Ficha escrita por:
Tess, Asesora de decoración y pintura
Hoy en día, las bombillas LED han sustituido completamente a las antiguas bombillas, y con razón. Poseen tres ventajas considerables.
Consumen muy poca energía.
Los LED emiten muy poco calor.
Se iluminan al instante.
Sin embargo, elegir un LED sigue siendo un poco difícil, porque existen LED de diferentes formas, con diversos casquillos, potencias, IRC, etc. Así pues, para elegir el LED más adecuado es necesario identificar:
El casquillo;
el ángulo de iluminación;
la potencia consumida ;
el confort lumínico:
el flujo luminoso;
la eficiencia luminosa;
IRC o índice de rendimiento de color;
la temperatura de color;
si es regulable (compatibilidad con un regulador de luz).
Cabe destacar que las bombillas LED se pueden usar como bombillas conectadas y/o bombillas decorativas.
Las bombillas LED están disponibles con múltiples casquillos:
E27 o casquillos de rosca grande: son los casquillos más comunes para la iluminación principal de una vivienda;
E14 o casquillos de rosca pequeña: suelen modificar en lámparas de mesita de noche, de escritorio ...;
B22 o casquillo de bayoneta: este modelo de bombilla requiere una instalación un poco diferente a las otras. No se enrosca, sino que se ajusta presionándolo, y se le da un cuarto de vuelta o media vuelta para que la bombilla quede bien instalada;
GU10: instalación idéntica a la del casquillo B22;
GU3, GU4, G24, G9, R7s, MR16: son casquillos de pines.
Atención: estas bombillas son mucho más anchas como LED que como incandescentes; asegúrate de tener suficiente espacio para introducir la bombilla.
El ángulo de iluminación, también llamado ángulo de apertura de una luminaria LED, es muy importante en la elección de la bombilla. Cuanto menor sea ese ángulo, mayor será el efecto de haz y más direccional será luz hacia un espacio. Esto te permite destacar un objeto o bien iluminar un lugar muy concreto.
En el caso de los focos empotrados, por ejemplo, no sirve de nada poner bombillas con un ángulo de 360 °, puesto que su instalación hace que el ángulo de iluminación no supera los 90 °.
En cambio, en el caso de una iluminación principal, una lámpara de techo en una habitación o estancia abierta, o bien si la bombilla está descubierta, sin pantalla, es necesario colocar una bombilla con un ángulo de iluminación grande para que todas las esquinas de la estancia queden iluminadas.
Este valor está inscrito en todas las bombillas y pone de relieve su consumo.
Se indica con la fórmula siguiente: aW = bW, donde «a» es el consumo de energía de la bombilla LED y «b», el valor en vatios correspondiente a las antiguas bombillas incandescentes.
Por ejemplo, 3 W = 30 W quiere decir que el LED consume solo 3 W, pero ofrece la misma luminosidad que una bombilla incandescente de 30 W.
Las bombillas LED también se eligen en función de su flujo luminoso expresado en lúmenes (lm), que corresponde a la cantidad total de luz emitida por la fuente luminosa.
Luz ambiental, envolvente: 500 lúmenes son más que suficientes;
luz más intensa: elige entre 600 y 700 lúmenes;
una lámpara de techo o una luz alta: opta por una bombilla de 1000-1500 lúmenes.
Lúmenes o flujo luminoso | Equivalencia de una bombilla incandescente en vatios |
≈ 300 lm | ≈ 30 W |
≈ 500 lm | ≈ 40 W |
≈ 700 lm | ≈ 60 W |
≈ 1000 lm | ≈ 75 W |
≈ 1250 lm | ≈ 120 W |
≈ 2000 lm | ≈ 250 W |
La necesidad de luz, también llamada eficiencia luminosa o rendimiento luminoso, es diferente en cada estancia y se expresa en Lux (lm / m²). Para elegir la bombilla más adecuada, recuerda que para:
Una sala de estar son suficientes 400 Lux;
un despacho o zona de trabajo necesitarás entre 200 y 900 Lux (cuanta más minuciosidad requiere el trabajo, mayor debe ser la emisión luminosa);
un cuarto de baño bastará con 200 lux;
un pasillo solo necesitarás 80-100 lux.
Puedes calcular la eficiencia luminosa en función de tus antiguas bombillas, por ejemplo para unos 400 Lumen:
Para una bombilla halógena corresponde aproximadamente 35 W;
para una bombilla fluocompacta 8 W;
para bombilla LED 3-5W.
El confort lumínico también es posible gracias a lo que se denomina IRC (índice de rendimiento de color), expresado en una escala del 1 al 100 en la que 100 es el valor más similar a la luz del sol, la mejor reproducción de luz.
Las bombillas LED suelen tener el IRC entre 70 y 80.
Es el valor que determina el color de la iluminación de la bombilla.
La temperatura de color es la que crea el ambiente de la estancia y se expresa en grados Kelvin. Cuanto menor es este número, más cálido es ese color.
Color blanco cálido. Se aconseja para crear una atmósfera relajante, íntima y cálida, y la luz es de color amarillo anaranjado. Grados Kelvin: <3000K;
color blanco neutro. Se aconseja para la cocina, el cuarto de baño o un espacio de trabajo. La luz es similar a la luz natural. Grados Kelvin: 4000> K <5000;
color blanco frío. Similar a la luz del día. Se aconseja para una iluminación intensa en el vestíbulo de una empresa, una fábrica o un hospital. La luz es fría. Grados Kelvin:> 6000 K.
Atención: se desaconseja usar LED con reguladores de luz excepto en el caso de las bombillas regulables.
Esta característica está indicada en el envase con una flecha en un triángulo. Este símbolo significa que la bombilla resiste las variaciones de intensidad.
Una bombilla LED clásica podría fundirse o parpadear, y su vida útil podría verse limitada.
Algunas bombillas pueden controlarse con un mando a distancia o desde el teléfono móvil. Esto permite ajustar la intensidad de luz para adaptar la bombilla a cada situación.
También puedes cambiar el color de la luz de la bombilla con este dispositivo. ¡Es ideal para cambiar de estado de ánimo cuando te apetezca!
Las bombillas desempeñan un papel cada vez más importante en la decoración de una estancia. Por esto existen varios modelos que imitan las antiguas bombillas de filamentos.
Estas bombillas son transparentes y los filamentos son visibles en su interior.
Estos filamentos de LED de color anaranjado te permiten crear un ambiente envolvente y acogedor.
Ficha escrita por:
Tess, Asesora de decoración y pintura
Soy Tess, de 27 años, y llevo 7 en el mundo del bricolaje, en concreto en el de la pintura y decoración. ¡He encontrado cómo unir lo util y lo agradable a través de mi pasión por la escritura! Lanzarme a la redacción y poder aconsejar sobre decoración a los principiantes (o incluso a personas más experimentadas) es un verdadero placer para mi. Me encanta compartir mi saber hacer y mi experiencia y darte los mejores consejos para tus momentos de bricolaje.