Ficha escrita por:
Ana, Pintora
Si hay una norma con la que uno no bromea, ¡es esta! De hecho, en pintura, nunca deben usarse más de 3 colores diferentes por habitación. En el caso de una cocina, el código de color a menudo corresponde al color de los muebles + 2 colores diferentes para la pared. Ejemplo: muebles de cocina color burdeos, paredes de alrededor de los elementos gris antracita y el resto gris claro. Ten en cuenta que el techo blanco no se tiene en cuenta.
¡Cuidado con las combinaciones de colores! Los colores vivos no quedan bien juntos porque se oponen entre sí y ambos llaman la atención. Así que debes elegir solo un color vivo por habitación, y si es posible en una sola pared, ya que el resto de colores serán colores neutros (lino, blanco roto, vainilla ...). Si quieres poner un segundo color en tu cocina, también puedes apostar por elementos decorativos (jarrón, cajas, velas ...).
De hecho, dependiendo de si tu cocina está abierta o cerrada, no tendrás la misma libertad a la hora de elegir colores.
Para una cocina abierta: es esencial combinar los colores de tu sala de estar / comedor con los de tu cocina para lograr un conjunto armonioso. Para esto, existen varias opciones:
Usa el mismo color en todas partes;
aplica un tono ligeramente más oscuro en una de las paredes (por ejemplo, para un conjunto de paredes de color crema, cortadas con una pared tostada o cruda);
haz un recordatorio de colores: si tienes elementos de color (cortinas, cojines, iluminación, un cuadro, etc.) mientras que las otras paredes se mantendrán neutrales.
Para una cocina cerrada, puedes dar rienda suelta a tu imaginación y crear un ambiente totalmente diferente al del resto de la casa.
Los muebles de cocina, la pared de la cocina o la encimera se convierten en elementos de referencia para el color. La idea es combinar su color con el de las paredes. Para colores claros (blanco, beige, madera en bruto, etc.), puedes conservar un estilo limpio si mantienes los colores idénticos o suaves y los cálidos (colores pastel: rosa, azul verdoso, amarillo suave) o elegir un tono vivo para romper un poco y aportar modernidad y alivio a tu cocina. Para elementos más oscuros, usa colores claros en las paredes y conseguirás equilibrar y suavizar la habitación.
Si tu cocina es pequeña, ¡no uses nunca colores oscuros en las paredes! Debes siempre tratar de favorecer los colores claros (blanco o beige) para dar una sensación de espacio y luz a la habitación.
También puedes jugar con los volúmenes manteniendo una base clara en todas partes excepto en un trozo de pared donde puedes poner un color oscuro. Esta operación aportará profundidad a una cocina estrecha o demasiado larga.
Por el contrario, si tu cocina es grande, pinta toda una pared con un color vivo (amarillo limón, rojo, verde, etc.) para darle un toque de energía a la habitación.
Si tu cocina es baja, pinta todas sus paredes oscuras y el techo muy claro. Con esto lograrás una sensación de altura debajo del techo.
¡Ten cuidado con las tendencias! Lo que puede alegrarte en un momento, te puede cansar muy rápido si tu nueva decoración no refleja tu personalidad y tu estilo de vida.
Una pintura llamativa puede resultar agresiva rápidamente para una persona que madruga demasiado y que necesita calma y serenidad para arrancar el día.
Lo mismo para aquellos que se hayan decantado por el brillo y el diseño ultramoderno del negro o del lacado blanco. ¿Has pensado en las miles de huellas dactilares y salpicaduras que tus pequeños dejarán en los muebles todos los días? ¿O cuando estés cocinando?
Los fabricantes compiten constantemente tratando de crear pinturas con colores, efectos sorprendentes y nombres de ensueño. ¿Tu corazón oscila entre el perla suave y el toscana salmón? Aquí tienes algunas explicaciones para tomar la decisión correcta.
¡Nos encanta el lado cocooning que los colores cálidos aportan a una habitación! Un ambiente de calma y serenidad, ideal para compartir con familiares o amigos durante una comida.
Los colores cálidos dan la sensación de un gran espacio de vida y captan la luz. El trío ganador es el beige - verde - marrón claro para conseguir un ambiente 100% relajado.
También podemos integrar algunos toques de color, ya sea manteniendo los tonos pastel o suaves para acercarnos a un ambiente escandinavo, o usando un color brillante como el naranja, el fucsia o el rojo para aportar cierta alegría. Los tonos tamizados de los colores también están muy de moda en este momento. Atrévete con el degradado de azul pato o el ciruela sobre un fondo beige o gris perla.
Para lograr un estilo elegante, atemporal y de diseño, tus aliados serán los blancos, negros y grises.
Para dar cierto alivio a su cocina, simplemente añade un toque de colores vivos: amarillo limón, naranja, rojo, fucsia, ciruela o verde anís. Ten cuidado ya que el color debe ser aplicado en pequeños toques para no resultar opresivo en la vida cotidiana.
Puedes aplicarlo en una sola parte de la pared o mediante elementos decorativos (robots domésticos, iluminación, utensilios de cocina, muebles, etc.). En versión lacada, el blanco y el gris darán un estilo retro a tus muebles para conseguir una cocina romántica con el encanto de antaño.
Si a pesar de todos nuestros consejos, todavía tienes problemas para combinar los colores, siempre puedes ayudarte con una carta de colores. Esta herramienta con forma de rueda y con los colores del arco iris contiene colores primarios, secundarios y terciarios y te permitirá probar la armonía de los colores, colocando delante los opuestos y los que se combinan bien.
Ficha escrita por:
Ana, Pintora
Autodidacta y apasionada del bricolaje y la decoración, me encantan las antigüedades, restaurar muebles, y crear otros diferentes y originales. Después de restaurar por completo la casa de mi hermana,¡me gustaría compartir mi experiencia con todos vosotros!