Ficha escrita por:
Miguel, Soldador profesional
Para determinar la compra del gas, deberás tener clara su utilización en función del metal que vas a soldar, teniendo también en cuenta el metal de aporte utilizado.
Podemos clasificar los gases en función de su potencia de calentamiento, y en caso de que el gas combustible no sea suficiente para alcanzar la temperatura necesaria, podemos añadirle un compañero que intensifique su potencia: el gas comburente.
Como su nombre indica, la soldadura con llama necesita una llama. Para que ésta surja, hace falta: una energía de activación (algo que prenda la llama), un combustible (lo que se consume; en el caso de la soldadura, el gas) y un comburente (sustancia química que permite la combustión; aquí, el oxígeno). Estos tres elementos conforman el triángulo del fuego. Como te explicará cualquier bombero, si eliminas uno de estos elementos, ya no habrá fuego.
Los gases combustibles generan una llama en presencia de un comburente, gracias a la energía de activación. Pueden ser de distintos tipos.
El butano es un gas licuado de petróleo (GPL). Se almacena en estado líquido a presión (máximo 2 bares) y se utiliza en estado gaseoso vaporizado a 0,28 milibares. La temperatura de vaporización es de alrededor de los 5 °C, lo que hace de él un gas combustible perfectamente utilizable en interiores, aunque no en exteriores. Posee un olor característico que permite detectar su presencia rápidamente.
El propano también es un gas licuado de petróleo (GPL). Se vaporiza a temperaturas negativas (hasta -44 º C), lo que lo hace un combustible idóneo para trabajos al aire libre incluso en invierno. La presión interior es del orden de los 7 bares.
El propileno (C3H6) es un gas de síntesis que se vaporiza a - 47,6 °C. A menudo se combina con el butano y el propano en cartuchos desechables para mejorar la potencia de calentamiento en usos con un solo gas.
El acetileno (C2H2) es un gas de síntesis de la reacción del carburo de calcio con el agua y se almacena en botellas a presión (15 bares) después de disolverse en acetona. Durante su uso, estas botellas no deben estar tumbadas para no quemar la acetona que hay en el fondo. El acetileno es un gas muy inflamable con un poder calorífico excepcional que lo convierte en la opción favorita de los soldadores con llama.
De igual manera que no puede haber combustión sin comburente (un fuego en un recipiente cerrado se ahoga), la aportación de un comburente adicional mejora la combustión y así aumenta la temperatura de la llama.
El oxígeno se utiliza principalmente en calidad de comburente. Se utiliza en los kits de dos gases de butano, propano o acetileno, ya que permite elevar la temperatura de la llama a niveles muy altos para soldadura, soldadura con estaño o soldeo autógeno.
El oxígeno (O2) en botella es el mismo que respiramos todos los días. Se obtiene licuando aire que luego es destilado para separarlo de otros gases como el argón, el neón, etc. Se presenta en cartuchos desechables, en pequeñas botellas retornables o en botellas de acero de 2 m3, 7 m3 o 10 m3 a una presión de 150 bares.
Las botellas de volumen pequeño (aproximadamente 1 m3) pueden ser adquiridas sin contrato; por encima de eso, debe formalizarse uno entre el usuario y el distribuidor.
Importante: nunca hay que engrasar los manómetros o las válvulas de apertura del oxígeno, o de lo contrario se produce un fenómeno poco recomendable: combustiona sin necesidad de aplicarle una llama.
Las ojivas son las cabezas de las botellas, no las confundas con las ojivas nucleares! Presentan distintos colores para distinguirlas: blanco para el oxígeno y rojo para el acetileno.
Se recomienda apoyar las botellas contra una pared o, mejor aún, guardarlas en un carrito a tal efecto.
Una vez conectados los reguladores, ya no te podrás equivocar porque el oxígeno tiene rosca hacia la derecha, mientras que el acetileno gira hacia la izquierda, y lo mismo sucede en las conexiones del soplete.
Las válvulas antirretorno están diseñadas con un sistema antierror para evitar accidentes. En ocasiones traen unos adaptadores rápidos muy prácticos si queremos cambiar de soplete sin cerrar las botellas.
De entrada, un consejo de experto: nunca abras las botellas de gas al máximo. Con un 1/4 de giro basta para liberar la presión. De esa forma, en caso de producirse un fallo podrás cerrarlas con rapidez.
Para la soldadura oxiacetilénica, coloca unos antirretornos cortafuegos, justo en la entrada del soplete, para evitar el retorno de la llama.
Nunca unas las mangueras con adhesivo, en caso de incendiarse una de las dos la otra se inflamaría de inmediato para generar una antorcha difícil de controlar.
Respeta los colores de las mangueras: azul para el oxígeno y rojo para el acetileno.
Respeta las presiones de uso (de 1 bar a 1,2 bares para el O2 y entre 0,2 y 0,5 bares para el C2H2). Una presión excesiva de oxígeno hace que la fusión del metal inestable; una presión excesiva del acetileno produce una soldadura carburada, porosa y quebradiza.
Cuando hayas terminado el trabajo, cierra las válvulas de las botellas y sitúa los manómetros en 0 bares. Es una buena práctica de usuario profesional.
Si la botella de acetileno se incendia, mantén la sangre fría, coloca un trapo mojado sobre la ojiva para no quemarte y cierra la botella con calma.
No dudes en consultar las fichas de datos de seguridad (FDS), disponibles para cada gas y te informan acerca de los riesgos y precauciones que es necesario adoptar cuando se utiliza un determinado producto.
Un conjunto de oxígeno y acetileno cubre todos los modos de soldadura y de soldadura fuerte, ya que posee la mayor potencia de calentamiento.
Para el resto, en función de tu presupuesto y de la naturaleza de tu trabajo, puedes apañarte con el soplete de un gas o con el kit de dos gases. Puedes utilizar distintos sistemas de soldadura con llama, con arco, TIG, MIG MAG, con estaño, por puntos y cortadores por plasma.
Ficha escrita por:
Miguel, Soldador profesional
Soy ingeniero de proyectos para la instalación de calderas. Actualmente estoy retirado, y aprovecho mi tiempo libre para crear esculturas de metal en mi taller: un espacio para dar rienda suelta a mi creativididad. Me encanta la jardinería, la decoración y la pintura. Y me encanta utilizar nuevas herramientas tecnologicas para hacer bricolaje o cualquier cosa que tenga que ver con la casa. Es un placer poder aconsejaros desde mi experiencia adquirida con los años.