Ficha escrita por:
Cristina, microemprendedora de jardinería y otros
Existen multitud de métodos para desherbar naturalmente los senderos del jardín sin necesidad de recurrir a productos químicos.
Estos son los tres principales métodos que se utilizan:
Se trata de la técnica más respetuosa con el medio ambiente. Pero también la que requiere mayor resistencia física. Cada uno de los diferentes métodos de desherbado tiene sus peculiaridades:
eliminación de maleza, se realiza con distintos tipos de herramientas (gubia, escardador, azadón, azada) dependiendo del estado de desarrollo de la planta,
corte, generalmente con unas tijeras de podar,
arranque manual necesita solamente un buen giro de muñeca y un poco de voluntad. Hay que prestar atención al arrancarlas, extrayéndolas con la raíz. De este modo evitamos que vuelvan a brotar.
Las hierbas arrancadas se pueden utilizar para hacer compost o como acolchado en otros cultivos y plantas para que éstos se beneficien de su descomposición.
El purín más conocido es el que se fabrica a base de ortigas. Se puede comprar o elaborarlo en casa. La mezcla se debe colocar en un lugar alejado de la vivienda porque su olor es particularmente fuerte y persistente. Para fabricar el purín en casa, debemos seguir estos pasos:
proteger la piel porque el contacto con la ortiga es irritante. A no ser que se tenga una técnica infalible para recoger las hojas de ortiga sin riesgo de sufrir picores, lo mejor es proteger la piel de cualquier eventual contacto con la planta. Se recomienda usar guantes y ropa de manga larga,
trocear aproximadamente 1,5 kg de brotes tiernos de ortiga que aún no hayan iniciado la floración,
colocar las hojas en un recipiente de plástico y añadir 10 litros de agua,
dejar macerar la mezcla durante una o dos semanas removiendo con regularidad,
filtrar la preparación porque solo utilizaremos el líquido. El resto de residuos se pueden añadir al compost,
pulverizar sobre las hierbas no deseadas.
El purín de ortigas también tiene propiedades fertilizantes y repelentes. Lo utilizaremos más o menos diluido en función del uso que le vayamos a dar. Otras mezclas menos conocidas también son igualmente eficaces para desherbar.
El purín de angélica es muy similar al de ortiga. Esta planta aromática es una gran aliada en la lucha contra las hierbas adventicias. El procedimiento de fabricación es parecido. Solo cambian las dosis y el tiempo de fermentación. Para preparar el purín de angélica necesitamos 1 kg de plantas por cada 10 litros de agua que dejaremos macerar de dos a tres semanas.
Basta con poner a macerar la corteza en agua, después filtrar y aplicar directamente sobre la hierba espontánea. Los residuos pueden reutilizarse como mantillo o acolchado en los cultivos.
Mezclar unas gotas de este aceite esencial en el agua, verterla en un pulverizador y aplicar sobre las hierbas. El aceite esencial de albahaca también tiene propiedades insecticidas y fungicidas.
Con esta técnica provocaremos un choque térmico para que las células de la planta exploten y se marchiten rápidamente. El desherbado térmico se puede efectuar de dos maneras diferentes:
Esta herramienta se utilizar para destruir las células de la planta, calentándola en exceso. Los quemadores de malas hierbas se utilizan cada vez más ya que ofrecen resultados rápidos y duraderos.
Más artesanal, esta técnica tiene la ventaja de ser económica. El método consiste en conservar el agua de cocer pasta, patatas o arroz para regar las malas hierbas. Además de provocar el choque térmico deseado, el agua de cocción contiene almidón, un herbicida natural. Sin embargo, es un método menos eficaz que el quemador de malas hierbas. Las raíces de estas plantas son profundas y con el agua no se destruyen. Por tanto, volverán a aparecer al poco tiempo.
Cómo elegir unas tijeras de poda Cómo hacer compostCómo elegir un pulverizadorCómo eliminar las malas hierbas del césped
Ficha escrita por:
Cristina, microemprendedora de jardinería y otros
Hace ya algún tiempo que pasé de ser ejecutiva del transporte de residuos a una agricultora especializada en horticultura ecológica. Tras obtener un título profesional en Agronomía, con opción de Producción Hortícola, intenté durante varios años establecerme como joven agricultora. Y tras muchas decepciones, finalmente me lancé como microempresaria de servicios a domicilio, especialmente de jardinería, ayudada por mi querido marido. Apasionada por la naturaleza y las plantas silvestres comestibles, estoy muy al día de las soluciones ecológicas que respetan nuestro entorno y que son aplicables a todos los aspectos de mi vida cotidiana. Desde el huerto hasta los parterres, desde la siembra hasta la cosecha, ¡Tengo todo tipo de consejos en mis cajones! No dudes en preguntarme tus dudas.