Ficha escrita por:
Haja, Autodidacta en bricolaje
Si necesitas el invernadero para:
Plantar semillas y /o reproducir por esquejes, y además tienes poco espacio, entonces opta por un mini invernadero;
realizar cultivos tempranos, horticultura o para hibernar plantas, elige un invernadero túnel con lona y tubos de acero y adapta su tamaño al espacio disponible;
resistencia y estética: para plantar semillas, o esquejes, cultivos tempranos o hibernar plantas. Elige un invernadero de jardín de vidrio o policarbonato y aluminio;
instalarlo cerca de una pared porque no tienes mucho espacio. En ese caso opta por un invernadero adosado.
Los materiales de la estructura se eligen también según el tipo de invernadero:
Si es de madera, elige el cedro rojo o la de pino con tratamiento autoclave,
el acero galvanizado es el más utilizado, mejor opta por el aluminio,
el PVC se utiliza mucho y también para los invernaderos pequeños.
Las paredes varían según el modelo de invernadero. Existen varias alternativas:
Polietileno: perecedero (3 años para la calidad media). se recomienda utilizar doble, anti UV, y con un grosor mínimo de 200 gr/m²,
policarbonato: duradero (en torno a 10 años). Se recomienda optar por 4mm. como mínimo porque si no sería poco aislante,
vidrio: duración ilimitada, es el mejor aislante.
Para realizar tu elección, ten en cuenta que:
Las aberturas son imprescindibles para la ventilación,
las medidas, según las necesidades de los cultivos y, además que el tamaño de la puerta condiciona el paso de las plantas más grandes y de las herramientas (ej. carretilla),
los invernaderos disponen de una base soporte para anclar al suelo, incluso fijarlo,
un sistema de calefacción para invernadero es más eficiente en un invernadero bien aislado,
puede existir normativa local para la instalación de invernaderos. Infórmate en tu Ayuntamiento.
Al contrario que los modos de cultivo tradicional, disponer de un invernadero de jardín permite plantar semillas, cultivar plantas, alargar el periodo de cultivo e hibernar plantas frágiles al abrigo de las inclemencias del tiempo: viento, heladas, granizo.
Las paredes transparentes del invernadero proporcionan a las plantas y a las verduras las mejores condiciones de cultivo para garantizar una buena cosecha durante todo el año. El uso de un invernadero de jardín se combina con la preparación del suelo añadiendo un mantillo o abono.
El invernadero de jardín puede reservarse tanto a cultivos sin suelo (hidropónicos) como a cultivos en suelo, en jardineras, macetas, incluso las huertas de metro cuadrado o huerto urbano. Sus características vendrán determinadas por el uso:
Tipo: tradicional, túnel, adosado, mini invernadero,
uso: cálido, templado o frío,
medidas y forma,
materiales de la estructura y de las paredes,
accesorios: estanterías etc.,
aberturas: puertas y ventilación.
Para garantizar las funciones un invernadero de jardín, hay que tener en cuenta varios elementos a la hora de elegir:
Calidad de la estructura y de los paneles, que garantizan la longevidad del invernadero,
medidas, que deben combinarse con las necesidades de los cultivos,
ubicación y orientación: hay que evitar instalar un invernadero de jardín bajo árboles grandes para que estos no hagan sombra. En cuanto a la orientación, la entrada debe situarse en posición Norte/Sur y el lado más grande hacia el Oeste/Este para disfrutar el máximo tiempo posible de la luz solar.
Para realizar la elección correcta, el invernadero debe adecuarse al tipo de cultivo que albergará:
El invernadero tradicional tiene la forma de una casa en miniatura y puede albergar todo tipo de plantaciones (plantas trepadoras, en macetas etc.). Además, permite el paso de la luz de forma eficaz para que los vegetales vivan en buenas condiciones, El invernadero tradicional está disponible en cristal o en policarbonato, un material plástico transparente y resistente que imita al cristal. Este material tiene la ventaja de ser resistente a las inclemencias meteorológicas y proporciona aislamiento térmico. El invernadero tradicional es una estructura fija que no puede desplazarse, y por tanto, la elección de su ubicación es fundamental.
El invernadero túnel, que se construye con esta forma, está formado por un marco de acero galvanizado y una funda plástica (por lo general una lona de polietileno). Es fácil de montar y de desplazar. Este modelo suele utilizarse para cultivos tempranos y horticultura y también para la hibernación de plantas. Al contrario que un invernadero tradicional, el invernadero túnel es desmontable.
A diferencia de otros tipos de invernadero, el invernadero adosado se instala contra la pared. A veces se instala en zonas poco óptimas para las plantas donde la luz solar no alcanza su máxima cuota. El invernadero adosado almacena mejor el calor que otros tipos expuestos al viento, como el invernadero tradicional o el invernadero túnel. Este modelo permite hibernar plantas y al mismo tiempo cultivar plantas tropicales, incluso en el balcón de tu casa.
El mini invernadero se reserva para la plantación de semillas y reproducción por esquejes y también para resguardar a las plantas pequeñas de las heladas. Existen distintas variedades de mini-invernaderos para huerto o jardín. Utiliza el invernadero de balcón para albergar tus semillas y el de terraza para fortalecer tus plantas antes de realizar trasplantes. Su tamaño reducido necesita poco espacio. ¡Son el complemento perfecto para terrazas y balcones!
Los invernaderos se caracterizan por sus propiedades para mantener temperaturas por encima de los 0º, especialmente en invierno. Se clasifican en tres categorías: invernadero frío, templado y caliente. Los invernaderos se incluyen en una categoría u otra según su capacidad para conservar el calor, en función de su aislamiento y por tanto, de los materiales con los que está fabricado.
El invernadero frío proporciona una temperatura de entre 10° y 15°C. Como no conserva el calor, esta temperatura puede descender por debajo de los 0°C. Las verduras y plantas rústicas lo agradecen y así puedes disfrutar de unas 4 semanas de adelanto con respecto a un cultivo clásico. Ayuda a proteger las plantas de las condiciones climatológicas adversas.
El invernadero templado alcanza una temperatura de unos 10° a 18°C y gracias a su sistema de calefacción, esta no desciende por debajo de los de 5°C. De esta manera podemos resguardar todas las plantas durante el invierno, especialmente las plantas delicadas y exóticas.
El invernadero caliente también se llama invernadero tropical por la temperatura que alcanza, que no desciende de 18°C. Está equipado con sistema de calefacción y de aislamiento. El crecimiento de las plantas tropicales está asegurado.
Si estás pensando en un invernadero para utilizar a largo plazo, no debes escatimar al elegir su estructura. Existen varios tipos varios materiales: madera, acero, aluminio y PVC.
La nobleza y estética de la estructura de madera sorprende a primera vista, pero su calidad se deteriora con el tiempo debido a los efectos de la humedad y del calor. Para fabricar un buen invernadero de madera (lejos de los efectos de la humedad) elige el pino silvestre FSC con tratamiento auto clave y el cedro rojo de Canadá.La calidad del aislamiento térmico de la madera es superior a la de otros materiales.
El acero se utiliza en los invernaderos túnel y los invernaderos capilla provistos de una cobertura de plástico.
El acero está galvanizado para resistir la corrosión (suele estar protegido por una capa de zinc) y cuenta con tubos de diferentes grosores. No se deben elegir tubos demasiados finos porque se deforman por los efectos del viento (se recomienda un grosor mínimo de 3mm).
La estructura de aluminio reúne calidades bien apreciadas para un invernadero. Su solidez garantiza un invernadero duradero, su ligereza nos facilita la instalación con independencia de las medidas del invernadero y todo ello sin alterar la resistencia al viento. La oxidación del aluminio no altera sus propiedades intrínsecas.
Luz y calor son condiciones necesarias para cultivar con buenos resultados.
Las lonas de polietileno resguardan las plantas del viento y les proporcionan el calor que necesitan. Sin embargo, la funda de plástico pierde rápidamente su eficacia por los efectos de los rayos UV, y es necesario sustituirla como pronto al cabo de unos 3 años y como muy tarde al cabo 10 años (según el grosor y la calidad del polietileno).
Se recomienda elegir fundas reforzadas y/o dobles y con tratamiento anti-UV para proteger de las condiciones meteorológicas y otras inclemencias. Su espesor varía entre 80 y más de 300 micras para las más gruesas (una lona de polietileno gruesa es más resistente).El acristalamiento de policarbonato es ligero y hermético, y es incluso resistente a capas de unos treinta centímetros de nieve.
Para disfrutar de un buen aislamiento, se recomienda elegir un policarbonato de doble pared y/o de 4mm. de grosor. De esta forma se ahorra un 40% de calor con respecto al policarbonato de pared simple.
Otra ventaja: en caso de luz solar intensa, el policarbonato bloquea casi la totalidad de los rayos UV, que son nocivos para el crecimiento de las plantas. Para conservar su eficacia los policarbonatos deben sustituirse cada 10 años.
El acristalamiento de policarbonato es más económico que el de cristal.Los invernaderos de cristal se pueden fabricaren vidrio hortícola o en vidrio templado. La transparencia de los vidrios hortícolas conserva casi la totalidad del calor, impidiendo así la agresión de los rayos UV. Por otra parte, el vidrio templado resiste a las inclemencias del clima y a los arañazos. Si quieres calentar tu invernadero, utiliza un vidrio grueso y laminado para el tejado (es lo más habitual) y doble acristalamiento para las paredes.
Como el vidrio hortícola es frágil, el vidrio templado es el preferido por su resistencia y porque limita los riesgos de rotura en caso de granizo (su resistencia es 5 veces superior a la de un vidrio clásico). Es seguro en caso de rotura ya que se destruye en trozos pequeños que no cortan. Es muy apreciado por su longevidad, que evita una posible sustitución a corto plazo.
La elección de la superficie dependerá de las necesidades de los cultivos y de su ciclo (todo el año o solo una parte).
Los horticultores consideran que las necesidades de cultivo en invernadero rondan un 10% de la superficie total cultivada. Para un jardinero que cultive un huerto de 200 m² será suficiente un invernadero de 20 m². Sin embargo, lo más importante es tener siempre en cuenta las necesidades de los cultivos.
Por otra parte, si las necesidades de los cultivos son diferentes, es preferible elegir dos invernaderos.
La forma de un invernadero de jardín es a la vez estética y funcional:
Invernadero con paredes verticales: optimiza el espacio de cultivo, tanto en superficie como en altura;
invernadero con paredes inclinadas: optimiza la insolación. Dada su excelente resistencia al viento, se recomienda para regiones con fuerte viento;
invernadero poligonal: se utiliza principalmente para plantas en macetas, ya que restringe el espacio disponible.
La función de la base es sujetar la estructura del invernadero y fijarla al suelo. Aumenta la rigidez del invernadero, facilita su anclaje e incrementa la altura unos centímetros.
La instalación de la base para invernadero no requiere excavaciones, basta con nivelar el terreno para colocarla.
En cuanto a su colocación, si el invernadero tiene menos de 6m² y está resguardado del viento, simplemente se coloca sobre el suelo. No obstante, se aconseja utilizar piquetas de anclaje.
Los invernaderos de jardín de más de 6m² necesitan una fijación más sólida al suelo (hormigón o estructura metálica, según el número de puntos de fijación y las medidas del invernadero).
Si el invernadero se utiliza para cultivos que no sean al aire libre, también se puede colocar una base de cemento u hormigón, que será más grande que las medidas del suelo (con unos centímetros es suficiente).
A la hora de elegir una base, es preferible decantarse por una base fabricada con material insensible a la humedad, como el aluminio (la corrosión del aluminio, la alúmina, no altera la solidez del metal).
La elección de los complementos del invernadero de jardín se realiza según el tipo de cultivo:
Persianas: protegen las plantas de las quemaduras causadas por los rayos solares intensos;
estanterías y repisas: aumentan la capacidad del invernadero porque permite colocar las plantas en varios niveles para que aprovechen bien el sol;
calefacción: permite mantener temperaturas por encima de 0º en las regiones muy frías en invierno.
Los invernaderos se consideran una construcción, sobre todo a partir de ciertos tamaños, por lo que al igual que casetas de jardín y otras construcciones auxiliares, deben cumplir con los requisitos legales para su instalación y contar con el debido permiso administrativo. Todos estos requisitos vienen marcados por las Comunidades Autónomas y más específicamente por los Ayuntamientos. Hay huertos, terrenos o jardines que pueden encontrarse en zonas clasificadas en los Planes Generales de Urbanismo y, por tanto, pueden estar sujetos a disposiciones específicas de cada localidad. Te recomendamos consultar en tu Ayuntamiento antes de instalar uno para asegurarte de que cumples con todas las normativas y conseguir la licencia correspondiente.Hay que tener en cuenta, también todo lo relativo a linderos con carreteras, caminos u otras vías, en las que también podría tener potestad el Ministerio de Fomento.
Ficha escrita por:
Haja, Autodidacta en bricolaje
Aunque mis estudios no tienen nada que ver con el bricolaje (estudié Gestión de Empresas), hace 5 años que me aficioné a este mundillo. Todo empezó al comprarme una casa en un pueblo y tuve que renovarla con mi marido. A día de hoy, el bricolaje es mi afición preferida, y me encantará compartir todo lo que he aprendido este tiempo para ayudar a quién le haga falta.