado con el retorno! Para los que no conozcan esta palabra utilizada en el argot del bricolaje, significa que la amoladora se puede soltar bruscamente del lugar de trabajo si se realiza el corte desde un ángulo equivocado. Si no sujetas la amoladora con fuerza y destreza, ¡puede ocurrir un accidente!
Para no perder la llave de amoladora, puedes atarla al cable de la amoladora. Si la pierdes, debes saber que tanto las llaves como el tornillo de sujeción para el disco, se venden por separado.
Respecto al calibre del disco, existen anillos reductores que permiten adaptar los discos a diferentes calibres.
¡Mucha precaución y que disfrutes con tu bricolage!
Ficha escrita por:
Jerónimo, Electricista
Me formé como electricista y trabajé en este sector muchos años. Después me dediqué al mundo de la construcción, en elque tuve la oportunidad de coordinar, controlar y organizar varios proyectos de obra. Actualmente llevo 4 años restaurando una casa de campo con mi mujer y mi hija. Llevamos muchas horas invertidas en esa casa, y gracias a mi experiencia profesional y ahora también personal, me encantaría dar una mano a todo aquel que tenga dudas sobre el bricolaje y aconsejarle en algunos asuntos.