Ficha escrita por:
Denis, Autodidacta
17 fichas consejo
Utilizados en albañilería, en carpintería y de manera general en el ámbito del bricolaje, los sargentos permiten sujetar una pieza a un banco de trabajo o mantener unidas dos piezas durante una operación de corte, perforación, soldadura o secado. Se definen principalmente por su abertura (capacidad de sujeción, desde algunos centímetros hasta varios metros), por su profundidad (los salientes pueden alcanzar hasta 20 centímetros) y por su poder de sujeción (hasta 1.200 kg).
La sujeción puede efectuarse de diferentes maneras:
Sea cual sea tu trabajo, encontrarás un sargento adaptado a él.
Es el más sencillo. Consiste en una mordaza fija en “U”, con el que un sistema de rosca sujeta y presiona las piezas. Existe en distintos tamaños.
El 40% de los sargentos utilizados pertenece a este tipo. Es el más robusto y el más potente. El roscado que permite apretarlo está totalmente protegido de los golpes, las salpicaduras de soldadura o la suciedad. La presencia de una pequeña barra metálica perpendicular al eje del tornillo permite pares de apriete elevados, lo que explica su potencia de 800 a 1.200 kg. Es perfecto para efectuar un encolado o para fijar piezas.
Es un poco más sencillo y menos potente que un tornillo de apriete. Una parte del roscado queda a la vista. No obstante, ¡te dará un gran servicio!
Tan indispensable para el albañil como la carretilla. El ajuste se efectúa por presión del elemento deslizante que se desplaza a lo largo de un riel de acero.
Se manipula con una sola mano y por eso a veces se le llama sargento monomanual. El desplazamiento del elemento deslizante se produce mediante una especie de pinza. Es más utilizado para hacer tope que para apretar debido a su potencia limitada (un centenar de kilos).
Se parece más a unos alicates que a un sargento. Los extremos aprietan por acción de un muelle. Muy práctico pero poco potente.
Recomendamos comprar tus sargentos por pares para equilibrar las fuerzas de apriete de tus montajes.
Piensa que, debido a la presión que ejercen, dejan marcas con facilidad en las piezas de madera… procura protegerlas antes de apretar.
Y no dudes en adquirir alguno de más. Ya verás como nunca te sobran.
Ficha escrita por:
Denis, Autodidacta, 17 fichas consejo
Empecé con el mundo del bricolaje hace unos 10 años, cuando decidí comprarme una casa y tuve que reformarla. Después de cambiar el techo, rehacer los baños, la cocina, las habitaciones...construí un edificio anexo con un calentador de agua que funciona con luz solar. Después de todo, creo que me he convertido en un buen experto en bricolaje. Estuve tanto tiempo buscando información tanto en internet como en revistas de bricolaje, que ahora me parece justo compartir todo lo aprendido con aquellos que están en mi misma situación hace unos años.