Ficha escrita por:
Tess, Asesora de decoración y pintura
El grifo es un accesorio esencial en un cuarto de baño, por lo que es importante hacer la elección correcta para un uso sencillo y eficaz. Cromados, de diversos colores, clásicos o con formas más originales, los grifos se presentan en muchos acabados y pueden ser un auténtico objeto decorativo, coordinado con el estilo de tu baño.
Puedes elegir tu grifo:
Según el tipo de control para agua fría, caliente o tibia: mezclador, mezclador mecánico, mezclador termostático, válvula de infrarrojos, válvula extraíble, válvula de empuje;
por la altura y el tipo de caño: caño alto para un lavabo de encimera, caño bajo para un lavabo empotrado, caño abatible, caño recto, caño en cascada o caño giratorio;
según las fijaciones: soporte de dos varillas, soporte de una varilla, tuerca de fijación, fijación mural o fijaciones de fácil acceso.
Te vamos a mostrar los principales tipos de grifos y mezcladores que puedes encontrar en el mercado y que podrías considerar al elegir un grifo para tu lavabo. Hay varios factores que debes tener en cuenta al elegir un grifo, como el tamaño, el estilo, la funcionalidad y la compatibilidad de instalación con tu lavabo, ya que cada tipo de grifo tiene sus propias ventajas y desventajas.
Al considerar las características y diferencias entre los diferentes tipos de grifos y mezcladores, podrás tomar una decisión adecuada sobre cuál es el mejor para tus necesidades y preferencias.
Los fabricantes ofrecen una clasificación de grifos por tallas (XS, S, M, L, X, XXL) en función de los tamaños y dimensiones de lavabo, tanto de ancho como de profundidad. Conocer estas medidas te ayudará a elegir el tamaño de grifo adecuado.
XS: tamaño recomendado para lavabos con un ancho de entre 45 y 60 cm. para aseos pequeños muy reducidos con lavabo;
S: lavabos con un ancho de entre 60 y 80 cm;
M: recomendados para lavabos con un ancho de entre 80 y 120 cm;
L: para lavabos con un ancho superior a 120 cm;
XL: es el tamaño más grande, resulta ideal para lavabos profundos de sobre poner. Estos grifos son de caño alto y te permiten lavarte el pelo en el lavabo.
Este es el modelo más antiguo de grifo. Requiere el uso de ambas manos para su manejo. Equipado con dos manillas de control, no está recomendado para personas con movilidad reducida.
Es importante poder girar los mandos con un mínimo de fuerza para ajustar el caudal y la temperatura del agua. Girando los mandos se activa el suministro de agua, una manilla para el agua caliente y otra para el agua fría. Por lo tanto, con este tipo de grifo es difícil encontrar la temperatura ideal, por lo que en cada uso, hay que jugar con las palancas para conseguirla.
Cómodos y económicos, los grifos monomando son los más habituales en los cuartos de baño actuales. Existen dos tipos de válvulas mezcladoras: mecánicas y termostáticas.
El mezclador mecánico: accionado mediante una palanca que se presenta de diferentes formas según el modelo, es muy sencillo de utilizar. De izquierda a derecha para ajustar la temperatura, de arriba a abajo para ajustar el caudal de agua. Por lo tanto, puedes utilizarlo con una sola mano, lo que resulta ideal para las personas con movilidad reducida. Algunos modelos son más económicos que otros gracias a un sistema de muescas que permite bloquear la palanca a la altura adecuada para que el grifo no se abra del todo en cada uso;
el mezclador termostático: muy práctico, tiene un mando de control para la temperatura (que puedes dejar encendido para recordar la temperatura ideal) y un mando para el caudal de agua. Además, cuenta con una función de seguridad: el mando de control de la temperatura se bloquea a 38°C para evitar cualquier riesgo de quemadura, sobre todo para los más pequeños. Esta función puede desbloquearse pulsando un pequeño botón del mando. Entonces puede superar los 38°C.
El grifo de infrarrojos (también llamado grifo con sensor) es moderno y muy útil. Este grifo tiene un sensor en el cuerpo del grifo. Este sensor elimina la necesidad de accionar el grifo, ya que se activa en cuanto se pasa la mano por delante.
Se utiliza mucho en lavabos de lugares de uso público, como restaurantes o las áreas de servicio de las autopistas, ya que no se toca ni se manipula y es menos probable que se rompa o se dañe. El único inconveniente es que el sistema de detección funciona con pilas, que deben cambiarse regularmente.
Un clásico entre los lavabos, el grifo con tirador para el tapón está equipado con un pequeño sistema en la parte posterior del cuerpo del grifo para controlar la apertura y el cierre del tapón del desagüe del lavabo. Este mecanismo conecta la lengüeta detrás del grifo y el tapón debajo del lavabo. Muy fácil de colocar, sólo hay que tirar para accionar el tapón y empujar para volver a abrirlo. Este sistema existe principalmente para los grifos de caño bajo.
Muy útil para un lavado de manos en el que el agua no necesita correr durante mucho tiempo. Se acciona pulsando su único mando y sólo permite suministrar agua fría o templada. Muy práctico en lugares públicos, permite un vaciado corto para que no te olvides de cerrar el grifo y te lleves sorpresas en la factura.
Muy práctico para un lavado de manos. Dispone de una posición normal y la función ducha. Idéal si necesitas flexibilidad, espacio y comodidad, para lavar cómodamente el cabello u otros usos,
La altura del caño de tu grifo lo puedes elegir, en función del lavabo que tengas o vayas a instalar.
Un grifo bajo no puede llegar al interior de un lavabo alto de sobre poner;
y un caño alto es inadecuado para un lavabo plano debido a la posibilidad muy frecuente de salpicaduras.
Por lo tanto, es importante elegir la altura y la longitud del caño en función de la altura y la anchura de tu lavabo. El chorro de agua debe incidir en el centro del lavabo.
Puedes elegir entre:
Un caño de inmersión, un caño clásico;
un caño recto de diseño moderno;
un caño en cascada menos práctico pero muy estético.
Los cinco tipos principales de fijaciones disponibles son:
La fijación de dos varillas: la más común es una instalación por debajo del lavabo. Se trata de fijar una placa en la que se coloca una junta para favorecer la estanqueidad. Esta placa tiene dos agujeros para atornillar dos varillas roscadas, rematadas con tuercas de sujeción. Recuerde utilizar unos alicates adecuados para apretar las tuercas.
Fijación con una sola varilla: es el mismo proceso pero con una sola varilla roscada.
La tuerca de fijación: algunos modelos están equipados con una sola tuerca de fijación de plástico de gran tamaño. Muy sencillo y más práctico para su instalación.
Montaje en pared: existen grifos murales que no requieren perforar el lavabo o el mueble. Sin embargo, sí requieren una toma de agua en la pared.
Instalación fácil: esta es la solución moderna que todo el mundo puede manejar. Ya no hay que agacharse bajo los muebles e intentar sujetar todo a la vez. Este tipo de fijación se realiza desde la parte superior del grifo. Basta con retirar el cabezal para acceder al dispositivo.
El aireador (a veces llamado espumador) para un grifo de lavabo es un dispositivo que se coloca en la salida del agua del grifo para crear un flujo de agua con aire mezclado, lo que proporciona un chorro de agua suave y burbujeante. Este accesorio tiene varios beneficios, el más importante es la reducción del consumo de agua, evita las salpicaduras y mejora de la calidad del agua al reducir la cantidad de sedimentos y partículas en el flujo.
Además, los aireadores de grifos de lavabo son fáciles de instalar, mantener o cambiar si se tupen, y están disponibles en diferentes tamaños y diseños, para adaptarlos a cualquier tipo de grifo de lavabo. Un aireador de grifo de lavabo es una opción económica y eficiente para mejorar la funcionalidad y el rendimiento de tu grifo de lavabo.
Los productos limpiadores están diseñados para dar brillo a los grifos cromados y para eliminar las incrustaciones de suciedad o cal. Evita usar productos abrasivos o estropajos que puedan rayar la grifería. Emplear un antical periódicamente para el aireador y el exterior del grifo, evita la formación de depósitos de suciedad.
Ficha escrita por:
Tess, Asesora de decoración y pintura
Soy Tess, de 27 años, y llevo 7 en el mundo del bricolaje, en concreto en el de la pintura y decoración. ¡He encontrado cómo unir lo util y lo agradable a través de mi pasión por la escritura! Lanzarme a la redacción y poder aconsejar sobre decoración a los principiantes (o incluso a personas más experimentadas) es un verdadero placer para mi. Me encanta compartir mi saber hacer y mi experiencia y darte los mejores consejos para tus momentos de bricolaje.