Ficha escrita por:
Alberto, investigador y manitas, Barcelona
38 fichas consejo
En lo que respecta a la elección de la caseta de jardín y su configuración todo es cuestión del uso que le vayas a dar.
Si quieres una caseta polivalente que necesite un mantenimiento mínimo, elige una caseta de PVC o de resina. Con un manguerazo la tendrás limpia en un momento. Y si además está en una región donde llueve mucho, no se estropeará y tendrás caseta para mucho tiempo.
Si dispones de poco presupuesto o quieres solo un cobertizo para guardar cosas de poca importancia y tampoco te importa la estética, elige una caseta de metal. Son las más económicas y solo hay que repintarlas al cabo de los años. Sus paredes no aislan del frío, así que solo debes elegirla como cobertizo o almacén, pero no si quieres pasar tiempo dentro, preparando semilleros, por ejemplo.
Si quieres algo más sofisticado y no tienes miedo a trabajar para mantenerla en buen estado, debes elegir una caseta de madera. La caseta de madera imitando un pequeño chalé será una habitación más donde pasar tiempo dedicado a tu jardín. Incluso como pequeño cuarto de invitados o para el recreo familiar en el buen tiempo. El mantenimiento preciso lo harás con lasure, barniz o pintura para la madera. Además puedes dejar volar tu creatividad y, si lo prefieres, pintarla como más te guste. Las casetas de madera necesitan mayor mantenimiento, pero la madera viene preparada de antemano para soportar la intemperie. Además, es un material con propiedades aislantes. El resto de características de las casetas de jardín suelen ser comunes:
Vamos, a continuación a ver todo esto en detalle...
La madera sigue siendo el material que mejor combina la estética natural con un toque acogedor. Se puede usar durante varios meses o incluso durante todo el año, ya que puede tener habitación para invitados, sala de juegos, aseo, etc. Las casetas de jardín de madera maciza se pueden amueblar fácilmente y por eso ser habitables gracias a sus propiedades aislantes. Elige las de paredes gruesas para garantizar la estabilidad de la construcción, así como su duración. Hay una amplia variedad de modelos de madera para elegir y las hay de todos los estilos: tejados en pendiente, tejados planos o con formas suaves, para tener una caseta diferente de la del vecino. El principal inconveniente de la madera es que requiere un mantenimiento más o menos regular. Si no quieres estar todo el tiempo gastando dinero en pintura elige modelos en madera tratada en autoclave que es resistente a la putrefacción y a los insectos, o la madera termotratada (a alta temperatura e inyectada de vapor de agua), resistente a la putrefacción y al paso del tiempo. También hay casetas que se venden prepintadas.
El metal es el material más práctico para usar tu caseta como almacén de muebles y utensilios. Estos cobertizos son más bien feos y parecen un hangar industrial, pero cumplen perfectamente con su función y, además su montaje y mantenimiento son bastante sencillos. Y no so caros. No obstante, si deseas una caseta de metal de calidad, debes optar por el acero galvanizado y lacado. Aunque precisan de poco mantenimiento, la corrosión aparece al cabo de los años, sobre todo si se encuentran en un entorno expuesto al salitre. Conviene, por tanto, que apliques un antióxido o una pintura para metal.
La resina o el PVC son materiales que aúnan la estética de una caseta de madera y la facilidad del montaje de las casetas metálicas. Escoge, sin embargo un PVC de alta calidad, que resista bien los rayos UV y los cambios de temperatura. Las casetas de PVC son muy versátiles, ya que se fabrican con distintos diseños y colores que se pueden adaptar a cualquier entorno. Este material no precisa de mantenimiento, ya que se limpia simplemente con agua, y resiste muy bien a la humedad. Es el recomendable para zonas húmedas y lluviosas. El único inconveniente, es que si se rompe, no se puede reparar.
Aunado al material el estilo de una caseta de jardín, te define. Muchas son de madera o acero, con una e incluso dos puertas, y un techo a dos aguas. Se suelen usar sobre todo como espacio de almacenamiento, pero también podemos encontrar otros estilos diferentes:
Con tal variedad de estilos y modelos, podrás adaptar a la perfección, la caseta de jardín al estilo de tu vivienda o de tu jardín. ¡Deja volar tu imaginación!
Elegir una caseta de jardín con o sin ventanas, o con una o dos puertas, depende mucho del uso que se le vaya a dar, y lo que ésta contenga.
Para almacenaje se necesitan pareces ciegas y las ventanas no sirven para nada. Se debe elegir una caseta con ventanas si
La ventana o ventanas pueden ser:
Para casetas que se vayan a utilizar solo para almacenar o para poco más, bastará un modelo con ventanas fijas de material acrílico.
Piensa en la utilidad que va a tener la puerta antes de elegir el modelo de caseta más apropiado:
Si la caseta no tiene un buen cerrojo y vas a guardar herramientas o muebles de cierto valor, consigue uno. Ganarás en seguridad.
Elegir una caseta de jardín con suelo incluido o no depende de varios criterios:
Necesitarás un suelo si:
El material más utilizado para el suelo de la caseta es la madera, pero también puede ser de PVC o polipropileno, para las casetas de PVC y de resina. En muchas ocasiones viene incluido con el resto del material de la caseta, y no es necesario hacer una solera, y en ciertos casos se puede comprar por separado. En caso contrario, el suelo se coloca sobre una solera de hormigón que asegura el aislamiento y una protección adicional contra la subida de la humedad. Esta solera puede igualmente recubrirse de parqué, baldosas o cualquier otro revestimiento de suelo, para conseguir un acabado más estético y confortable. Si, además, instalas una capa de aislante entre el revestimiento y la solera, tendrás aún más aislamiento. Para prevenir la aparición de filtraciones por humedad puedes colocar también un film o lona de estanqueidad.
No pases por alto asegurar un buen anclaje de la caseta al suelo, aunque sea pequeña o tan solo un cobertizo adosado a la casa. No son raros los casos de un cobertizo arrancado por el viento por falta de fijación, lo que conlleva destrozos en nuestro propio jardín o, lo que es peor, en el del vecino.
Utiliza pletinas y escuadras para fijación ancladas sólidamente sobre la solera de hormigón con tornillos o pernos expansivos.
Ya solo nos falta el tejado. Piensa con la cabeza y escoge la cubierta en función de lo expuesta que vaya a estar tu caseta de jardín. La forma:
Por lo que respecta a los materiales, las cubiertas difieren en los distintos tipos de casetas, y dependen sobre todo de material de la propia caseta:
Sé inteligente, y elige la cubierta para tu caseta más apropiada para su entorno. En una zona húmeda evita la chapa y escoge placas bituminosas. Y si la caseta está muy expuesta al viento, adhiere muy bien las placas, o clávalas. Los más ecologistas pueden, incluso, encontrar casetas con cubierta vegetal y recuperar así algunos metros cuadrados de verdor. Para casetas de jardín con grandes superficies puedes instalar también canalones para la recogida de aguas pluviales (y ¿por qué no un recuperador de agua de lluvia?) y así evitarás que el agua se acumule en el tejado formando una gotera.
A lo largo de la guía hemos mencionado varias veces la superficie, sin embargo vamos a verlo ahora con más detenimiento:
Las superficies que encontramos en diferentes fuentes de información, así como en los manuales de los fabricantes, se expresan de diferentes formas, que hay que entender para no equivocarnos a la hora de elegir:
Puedes equipar tu caseta para optimizar el espacio de almacenaje con:
Una caseta de madera tendrá más posibilidades de acondicionamiento que una de resina o de metal (más fácil de colocar ganchos o estantes). Estos últimos pueden necesitar algunos elementos especiales que pueden resultar más caros. Del mismo modo, si deseas aislar mejor la caseta, será mucho más fácil construir una doble pared de madera que con sobre un panel de los otros materiales.
Recapitulando todo lo que hemos visto, vamos a resumir con unas cuantas preguntas lo más básico que debes tener en cuenta a la hora de elegir tu caseta de jardín:
Un último detalle que no debes pasar por alto es el cumplimiento de la normativa de urbanismo de tu Ayuntamiento. Asegúrate de que no existe ningún requisito especial a la hora de instalarla y de si necesitas, o no, licencia. Si, por el contrario, vives en una comunidad de vecinos y la quieres instalar en la terraza de tu ático, o en tu pequeño jardín, asegúrate de que tienes su conformidad. No te arriesgues a tener que quitarla una vez que la has instalado.
¡Un último consejo! Si la caseta no lo trae de serie, ¡coloca un cerrojo o un candado!
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Alberto, investigador y manitas, Barcelona, 38 fichas consejo
Tengo una formación de químico y me gusta mucho el bricolaje, actividad en la cual soy autodidacta. Soy un joven papá de 36 años y el bricolaje es para mí como el respirar; hablando en claro, hago un poco de todo. Entre mis trabajos, cabe destacar la instalación de 5 cocinas. Además de eso he renovado completamente un apartamento y he realizado un añadido a una vivienda. Con el fin de ahorrar costes, mi mujer y yo elegimos un acabado cubierto con estructura de madera para el añadido a la vivienda. Desde hace tres años, he llevado a cabo yo solo todos los trabajos de construcción, como el aislamiento, escayola, electricidad, lucidos, pintura, parquet, revestimientos, sanitarios, azulejos... En definitiva, 60 m2 enteramente realizados con mis propias manos. Menos mal que tuve a mi decoradora personal siempre a mano, porque como suele decirse, sobre gustos y colores no hay nada escrito. Y en estas cuestiones, las señoras suelen tener siempre la última palabra. Mi divisa es utilizar siempre buenas herramientas, excelentes productos y un 50% del trabajo terminado. El resto es solo cuestión de paciencia y de precisión. ¡Estoy a vuestra disposición para daros todos los consejos que necesitéis!