Ficha escrita por:
Ester, hortelana autodidacta
131 fichas consejo
Regar correctamente el césped es vital para su mantenimiento durante los meses más cálidos de año. Pero un buen riego no se limita únicamente a ir incrementando la duración del mismo según se elevan las temperaturas.
Es recomendable dejar el césped un poco más alto durante el verano. Es algo que podemos ir incrementando de forma gradual, permitiendo así que fome raíces en profundidad. Un césped con un buen sistema radicular aprovecha el agua del riego eficientemente. Y reduce considerablemente el consumo de agua.
Las plantas tienen la extraordinaria capacidad de adaptarse a las adversidades y el césped no es una excepción. Por este motivo debemos favorecer el crecimiento radicular y su resistencia a la sequía:
No debemos olvidar que un césped bien establecido, impide en gran medida la aparición de malas hierbas.
Durante el verano, el césped se pisa más a menudo, lo que acaba compactando el suelo. Esto afecta a su porosidad y a su capacidad de absorción del agua de riego.Por ello, es recomendable airear el césped con regularidad durante el verano, ya sea con un rodillo aireador o con los patines de aireado que se sujetan al calzado.
El fieltro también impide que el agua penetre en el suelo. Por ello es tan importante escarificar el césped en primavera o como máximo, a principios del verano.
La frecuencia con la que debemos pasar el cortacésped la define la rapidez de crecimiento de la variedad que hemos sembrado. Lo habitual durante el verano es que sea una vez a la semana.
Se recomienda no cortar más de un tercio de la altura del césped. Pero si por algún motivo ha crecido más, realizaremos dos siegas dejando pasar unos días entre ellas: la primera para rebajar algo su altura, y la siguiente para conseguir la altura deseada. De no hacerlo así, las plantas podrían estresarse.
La siega siempre debe realizarse cuando el césped esté seco. Un corte con humedad y altas temperaturas puede favorecer la aparición de hongos en nuestro pasto.
Mantén en buen estado las cuchillas del cortacésped. Los desgarros provocan una mayor pérdida de agua al quedar expuesta una mayor superficie de corte al aire. Además, un césped cortado con una cuchilla desafilada toma una tonalidad amarillenta.
Si sospechas que tu césped puede estar enfermo o han aparecido hongos en algunas zonas, es conveniente desinfectar las herramientas de corte. Basta con pulverizar alcohol sobre ellas o limpiarlas con un trapo impregnado.
Los abonos para el césped se presentan en gránulos que facilitan su aplicación. Normalmente se aplican en primavera y en otoño, evitando así los meses de más calor: julio y agosto.
Pero si olvidaste abonar en primavera, no lo dejes pasar más. En verano el césped está en continuo crecimiento, y necesita los nutrientes del abono para lucir verde y sano.
Aplica un abono orgánico o uno de larga duración. Recuerda regar generosamente después de su aplicación para que empiece a disolverse y favorecer su penetración en la tierra. Tu césped lo agradecerá.
Durante el verano pueden aparecer algunos problemas en el césped. Si aprecias manchas, decoloraciones o rodales es probable que el césped tenga hongos.
Si aprecias zonas en las que el césped se vuelve amarillento sin seguir ningún tipo de patrón, puede haber una plaga de gusanos o larvas. A los pájaros les encantan, por lo que un primer aviso suele ser verlos picoteando el suelo.
Elimina las malas hierbas que puedan aparecer con un herbicida específico o uno térmico. No permitas que crezcan para evitar que den semilla.
Ficha escrita por:
Ester, hortelana autodidacta, 131 fichas consejo
Autora de PicaronaBlog. Hortelana autodidacta, imparto talleres de huerto urbano, colaboro en medios especializados y en 2014 publiqué mi primer manual de iniciación: "Hortelanos de ciudad".