Ficha escrita por:
Sebastián, Manitas autodidacta
El calzado de seguridades uno de los equipos de protección individual (EPI) por excelencia. Está sujeto a una reglamentación específica y debe cumplir unas normas que garantizan su calidad.
Les lesiones en los pies representan aproximadamente el 15% de los accidentes laborales: penetración de cuerpos extraños en la planta (como clavos en una obra), desgarro o aplastamiento , pero también resbalones, movimientos en falso, etc.
El calzado de seguridad es necesario para prevenir las situaciones de riesgo y para garantizar la protección del pie del trabajador. Zapatos y botas de seguridad deben elegirse con arreglo a las funciones que desempeña el usuario.
Este calzado está recomendado y regido por los convenios colectivos y/o, en su defecto, por la legislación laboral. Su utilización es obligatoria cuando así se especifique y el hecho de que un empleador no proporcione este material es sancionable en el transcurso de una inspección laboral.
En función de tus necesidades, el calzado de seguridad te garantizará la protección contra aplastamientos, perforaciones y otros tipos de riesgos: químicos, térmicos, biológicos y mecánicos.
La ergonomía del calzado de seguridad depende, asimismo, de las situaciones de riesgo en el medio laboral:
Zapatos de seguridad bajos o altos;
mocasines;
zuecos;
botas;
cubrecalzado.
Disponible en diferentes modelos, el calzado de seguridad presenta elementos de protección específicos relativos a la función del trabajador: albañil, carpintero, ebanista, serrador, soldador, electricista, conductor de maquinaria, leñador; y también cocinero, operario de fábrica y de laboratorio, etc. Dependiendo de su profesión, el trabajador puede verse obligado a utilizar zuecos de seguridad, botas de seguridad, zapatos de seguridad e incluso cubrecalzado. El tipo de calzado está determinado por los convenios colectivos que rigen la actividad de un gremio concreto. Además de seguir las recomendaciones de la legislación laboral, es necesario adaptar el calzado de seguridad a las funciones que un trabajador lleva a cabo. Resulta lógico que un carpintero lleve calzado de seguridad con suelas antiperforación y que un empleado de gasolinera luzca zapatos de seguridad con suelas antideslizantes; sobre todo hay que aplicar el sentido común. El trabajador debe tener en cuenta:
Las condiciones meteorológicas en las que trabaja (entorno húmedo, frío, cálido, etc.);
su movilidad (utilizando un calzado de seguridad ligero si camina durante toda la jornada);
la comodidad de su calzado de seguridad, gracias principalmente a un elemento acolchado en la zona del talón, y en ocasiones también en la parte superior de los tobillos o en la lengüeta;
la capacidad de transpiración del calzado de seguridad, que dependerá de los materiales con los que este está fabricado.
Las normas garantizan que el producto cumpla con los requisitos y exigencias a las que hacen referencia. Para elegir adecuadamente tu calzado de seguridad, es necesario que te preguntes sobre los requisitos de tu puesto de trabajo y de tu ocupación, que sigas las recomendaciones de la normativa laboral y que armonices tus necesidades con los preceptos de seguridad. El calzado de seguridad se rige por la norma EN 20345 que divide el calzado de seguridad en dos clases (según el material en que estén fabricados) y un total de seis códigos:
SB: para todos los materiales. Abarca los requisitos básicos del calzado de seguridad que serían fundamentales; está equipado con conteras de protección resistentes a impactos con una energía de hasta 200 julios (lo que equivale a la caída de un objeto de 2 kg desde 1 metro de altura) y un aplastamiento de 15 kN.
Clase 1: para calzado de seguridad realizado con cualquier tipo de material excepto polímeros naturales y sintéticos. Incluye tres códigos.
S1: responde a las exigencias fundamentales. del calzado SB, la parte posterior está cerrada y tiene propiedades antiestática y de absorción de energía del talón;
S2: retoma las exigencias del calzado de clase S1 y añade además impermeabilidad al agua.
S3: recoge los requisitos fundamentales del calzado S2 y cuenta también con suelas antiperforación y de tacos.
Clase 2: para calzado de seguridad fabricado con polímeros naturales o sintéticos.
S4: cumple con los requisitos fundamentales del calzado SB y con propiedades antiestáticas y de absorción de energía en el talón;
S5: con las mismas propiedades que S4 y además suela antiperporación y de tacos.
Aparte, el calzado de seguridad puede incluir elementos de protección complementarios representados por una letra ajustada a una norma.
Características | Letra(s) correspondiente(s) |
Antiestático (disipa las cargas electrostáticas) | A |
Conductor | I |
Eléctricamente aislante | C |
Aislamiento contra el frío | CI |
Aislamiento contra el calor | HI |
Resistencia a cortes | CR |
Absorción de energía en el talón | E |
Resistentes a los hidrocarburos | FO |
Resistentes al calor por contacto | HRO |
Suelas antiperforación | P |
Suelas antideslizantes | SRC |
Suelas antideslizantes en suelos embaldosados | SRA |
Suelas antideslizantes en suelos de acero | SRB |
Resistencia al agua | WR |
Penetración y absorción de agua | WRU |
El calzado de protección, contrariamente a lo que sucede con el calzado de seguridad, no incluye punteras de protección; excepto el calzado de protección englobado por la norma EN 346 (punteras de protección hasta 100 julios, es decir, un supuesto de caída de un objeto de 1 kg desde 1 metro de altura).
En relación con cualquier otro aspecto, las características del calzado de protección las dicta la norma EN 347.
Calzado de protección | |||||
EN 347 | EN 347 O1 | EN 347 O2 | EN 347 O3 | EN 347 O4 | EN 347 O5 |
Inocuidad, comodidad, solidez, uso profesional | Cerrado atrás, antiestático, absorción de energía en talón suelas resistentes a hidrocarburos | Requisitos de EN 347 O1, resistencia a la penetración de agua | Requisitos de EN 347 O2, suelas resistentes a la perforación y con tacos | Botas de protección: cerradas atrás, antiestáticas, absorción de energía en talón, suelas resistentes a los hidrocarburos | Requisitos de EN 347 O4, suelas resistentes a la perforación y con tacos |
Elegir correctamente tu calzado de seguridad consiste en formularte las preguntas oportunas tanto acerca de su utilización como de los requisitos impuestos por la legislación laboral, sobre su nivel de comodidad y al respecto de las normas que certifican estos criterios y estipulaciones.
EPI | Norma | Requisitos | Otros criterios |
Calzado de seguridad | EN 345 S1 | A, E, FO + resistencia impactos de 200 julios | Comodidad Acolchado Transpiración Cordones Material Forma de la suela Caña baja o alta Longitud Ergonomía Color Garantía Refuerzo |
EN 345 S2 | A, E, FO, WRU + resistencia impactos de 200 julios | ||
EN 345 S3 | A, E, FO, WRU, P | ||
EN 345 S4 | A, E, FO, WRU si es calzado con polímeros + resistencia impactos de 200 julios | ||
EN 345 S5 | A, E, FO, WRU, P si es calzado con polímeros + resistencia impactos de 200 julios | ||
Calzado de protección | EN 347 O1 | A, E, FO | |
EN 347 O2 | A, E, FO, WRU | ||
EN 347 O3 | A,E,FO, WRU, P | ||
EN 347 O4 | EN 347 O1 para botas | ||
EN 347 O5 | EN 347 O2 para botas |
Además de analizar tus necesidades y los peligros y riesgos vinculados al entorno laboral, debes elegir un calzado de seguridad confortable.
Los dos principales criterios de elección han de ser comodidad y seguridad.
Elegir tu calzado de acuerdo con ellos es primordial. Aparte, elegir modelos con suelas acolchadas, anatómicamente ajustados y que se adapten a la morfología del pie conlleva un confort nada desdeñable.
También es altamente recomendable optar por suelas transpirables y antihongos.
Los modelos de calzado de seguridad para mujer son más ligeros, menos anchos y adaptados a la anatomía del pie femenino.
La protección de tus pies también depende de utilizar un calzado ventilado, con un tratamiento antibacterias y con una ergonomía adaptada a la morfología de tu pie.
A esta pregunta (más relacionada con el uso que con la elección del calzado propiamente dicha) respondemos con algunos consejos útiles para suavizar y ahormar tu calzado de seguridad (normalmente de cuero):
Rellenar el calzado de seguridad con bolas de papel de periódico, compactarlo hasta ensanchar el zapato o bota y dejarlo así durante varias horas;
introducir una horma de zapatero de madera y aumentar el tamaño progresivamente;
aplicar vaselina en el empeine y "romper" el calzado masajeándolo;
introducir bolsitas de plástico (por ejemplo, las que sirven para congelar alimentos) llenas de agua en sus 3/4 partes y dejar el calzado en el congelador. El agua helada aumentará de volumen y aflojará el cuero.
Cuando utilices tu calzado de seguridad por primera vez, póntelo con calcetines gruesos para proteger los pies de cualquier rozadura.
Ficha escrita por:
Sebastián, Manitas autodidacta
Mi lema es: aprender es mejor que pedir. Y...¿cuál es la recompensa final? Pues, una cerveza bien fresquita. La curiosidad por las cosas me ha hecho pasar muchas horas haciendo bricolaje, arreglando cosas por casa, construyendo muebles...espero poder ayudaros después de todo lo aprendido.