Ficha escrita por:
Sebastián, Manitas autodidacta
Esta parte del grifo es la que que permite conducir el agua de las tuberías al fregadero. El caño cuello de cisne es el más habitual de los caños o tubos para grifos, y también el más práctico.
Este caño es un modelo habitual, conforma una sola pieza con el cuerpo del grifo. El conjunto forma un ángulo de 45°.
Se trata de un caño similar el modelo cuello de cisne, pero cuyos ángulos son más redondeados. Muy común en las cocinas clásicas.
Este caño de grifo se distingue por su capacidad para girar vertical u horizontalmente sobre el fregadero. Se comercializa entre los productos de grifería de gama alta.
Muy práctico en todas las cocinas, el caño universal en U, optimiza el espacio encima del fregadero y reduce la separación entre la cuba y el cuello del grifo. Su ergonomía es cuadrada para cocinas modernas y redonda para las clásicas.
No es totalmente recto, ya que este caño para grifo tiene forma de S alargada. Sin embargo, es menos alto, por lo que tiene esta denominación. Además de para fregaderos, es adecuado para lavabos encastrados, lavabos de sobreponer.
Perfecto para combinar con un lavabo o fregadero de dos senos o con una pila para lavar, este caño permite que el grifo gire en un ángulo que va desde los 150° hasta los 360°. Es un producto para grifería de gama alta.
Para elegir correctamente un caño para grifo debes prestar especial atención a las siguientes características.
En la cocina, si quieres disponer de suficiente espacio para lavar tus platos cómodamente, puedes elegir un caño de grifo que presente una altura suficiente como el modelo cuello de cisne. Su altura deja libre espacio debajo, lo que te permite lavar y aclarar sin dificultades, el menaje y la vajilla de cocina, limpiar alimentos, llenar un cubo con agua, o usar los accesorios del fregadero.
Tanto si es para el grifo del cuarto de baño como para el grifo de la cocina, procura escoger un caño de grifo adaptado a la profundidad del lavabo o del fregadero para así disponer de libertad de movimientos, y que el agua caiga bien, dentro de la cubeta.
En el momento de la compra, asegúrate de que el roscado de tu caño se adapta al cuerpo de tu grifo y que por tanto la conexión es posible. Los tamaños más habituales son:
15 x 21 mm o 1/2’’ (pulgadas);
20 x 27 mm o 3/4’’ (pulgadas).
Los cuerpos de los caños para grifo suelen ser de acero, por lo que presentan un tratamiento superficial que, según los casos, puede darles un aspecto:
Cromado pulido o satinado;
cromado brillante;
de latón pulido o satinado;
inoxidable cepillado; etc.
Determinados caños para grifos pueden estar esmaltados y presentar colores más retro: gris matizado, blanco roto, etc.
Con el fin de garantizar su estanqueidad, todos los caños para grifo se instalan sobre el cuerpo del grifo con una junta acorde a las dimensiones de su rosca. El caño para grifo presenta en su extremo un aireador que en menor medida, permite jugar con el caudal del chorro.
Es posible instalar alcachofas en el extremo del caño para facilitar la orientación del chorro y reducir su caudal. La instalación también puede completarse con duchas de mano para grifo, que aumenta la comodidad de uso del grifo de la cocina.
Ficha escrita por:
Sebastián, Manitas autodidacta
Mi lema es: aprender es mejor que pedir. Y...¿cuál es la recompensa final? Pues, una cerveza bien fresquita. La curiosidad por las cosas me ha hecho pasar muchas horas haciendo bricolaje, arreglando cosas por casa, construyendo muebles...espero poder ayudaros después de todo lo aprendido.