Ficha escrita por:
Denis, Autodidacta
En el mundo de la albañilería es indispensable verificar constantemente los trabajos realizados, con respecto a los planes previstos. Esto significa, por supuesto, medir las longitudes pero también las alineaciones o los ángulos rectos, y asegurarse de que las superficies son totalmente verticales u horizontales.
Parra esto, dispones de varias herramientas:
Existen distintos tipos de flexómetros: plegables, extensibles, electrónicos, etc. Un flexómetro desplegable de 3m es suficiente en la gran mayoría de los casos. La robustez de su carcasa y la rigidez de su cinta garantizan la calidad. Para mediciones más grandes, es preferible un decámetro.
La regla de albañil permite alinear elementos, verificar la rectitud de los materiales o nivelar el hormigón de una losa. Si es de aluminio, suele tener un grosor de 2 cm por 10 cm de anchura, y entre 1 y 5 metros de longitud.
La escuadra de albañil es una herramienta de metal que puede alcanzar 1 m de largo. Como buena escuadra, indica un ángulo de 90º.
El nivel de burbuja y/o la plomada son herramientas que indican la verticalidad y/o la horizontalidad del soporte en el que se colocan. En albañilería, contar con un nivel de burbuja de al menos 1 m de longitud resulta muy práctico; puede reemplazar la clásica plomada formada por una masa (peso) sostenida por un cordel.
Tomar una medida está bien y marcarla está aún mejor. Para seguir el escuadrado o la línea de nivel, hay que utilizar elementos trazadores.
El tiralíneas o azulete permite visualizar un línea recta o un alineamiento. Consiste en un cordel tendido entre dos puntos. Lo utilizamos, por ejemplo, para alinear los bloques de un muro, los soportes de un valla o los bordes de un sendero. El cordel puede servir asimismo para trazar una línea de color en un muro utilizando talco o polvo de colores aplicado al pellizcar el cordel. Este polvo se almacena en una caja en la que "baña" el cordel, que se enrolla mediante una manivela.
El polvo para marcar es útil para impregnar los tiralíneas usados para marcar una línea de color en una estructura, tanto vertical como horizontal. Puede ser azul o rojo, y debe ser almacenado en un lugar seco.
Los sprays trazadores son útiles para marcar los cimientos y tienen una buena resistencia a la intemperie. Los colores son llamativos, a menudo fluorescentes.
En el caso de los lápices, tizas y lápices, el tamaño de la punta varía la precisión de la medición.. Como es lógico, la mina de un lapicero es más fina que una tiza.
La paleta puede presentar diferentes formas (redonda, cuadrada, rectangulares, trapezoidal) y diferentes tamaños. Sirve para todo, para llevar mortero, enlucido o yeso, para proyectar, para extender o para alisar. También permite tapar agujeros o realizar pequeños amasados. Los mangos pueden estar hechos de dos materiales o de madera, gozando los primeros de una mejor ergonomía.
La talocha consta de una superficie plana, generalmente de plástico o de madera, equipada con una empuñadura. Permite llevar mortero o enlucido a una buena altura para proyectarlo o para extenderlo (se habla de talochar) con movimientos amplios de la mano.
El sargento sirve, por ejemplo, para sujetar el encofrado o las reglas guía mientras el hormigón, el mortero o el yeso se secan. El sargento de albañil se aprieta y se suelta con un martillo o con una maceta, y está hecho completamente de metal.
La clavija es una especie de clavo de gran tamaño que se introduce en el muro y sobre la que se desliza una placa que bloquea un encofrado, una regla, un soporte, etc. Sustituye al sargento cuando éste no puede ser utilizado.
La gaveta es un recipiente, generalmente de plástico, en cuyo interior se preparan las mezclas con base de polvo. Puede tener diferentes tamaños según la cantidad de producto que se desee producir. Puede ser de plástico (rompible) o de goma (irrompible e indeformable).
El esportón o espuerta, como la gaveta, puede ser de plástico (rompible) o de goma (irrompible e indeformable).
La carretilla es indispensable para transportar materiales (arena, gravilla, bloques, etc.), herramientas o diferentes áridos (hormigón, mortero, yeso, etc.). La carretilla también puede servir para retirar escombros o tierra. Su volumen varía entre los 90 y los 100 litros y puede transportar alrededor de 200 kg de peso. El tipo de cuba es un factor determinante (se recomienda optar por una de acero galvanizado para que el producto sea duradero).
La hormigonera puede ser eléctrica o térmica. Permite mezclar los áridos. Tu cuba puede tener diferentes volúmenes y contar con un número variable de palas.
La criba o tamiz de albañil tiene forma redonda y está compuesto por una estructura de madera y una rejilla de diferentes tamaños de malla. Su función es filtrar los materiales útiles cuando se usan áridos.
Denominada también tirolesa, la máquina para enlucir sirve para proyectar yeso en una fachada. Tiene un cuerpo de metal y posee una manivela que al ser accionada proyecta el revestimiento.
Demoler o excavar la mampostería exige el uso de unas herramientas específicas.
El escoplo o cincel de albañil permite practicar agujeros y ranuras, cortar ladrillos o tallar piedra. Las terminaciones de estas herramientas tienen numerosas formas. El extremo para golpear a menudo está recubierto con una protección de goma que protege la mano que sostiene el cincel.
El martillo de albañil posee una cabeza con punta en palanca para arrancar puntas. Su mango puede ser de madera, de fibra o de metal.
La maceta es una maza pequeña de entre 1 y 2 kg que se maneja como un martillo.
La barra de perforación mide hasta 180 cm con extremos en punta o de cabeza plana, es útil para demoler, hacer palanca, etc.
La versión electrónica del cincel es el taladro percutor y eventualmente el martillo neumático para las demoliciones grandes.
Por descontado, necesitarás otras herramientas como pala y la hormigonera.
Por supuesto todas tus herramientas deben recibir una buena limpieza con agua después de cada uso, para conservar toda su eficacia.
Ficha escrita por:
Denis, Autodidacta
Empecé con el mundo del bricolaje hace unos 10 años, cuando decidí comprarme una casa y tuve que reformarla. Después de cambiar el techo, rehacer los baños, la cocina, las habitaciones...construí un edificio anexo con un calentador de agua que funciona con luz solar. Después de todo, creo que me he convertido en un buen experto en bricolaje. Estuve tanto tiempo buscando información tanto en internet como en revistas de bricolaje, que ahora me parece justo compartir todo lo aprendido con aquellos que están en mi misma situación hace unos años.