Ficha escrita por:
Alberto, responsable de servicio de jardinería, Toledo
Tanto si vas a hacer una nueva instalación, como si vas a reformar o el baño, o si simplemente quieres sustituir la grifería, elegir un grifo termostático en lugar de un mezclador o un monomando es garantía de comodidad de uso y de seguridad para toda la familia.
Elegir un grifo termostático es sinónimo de:
Control preciso de la temperatura;
mantenimiento regulado de la temperatura;
seguridad antiquemaduras, ideal para los niños y las personas mayores;
regulación del caudal de agua para poder ahorrar y conservar el medio ambiente.
El grifo termostático funciona de forma general como un grifo clásico, pero con una tecnología más eficaz. Está formado por dos manetas o mandos que se sitúan a ambos lados del cuerpo del grifo que controlan, respectivamente, el caudal y la temperatura del agua.
El control del caudal se encarga de la apertura, el cierre y la intensidad del chorro de agua sin necesidad de preocuparse por la temperatura previamente seleccionada.
Muchos modelos están equipados con una función de reducción del caudal de agua. Gracias a un dispositivo de mezcla de aire y agua, esta opción permite reducir el caudal hasta 10 litros de agua por minuto; muy útil para ahorrar.
Al regular el control de la temperatura frente a una graduación en grados Celsius (ºC), se coloca un cartucho termostático que regula el caudal del agua caliente y del agua fría. De esta manera, el agua se distribuye a la temperatura elegida de manera estable, sea cual sea el caudal.
La mayoría de modelos cuentan con un sistema de seguridad antiquemaduras que se presenta como un tope regulable. Viene predefinido a 38 o 40º C según el modelo, y se puede desactivar o regular a una temperatura más alta, hasta 50ºC como máximo. Por otro lado, en caso de corte de agua fría,el grifo termostático detiene la distribución de agua caliente.
Algunos modelos están equipados con un dispositivo de aislamiento del caudal de agua caliente y con sistema de enfriado gracias a la circulación de agua fría.
De esta forma, el cuerpo del grifo no calienta por encima de la temperatura a la que sale el agua, evitando, así, el riesgo de quemadura al tocarlo.
Existen varios tipos de grifos termostáticos; la variedad más amplia recoge los de ducha y bañera, aunque también los podemos encontrar, de forma menos habitual, para lavabo y cocina. Estos son los principales tipos de grifos termostáticos:
grifo termostático de ducha, de instalación mural. La mayoría de modelos están especialmente diseñados para ducha. Sus formas son menos elaboradas y tienen una o dos salidas de agua para columnas y mangueras de alcachofa;
grifo termostático para bañera, muy práctico debido a su concepción compacta. Al instalarse en la pared, ocupa poco espacio. Al disponer de boquilla y de salida de agua para la ducha de mano, se puede cambiar al modo ducha solo con presionar un válvula;
grifo termostático para ducha, perfecto para una ducha italiana. Requiere un trabajo importante de instalación, y es ideal para nuevas construcciones o para reformas. Es discreto y elegante.
Los grifos termostáticos son un poco más caros que el resto de grifos. Sin embargo, teniendo en cuenta las ventajas que ofrecen, su compra merece mucho la pena.
Ocurre lo mismo con sus características cualitativas.
Calidad de los materiales: en lo más alto de la gama, podemos encontrar, además de las superficies cromadas, materiales como el níquel y el cobre en la capa inferior, lo que garantiza una mayor durabilidad del producto;
ergonomía y acabados: se deben tener en cuenta si buscas una adaptación sencilla y un uso cómodo, así como para responder a tus exigencias en materia de estilo y diseño;
norma europea: los productos etiquetados con la marca CE responden a las exigencias de calidad y seguridad definidas por la UE;
norma española UNE u otras : la calidad de los productos ha sido verificada por organismos certificadores independientes;
opciones: aunque suelen estar disponibles para la mayoría de modelos, hay algunos que no disponen de limitador de caudal ni de la tecnología de cuerpo templado o del sistema de seguridad antiquemaduras, así que hay que revisar bien la descripción del producto para asegurarse;
garantía: de forma general, cuanto más alta la calidad del producto, más amplia será la garantía del fabricante, que puede ser de 2, 5 o 10 años.
La instalación de un grifo termostático no se recomienda en el caso de los calentadores instantáneos, ya que el funcionamiento con éstos no es el adecuado. Lo ideal serían las producciones de agua caliente sanitaria con acumulación, como por ejemplo:
Termo eléctrico;
calentador con depósito acumulador;
caldera con acumulador.
Consiste en realizar cuatro operaciones:
Mantenimiento externo: basta con pasar un trapo o utilizar un poco de jabón neutro de vez en cuando (evita los productos ácidos) y luego enjuagar. Si se ensucia demasiado, puedes aplicar vinagre blanco y luego enjuagar.
Mantenimiento de la sonda térmica: para asegurar su precisión, regula al mínimo la temperatura una vez a la semana y deja correr el agua durante unos diez minutos.
Limpieza periódica del cartucho termostático: una vez al año, si el agua tiene cal, o una vez cada dos años, si no la tiene, conviene desmontarlo y limpiarlo con ayuda de un cepillo flexible y con una solución de agua diluida con vinagre blanco.
Enjuague del atomizador: para evitar que se acumule la cal, desmonta el atomizador y enjuágalo cada dos o tres meses.
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Ficha escrita por:
Alberto, responsable de servicio de jardinería, Toledo
Dirijo desde hace varios años un servicio de jardinería y cuento con una clientela formada por particulares y empresas. Tengo a mi cargo un equipo de jardineros y me ocupo de la creación y mantenimiento de espacios verdes. Además de eso, aporto mi experiencia y conocimientos a mis clientes en lo que se refiere a mantenimiento y mejoras de los jardines. En este sentido, poseo una formación comercial, habiendo desempeñado diversas funciones en hostelería al inicio de mi carrera profesional. Posteriormente orienté mi carrera hacia la ordenación paisajística, en el seno de una colectividad territorial, dónde adquirí sólidos conocimientos técnicos gracias a la formación interna y a las labores de seguimiento desempeñadas en importantes obras en un municipio sometido a numerosos cambios. En el plano personal, tengo que señalar que estoy orientado hacia el arte de la jardinería. En este sentido, he creado y diseñado con mi esposa un jardín que cuido con esmero, al igual que una preciosa huerta. ¡Y no nos olvidemos del bricolaje, también se me da bastante bien! Porque para trabajar en el jardín, también hay que saber hacer algo de bricolaje: pérgolas, cabañas, suelos empedrados, vallas y muchas más cosas... ¡Siempre hay trabajo en un jardín! Después de haber trabajado con dedicación, mi esposa y yo solemos estar muy orgullosos del resultado obtenido y encantados de poder disfrutar de un entorno agradable y acogedor. Así que nada más sencillo para nosotros que daros consejos sobre el mantenimiento y la mejora de vuestros jardines o la elección de herramientas para trabajar. Estamos a vuestra disposición.