Ficha escrita por:
Juan Mari, jardinero apasionado, Asturias
La temperatura interior de un invernadero es claramente superior a la del exterior, lo que aporta una serie de ventajas para el jardinero.
Adelantar los cultivos en cada estación;
cultivar plantas que gustan del calor especialmente en zonas donde el cultivo en el campo sería imposible;
alargar las cosechas en otoño, en zonas donde el frío dificultaría su cultivo;
proteger plantas en maceta que sufrirían por exceso de frío:
proteger las hortalizas de determinadas enfermedades (como por ejemplo del mildiu)
Definir el emplazamiento y la orientación del invernadero
Verificación de los materiales necesarios
Montaje de la estructura metálica
Instalación de lonas y puertas de la fachada y laterales
Instalación de la lona plástica de cobertura
La instalación de un invernadero debe realizarse a conciencia para evitar que ¡vuele con la primera ráfaga de viento! Es recomendable leer con atención las instrucciones de montaje suministradas en el kit, así como respetar los consejos y el orden en los pasos del montaje.
Por lo demás: tomar medidas, ensamblar los distintos elementos (como los tubos), utilizar un destornillador si es necesario para unir las partes, o una pala para formar una zanja, son tareas al alcance de cualquier manitas «aficionado».
Alrededor de 1 día para estructuras de menos de 12 m², 2 días para las más grandes.
Como mínimo, 2 personas para montar el techo.
El invernadero debe instalarse en un espacio soleado. Evita colocarlo cerca de un árbol o de un seto, puesto que el techo podría dañarse al caer alguna rama o ensuciarse por la caída de hojas muertas.
En la medida de lo posible, elige un espacio sin corrientes de aire e instala el invernadero de manera que una de las dos fachadas esté orientada de cara al viento dominante.
Según el emplazamiento y tus preferencias, prepara el terreno, nivelándolo: utiliza un rastrillo para conseguir una base plana. Si eres meticuloso, verifica su horizontalidad con un nivel y una cinta métrica.
Los elementos que conforman un invernadero se entregan en embalajes voluminosos.
Al abrirlos, coloca todos los materiales en el suelo para verificar que no falta nada.Te será de utilidad revisar la lista que se incluye en las instrucciones:
Plásticos de cobertura;
arcos;
bases;
clips, tornillos o sujeciones;
cables;
etc.
Empieza montando la estructura ensamblando las partes metálicas.
Sigue escrupulosamente el orden que especifican las instrucciones, ya que evitarás tener que desmontar el trabajo si alguna paso se ha omitido o se ha realizado mal.
Si el invernadero incluye estructura para el suelo, lo más habitual es empezar el montaje por esta parte. Sigue a continuación por las estructuras verticales; postes, refuerzos, etc. encajando o atornillando según se indique en las instrucciones.
Lo más habitual es que toda la estructura vertical deba fijarse a estacas clavadas en el suelo. Las estacas suelen anclarse utilizando unas piezas que se «atornillan» al suelo con una llave que suele estar incluida en el kit.
Es preferible elegir un invernadero que conste de dos puertas, una en cada una de las fachadas, o de una puerta y una ventana en el lado opuesto.
Y es que, cuando el viento entre en el invernadero, debería tener por dónde salir para evitar el efecto «paracaídas».
En este momento de la instalación nos será de gran ayuda contar con la ayuda de una segunda persona, para poder extender el plástico o lona de la cubierta y colocarla cuidadosamente sobre los arcos.
Debe sujetarse tensándola bien a la parte baja de la estructura metálica.
En el vídeo 1, este modelo de invernadero no se ancla al suelo, sino que es parte de la lona plástica la que asegura el anclaje. De hecho, se entierra la base en una zanja excavada previamente y luego se rellena cubriendo la parte baja del plástico con tierra. De este modo, el aire no puede entrar nunca por debajo de la lona.
Es recomendable acabar la instalación en un solo día, ya que la experiencia nos indica que en muchas ocasiones, un invernadero sin acabar de montar puede acabar en casa del vecino si el viento sopla con fuerza.
Antes de montar el plástico, despliégalo todo lo que puedas en el interior de tu hogar, en una habitación que esté caliente: el plástico se vuelve más flexible, lo que permite tensarlo con mayor facilidad.
Ficha escrita por:
Juan Mari, jardinero apasionado, Asturias
De niño ya trabajaba en el jardín familiar. Quizás ahí nació mi interés por las plantas y la jardinería. Así que nada más lógico para mí que estudiar biología vegetal y agronomía. Posteriormente, y accediendo a la solicitud de varios editores, escribí, a lo largo de 25 años, numeroso libros relacionados con las plantas, los champiñones (un tema que me preocupa), al principio básicamente guías identificativas, pero posteriormente me fui adentrando en la jardinería, retomando, de este modo la pasión de mi infancia. Además de eso, he colaborado regularmente con varias revistas especializadas en jardinería y naturaleza. Como no hay jardinero sin jardín, cultivo desde hace 30 años el mío propio en un pequeño rincón de Asturias, poniendo en práctica los métodos de cultivo sobre los cuales os aconsejo.