Ficha escrita por:
Ester, hortelana autodidacta
Todas las plantas necesitan luz (preferentemente solar) para poder realizar la fotosíntesis. Pero hay distintas situaciones que nos pueden llevar a plantearnos la posibilidad de iluminarlas con luz artificial:
La necesidad de germinar semillas en interior para poder controlar mejor otros factores (como por ejemplo la temperatura necesaria);
para favorecer el crecimiento de plántulas en momentos del año con poca luz (como en invierno o durante épocas lluviosas);
para poder cultivar plantas en lugares poco iluminados o sin luz natural como podría ser un garaje o una habitación interior.
Este tipo de cultivo que realizamos en interiores y con ayuda de luces artificiales es conocido como cultivo indoor. El tipo de luces que utilizaremos son muy similares a las utilizadas para iluminar terrarios y acuarios.
Las plantas se clasifican en tres grupos en función de la cantidad de horas de luz y oscuridad que necesitan para poder realizar todas sus funciones: plantas de día corto, largo o neutro. Lo que realmente marca la diferencia es la duración de la noche (más larga durante el invierno que durante el verano).Al cultivar con iluminación artificial, podremos replicar estas condiciones manteniendo las luces encendidas o apagadas durante más o menos tiempo.
La intensidad de la luz también influye en su crecimiento. Por ejemplo, las plantas de interior (que provienen en su gran mayoría de zonas tropicales y crecen en el sotobosque), necesitan una intensidad de luz inferior que aquellas que necesitan estar a pleno sol para fructificar, como son los tomates u otras hortalizas de verano.
Lo que entendemos como luz blanca, es en realidad la suma de todo el espectro de colores. Así es en la luz solar y prueba de ello son los distintos colores del arcoíris. Sabemos además, que el ojo humano es incapaz de percibir los rayos ultravioleta y los infrarrojos.
En el caso de las plantas, los distintos colores influyen de distinta manera en su crecimiento. El color azul, favorece su crecimiento vegetativo, por lo que es ideal para germinar semillas y ayudar en los primeros estadios de su crecimiento. El color rojo, en cambio, incide directamente en su capacidad de floración. La mayoría de luces para cultivo indoor son una combinación de ambos colores. Son las llamadas lámparas mixtas o Grolux.
De hecho, las plantas son de color verde porque la clorofila sólo absorbe los fotones de luz de color azul y rojo. Al rechazar el verde, las vemos de ese color.
Son la solución más sencilla para iluminar tus plantas de forma puntual. Actualmente hay un buen número de modelos de bombillas LED y de bajo consumo en luz azul (crecimiento), roja (floración) o mixta (luz roja y azul). No emiten apenas calor y puedes utilizar un temporizador para que se pongan en marcha y se apaguen automáticamente.
La mayoría de las bombillas se adaptan a la rosca de los portalámparas más habituales. Esto nos permitirá utilizar lámparas de pie, de pinza o flexos para iluminar plantas de interior sin tener que realizar ningún tipo de instalación eléctrica adicional.
Antes de la aparición de las bombillas LED, las bombillas de vapor de sodio eran las más utilizadas. Son ideales para plantas de flor pero emiten mucho calor que puede perjudicar a algunas plantas. Es necesario utilizar un transformador en su instalación.
Resultan muy útiles para iluminar bandejas de semilleros y plantas en sus primeros estadios de crecimiento. Este tipo de fluorescentes se comercializan de manera unitaria o en paneles de 2 a 8 fluorescentes.
Se adaptan fácilmente a estantes móviles o pueden colgarse del techo con tirantes de sujeción regulables (incluidos en algunos modelos).
Los paneles de luces LED son los más utilizados por su bajo consumo y porque pueden cubrir un área muy superior. Emiten una intensa luz blanca, roja, azul, roja y azul o bien roja, azul, ultravioleta e infrarrojos en el mismo modelo.
Se presentan montados en paneles (habitualmente de aluminio) con distintas cantidades de leds, potencias y tamaños apropiados para iluminar todo tipo de plantas.
Se calcula que la vida de las lámparas LED es de unas 50.000 horas, y algunos modelos cuentan con un sistema de refrigeración con ventiladores silenciosos.
El espectro de las luces puede regularse en los modelos más sofisticados, y la mayoría incluyen bridas de sujeción para colgarlas, regulables en altura.
Si lo que buscas es una solución para cultivar algunas aromáticas en la cocina, o crear un espacio para tus cactus, estos kits de cultivo de pueden serte de utilidad. Incluyen una bandeja para cultivo en tierra o en hidroponía y un soporte con LEDS de espectro completo (para crecimiento y floración) o que simulan la luz del día (Daylight).
Para elegir un sistema de iluminación u otro, ten en cuenta estos factores:
El tipo de plantas que necesitas iluminar: lo que conocemos como plantas de interior o plantas de hojas verdes necesitan mucha menos potencia lumínica que las plantas de flor o de fruto (como son las hortalizas). Si vas a germinarlas y mantenerlas hasta la floración y fructificación, elige un sistema de espectro completo para cubrir todas sus necesidades;
el tamaño del espacio que necesitas iluminar: En la descripción de cada tipo de luminaria se especifica el área que cubren. Ten en cuenta que las plantas que estén exactamente debajo de la bombilla o del panel recibirán más luz que las que estén fuera, aunque a simple vista parezca que están iluminadas. Esta luz será de menos calidad y podría ser insuficiente en algunos casos;
el ángulo de la luz : Este detalle también se especifica en la ficha técnica de los productos. Cuanto mayor sea el ángulo, más área cubrirá.
La instalación de las distintas soluciones de iluminación indoor no difiere a la de cualquier otro tipo de luces. Nos será útil saber que podemos automatizar su encendido y apagado utilizando un temporizador o programador eléctrico.
Todas las luces deben instalarse encima de las plantas. Los paneles suelen suministrarse con los anclajes necesarios para poder colgarlas del techo o sujetarlos a una estantería. Si no los incluye, te recomendamos utilizar un sistema que te permita regular su altura, para modificar su posición conforme vayan creciendo las plantas;
los fluorescentes son de medidas estándar y por ello se adaptan a las regletas o soportes habituales. También es conveniente utilizar tirantes regulables para regular su altura conforme las plantas vayan creciendo. Pueden instalarse fácilmente bajo muebles o estanterías con baldas regulables;
las bombillas o focos individuales se instalan en casquillos portalámparas estándar. En la ficha técnica se especifica si se adaptan a los más habituales (E27 – rosca grande y E14 – rosca pequeña), por lo que en función del modelo podremos utilizar flexos o lámparas de pie para encajar las bombillas e iluminar nuestras plantas;
para evitar que la luz se disperse, es recomendable utilizar una pantalla reflectora. Actualmente se comercializan con casquillo incorporado en diferentes tamaños y materiales.
Ficha escrita por:
Ester, hortelana autodidacta
Autora de PicaronaBlog. Hortelana autodidacta, imparto talleres de huerto urbano, colaboro en medios especializados y en 2014 publiqué mi primer manual de iniciación: Hortelanos de ciudad.