Ficha escrita por:
Alberto, investigador y manitas, Barcelona
Cualquier instalación requiere un estudio de costes y rentabilidad y la instalación de un calentador de agua solar individual no es una excepción a la regla, para resumir debes:
Evaluar los recursos solares de tu lugar de residencia;
determinar el volumen necesario de agua caliente;
evaluar la cantidad de colectores solares necesarios;
elegir la tecnología de calentador de agua que mejor se adapte a tu hogar;
calcular y comparar esta instalación con otros sistemas;
Infórmate de posibles beneficios fiscales de los que puedes beneficiarte.
A menudo, los fabricantes ofrecen paquetes con el calentador de agua y los colectores solares asociados por lo que es muy fácil calcular los que se necesitan. La evaluación de la calidad del depósito de almacenamiento, o acumulador, y el sistema es comparable al calentador de agua instantáneo. Sin embargo, aquí se observan pocas diferencias en su calidad, que son similares entre sí.
Muchos calentadores solares tienen un refuerzo eléctrico que puede calentar el agua si no tiene la temperatura suficiente (consumo excesivo, inclemencias del tiempo, etc.). ¡Piensa en ahorrar energía!
Un calentador de agua solar individual es un calentador que produce agua caliente sanitaria a partir de agua fría que se calienta gracias a la energía solar. Como cualquier otro sistema de producción de agua caliente sanitaria (ACS), un calentador de agua solar consta de:
Un depósito acumulador para el almacenamiento del agua caliente;
un calefactor para calentar el agua;
un vaso de expansión en el circuito primario; este vaso sirve para compensar las variaciones de volumen experimentadas por la red de agua de la vivienda. En segunda instancia, el vaso de expansión sirve para conservar la presión cuando el agua del circuito se enfría. Esta pieza es muy importante y no debe ser descuidada ni en términos de calidad ni de mantenimiento, ya que garantiza la duración del acumulador;
los paneles solares térmicos que captarán las calorías de la energía solar;
un sistema de circulación en el circuito primario para los sistemas activos; este sistema es un tipo de bomba, que hace circular el fluido de transferencia de calor desde los paneles hasta el acumulador;
un circuito de fluido de transferencia de calor que transporta las calorías solares hacia el agua fría.
En primer lugar y para elegir correctamente el calentador de agua solar individual conveniente, hay que definir la capacidad del depósito acumulador y la superficie de los colectores solares.
La capacidad del acumulador depende, como es lógico, del número de ocupantes de la vivienda. Para una pareja sin niños, un modelo con acumulador de 150 litros será más que suficiente. El cálculo de la capacidad del depósito se realiza como para un calentador de agua eléctrico, esto es, de 50 a 60 litros de agua por persona.
La superficie de los paneles térmicos depende de dos criterios:
La exposición al sol de la zona en que resides;
el volumen de tu depósito acumulador.
En efecto, hace falta un número muy concreto de calorías para calentar 200 litros de agua a una temperatura precisa a 10 °C; estas calorías son las mismas si vivimos en el Polo Norte o si lo hacemos en África Ecuatorial. Solamente cambia el tiempo necesario para acumular esas calorías, ya que la luz del sol es diferente. Este tiempo se puede reducir si aumenta la superficie de los paneles.
En el ámbito de los calentadores solares de agua, distinguimos dos tecnologías: el calentador solar con termosifón de elementos separados y el calentador solar monobloque.
Se trata del tipo de calentador solar más utilizado en muchos países, tanto en viviendas de nueva construcción como en reformas, y es perfectamente compatible con otras fuentes de calefacción.
Funciona con una circulación forzada del fluido de intercambio térmico, que es dirigido hacia el acumulador gracias a un termostato y un regulador, que ajusta las diferencias de temperatura entre los paneles colectores y el acumulador de agua caliente. Si la sonda del depósito registra una temperatura más alta que la de los paneles solares, se detiene la circulación del fluido de intercambio térmico. El depósito se debe instalar obligatoriamente a mayor altura que los paneles solares y no deben estar separados más metros con respecto al depósito.
Este calentador es diferente, aquí el acumulador y los paneles solares se encuentran en el mismo compartimento. Los paneles o colectores solares se sitúan por debajo del depósito para utilizar la termocirculación.
El fluido caliente se encuentra normalmente por encima del fluido más frío, ya que su densidad es menor. Este tipo de calentador se instala principalmente en regiones con mucha luz solar.
Hay que tener en cuenta que no es posible combinar este calentador con otro sistema de calefacción que se complemente. Sí podemos instalarlo a menor altura que los paneles (en una bodega, por ejemplo) y resulta más eficaz que los calentadores con termosifón. Por estos dos motivos, su precio es más alto.
Un calentador de agua solar individual puede estar equipado con tres tipos de paneles.
Los paneles planos acristalados son los más comunes y los más extendidos, ya que son muy sencillos. Están compuestos por placas y tubos metálicos alojados herméticamente en una caja rígida cubierta por un acristalamiento especial. Su eficacia es buena en zonas cálidas y su precio es asequible. Sin embargo, su rendimiento es limitado, ya que pueden perder calor cuando la temperatura exterior es demasiado baja.
Estos paneles funcionan de igual manera que los paneles planos acristalados, con la diferencia de que no llevan cristal. Básicamente, se usan unas placas idénticas (en el diseño) a las que encontramos en la parte de atrás de nuestros frigoríficos.
Aquí la pérdida de calor es mucho más pronunciada que en el caso de los paneles planos acristalados. Por otra parte, son mucho más ligeros y su precio es menor.
Aquí los tubos son de vidrio y pueden orientarse en función de nuestras necesidades. Gracias al uso del efecto aislante que limita las pérdidas de calor, son más frecuentes en las regiones templadas y frías. Si bien pueden ser hasta un 20% más de caros, proporcionan un mejor rendimiento que se traduce en mayor posibilidad de ahorro.
Primero, es necesario considerar el tamaño y la orientación de nuestro tejado . Efectivamente, no podemos instalar 200 m 2 de paneles si nuestra cubierta solo es de 150 (de cajón). De igual manera, si nuestro tejado está orientado al sur, no se necesitan tantos paneles como si la cubierta está orientada al este.
El segundo paso es considerar la duración anual de la luz solar, la tecnología de los paneles y las sombras ocasionales proyectadas en nuestro tejado. Si vivimos cerca de un edificio alto, puede hacer sombra a nuestra vivienda en ciertos momentos del día, lo que nos hace perder exposición al sol.
Finalmente, el último punto de importancia: el número de ocupantes de la vivienda, que determinará el tamaño del acumulador y por tanto el volumen de agua que calentaremos cada día.
Como referencia, si prevés instalar un depósito de 150 a 200 litros para una pareja, son necesarios de 2 a 3 m2 de colectores solares.
Existen calentadores de agua solares con drenaje automático. El circuito solar se vacía automáticamente cuando las temperaturas del líquido solar son demasiado altas o cuando hay riesgo de heladas. De esta manera se evita que se estanque, y facilita enormemente el mantenimiento del sistema.
La instalación debe realizarla un instalador profesional autorizado, puesto que se trata de materiales muy técnicos, que exigen gran cantidad de conocimientos especializados: instalación sanitaria, electricidad, calorimetría, fluidos de transferencia de calor, etc. Un instalador profesional certifica nuestro sistema de calentador de agua solar.
Pueden existir subvenciones o beneficios fiscales, en condiciones determinadas para la instalación de este tipo de equipos. No dudes en informarte en tu Comunidad Autónoma.
Finalmente, los calentadores de agua solares deben cumplir la norma europea EN 12976, que garantiza la eficacia global y el rendimiento de los sistemas comercializados.
Ficha escrita por:
Alberto, investigador y manitas, Barcelona
Tengo una formación de químico y me gusta mucho el bricolaje, actividad en la cual soy autodidacta. Soy un joven papá de 36 años y el bricolaje es para mí como el respirar; hablando en claro, hago un poco de todo. Entre mis trabajos, cabe destacar la instalación de 5 cocinas. Además de eso he renovado completamente un apartamento y he realizado un añadido a una vivienda. Con el fin de ahorrar costes, mi mujer y yo elegimos un acabado cubierto con estructura de madera para el añadido a la vivienda. Desde hace tres años, he llevado a cabo yo solo todos los trabajos de construcción, como el aislamiento, escayola, electricidad, lucidos, pintura, parquet, revestimientos, sanitarios, azulejos... En definitiva, 60 m2 enteramente realizados con mis propias manos. Menos mal que tuve a mi decoradora personal siempre a mano, porque como suele decirse, sobre gustos y colores no hay nada escrito. Y en estas cuestiones, las señoras suelen tener siempre la última palabra. Mi divisa es utilizar siempre buenas herramientas, excelentes productos y un 50% del trabajo terminado. El resto es solo cuestión de paciencia y de precisión. ¡Estoy a vuestra disposición para daros todos los consejos que necesitéis!