Ficha escrita por:
Eugenia, experta en droguería y decoración
Si la pintura está estropeada y se descascarilla, tendrás que lijar, limpiar y aplicar una imprimación adecuada para la superficie o, aún mejor, una imprimación especial para estancias húmedas.
Si hay manchas de moho, limpialas con un producto especial para paredes con manchas, aplica una imprimación para estancias húmedas y finalmente aplica la pintura. Es importante detectar el origen de la humedad, ya que solo la pintura no solucionará el problema...
Si la pared está pintada con pintura al disolvente y quieres repintarla con una pintura al agua, lija, limpia y aplica una imprimación adecuada o limpia y aplica una imprimación especial que te permita aplicar una pintura al agua encima.
Si la pared está en buen estado y está pintada con una pintura al agua, bastará con efectuar una buena limpieza y aplicar pintura especial para baños.
Si la pared es nueva (placas de yeso o escayola), tendrás que darle una imprimación de buena calidad para cartón-yeso o bien una imprimación universal especial para estancias húmedas y, a continuación, aplicar la pintura.
¿Estás dudando entre pintura acrílica y pintura al disolvente? Ten en cuenta que la pintura al disolvente es mucho más nociva y tiene un olor mucho más fuerte que una pintura al agua. Desprende más compuestos orgánicos volátiles (COV) que una pintura acrílica. Por su parte, la pintura al agua es inodora y se seca más rápido, y las herramientas se limpian con agua.
¿No sabes si una pintura clásica es conveniente para el baño? Las pinturas clásicas, al contrario que las pinturas especiales para baños, no tienen aditivos que las hagan resistentes al vapor y a la condensación. En consecuencia, son menos duraderas, tienden a hacer que aparezcan manchas de moho o peor aún, pueden ahuecarse.
Por eso, te recomendamos una pintura acrílica lavable especial para estancias húmedas.
La pintura al disolvente es más contaminante, tiene un olor más fuerte y su dilución y la limpieza de las herramientas se hacen con aguarrás o disolvente. Por estos motivos, se desaconseja usar pintura al disolvente en el 90 % de los casos. Se recomienda exclusivamente para pintar encima de antiguas pinturas al disolvente.
El mate se desaconseja en el baño salvo para el techo, siempre y cuando se use una pintura especial para el techo del baño, que es más lavable y más resistente al vapor y a la condensación que una pintura mate convencional.
Recordemos que el acabado mate oculta los defectos y las marcas del rodillo de pintura. Las paredes del baño deben limpiarse con una esponja con frecuencia, lo cual es incompatible con este acabado, que es mucho menos lavable.
Es posible darle un acabado brillante al baño, ya que es muy lavable, pero solo si las paredes tienen un acabado perfecto, puesto que el acabado brillante, a diferencia del mate, deja ver todos los defectos de la pared.
Sin embargo, el acabado más adecuado para una habitación húmeda es el satinado: su composición permite que, al secarse se forme una película muy resistente a la condensación. Además, las pinturas satinadas son lavables y las pinturas satinadas especiales para habitaciones húmedas lo son aún más.
Por eso, te aconsejamos una pintura satinada especial para baños para repintar las paredes del cuarto de baño. En cuanto al color, como en cualquier estancia, hay que saber combinar los colores y el mobiliario. En lo que se refiere al techo, el blanco es el más adecuado y sigue siendo el color que más claridad y luminosidad da al baño.
Para repintar el interior de una ducha con azulejos (tipo ducha de obra), existen pinturas que pueden aplicarse sin imprimación. Suelen estar compuestas de una base que debes mezclar con un aditivo que hace que la pintura sea resistente al agua.
Basta con lijar finamente los azulejos del alicatado con papel de lija fino, desengrasarlos bien con acetona o disolvente (atención: es necesario usar protección: gafas de protección, guantes y máscara obligatorios) y aplicar la pintura con un rodillo para lacar (de pelo corto para un acabado muy liso) en dos capas. No es necesario estirar la pintura, de lo contrario pierde sus propiedades cubrientes y resistentes. Aplica dos capas generosas respetando los tiempos de secado y listo.
También existen pinturas a base de resina que requieren la misma preparación que la anterior pero que se aplican de forma un poco diferente. Para empezar, habrá que aplicar una capa con el color que habrás elegido previamente y, a continuación una capa de resina transparente de acabado satinado mate o brillante según lo que prefieras.
Con estos dos tipos de pintura, normalmente compuestos de resina o teflón, también podrás repintar los muebles del baño (barniz, laminados, ya pintados... excepto los muebles encerados, para los cuales necesitarás un producto específico para eliminar la cera) y con la pintura a base de resina podrás repintar el lavabo, la bañera, el plato de ducha...
También tendrás que contar con unas buenas herramientas de pintor para aplicar la pintura:
Un rodillo adecuado para la pared;
una brocha redonda para pintar las esquinas, llamada también brocha de recortar;
un rodillo para lacar azulejos y los muebles;
lona de protección para cubrir el suelo y los muebles;
una bandeja en la que poner la pintura, así como una rejilla para escurrir el rodillo;
un mezclador para batir y homogeneizar la pintura (debe montarse en un taladro);
cinta de carrocero para delimitar las puertas, el borde de las ventanas, los muebles...
un mono de pintor o ropa vieja.
Puedes mojar el rodillo antes de usarlo para retirar las pelusas y pelos que pueda soltar.
Hazte con un alargador extensible para el techo pero también para las paredes. Así podrás tomar distancia de la pared que estás pintando y ver por dónde has pasado.
Entre una mano y otra, mete el rodillo en una bolsa de plástico. Esto evitará que se seque.
No pintes si hace demasiado calor o demasiado frío. Entre 15 y 25 °C es la temperatura ideal para que la pintura no se seque demasiado rápido ni tarde demasiado en secarse.
Existen films plastificados desechables que se colocan dentro de las bandejas de pintura para no tener que lavarlas cada vez.
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Ficha escrita por:
Eugenia, experta en droguería y decoración
Eugenia tiene 37 años y lleva 14 en el mundo del bricolaje. Empecé a trabajar en el sector para ganarme la vida, pero se convirtió enseguida en mi pasión.Todos estos años de práctica me han convertido en una profesional polivalente de la pintura y la decoración, pasando por las herramientas, el jardín y el mundo del sanitario. Me he encontrado clientes de todo tipo, incluso uno que me preguntó un día por ¡una chimenea de paracetamol!Me encanta el bricolaje, la decoración, las reformas y, sobre todo, compartir mis conocimientos. Mi actitud es siempre positiva y con ganas de aprender, soy vanguardista y me las apaño para encontrar siempre soluciones y trucos para facilitar el trabajo. ¡Aconsejarte, será un placer!