¿Cómo elegir pintura para paredes y techos?

Las pinturas para paredes y techos están compuestas por

• Aglutinantes o resinas;

• pigmentos;

• cargas;

• disolventes;

• aditivos.

Compuestos sólidos

Aglutinantes o resinas

Los aglutinantes o resinas proporcionan a la pintura sus propiedades de adherencia pues se endurecen al secarse en contacto con el aire. Los aglutinantes o resinas aseguran el buen agarre a la superficie la cohesión entre los componentes y la durabilidad de la capa de pintura.

Pigmentos

Los pigmentos son las partículas sólidas que aportan el color y la opacidad. No son solubles en la pintura sino que están en suspensión.

Cargas

Las cargas son sustancias que se añaden a la pintura, ya sea para aumentar su poder de cubrición o para espesarla. Talco, tiza, carbonato de calcio (resistencia a la intemperie), óxido de hierro magnético (para pintura magnética o mejorar el  aislamiento acústico), sulfato de barita (densificante), etc.  Según sea el tipo de cargas, la pintura tendrá una mayor o menor calidad.

Componente líquidos

Disolventes

Los disolventes se utilizan para poner los aglutinantes en solución, (para disolver). Este tipo de sustancia mejora la viscosidad y diluye la pintura. El tiempo de secado dependerá de su naturaleza. Se mezclan con la pintura (White Spirit) y pueden ser inflamables.

Aditivos o adyuvantes

Los aditivos son compuestos sólidos o líquidos que se añaden para dotar a las pinturas de propiedades adicionales, como por ejemplo

• Mayor penetración en la superficie;

• mejor adherencia;

• mayor rendimiento;

• tratamiento anti moho;

• propiedades hidrofugantes (repele el agua);

• secado rápido.

Las pinturas al disolvente o sintéticas son pinturas con base de aceite que se diluyen y limpian con disolventes tipo White Spirit o aguarrás. Tienen un gran opacidad, un buen acabado y son sumamente resistentes

Las pinturas al aceite están particularmente recomendadas para estancias húmedas (por ejemplo cuartos de baño) o que se ensucian con facilidad (cocina, pasillos) en que se necesita limpiar la pared.Las pinturas al disolvente tienden a ser reemplazadas por pinturas acrílicas o alquídicas por su gran contenido en disolventes. Es necesario ventilar bien la estancia, durante y después de su aplicación. Al utilizarlas es recomendable protegerse las vías respiratorias.

Su tiempo de secado es largo y su aplicación (a rodillo) requiere más atención para no dejar marcas.

Pintura acrílica o pintura al agua

Las pinturas acrílicas son las pinturas plásticas más habituales. Son aptas para aplicar en todas las estancias de la casa.

Su principal ventaja es que no despiden olores, por lo que son ideales para repintar todo el interior de la casa, ya que son poco contaminantes.

Otras de sus ventajas es que se limpian y diluyen con agua, y tienen un tiempo de secado corto, unos 30 minutos al tacto.  

Las pinturas acrílicas o plásticas no se deben aplicar directamente sobre pinturas al disolvente  sin imprimación previa, porque no agarran bien, y se terminaría por desprender de la pared. Si la pared estuviera en mal estado, es mejor lijarla y aplicar un buen producto de alisado antes de la imprimación.

Las pinturas acrílicas más respetuosas con el medio ambiente muestran la etiqueta ecológica europea Ecolabel, que indica una baja emisión de COV (Compuestos Orgánicos Volátiles).

El diluyente, así como la limpieza de las brochas y rodillos se hace con agua, que es lo más práctico y menos contaminante.

Una pintura entre la acrílica y al disolvente

La pintura alquídica es similar a la acrílica porque está compuesta principalmente por agua. Sin embargo, difiere porque contiene más resina alquídica, lo que la hace mucho más resistente que la acrílica.

Para entender bien el concepto, hay que comparar los diferentes tipos de pinturas.

Las pinturas acrílicas no se “estiran” tanto como las pinturas al disolvente. Estas últimas ofrecen mayor resistencia, son más contaminantes, requieren el uso de disolventes y tienen una alta tasa de emisión de COV (Compuestos Orgánicos Volátiles).

Si las comparamos, las pinturas alquídicas son de mejor calidad: desprenden poco olor, se limpian al agua, su tiempo de secado es corto (menos de una hora), una buena aplicación que permite obtener efectos lacados o brillantes y mayor resistencia.

Debido a su alta resistencia, las alquídico-uretano también puede usarse para pintar suelos de interior o de garaje, porque crean una capa más gruesa. Las pinturas alquídicas son además menos tóxicas y tienen una tasa de emisiones de COV más baja.

Hay varios tipos de pintura alquídica. Los más comunes son los alquídicos de emulsión, una buena alternativa entre las pinturas sintéticas (al disolvente) y las acrílicas. Siguen siendo, sin embargo, menos cubrientes que sus competidoras.

Elegir bien el acabado de la pintura para paredes y techos es una cuestión tanto técnica como estética. Existen tres tipos de acabados a elegir: mate, brillante y satinado.

Pintura acabado mate

Las pinturas mates son las más frágiles. Al reflejar poco la luz, las pinturas mates disimulan los defectos del techo o pared. Es una excelente opción para un techo antiguo, cuyos defectos resaltarían más con los reflejos de la luz. Son más recomendables para dormitorios o estancias de poco uso, que para habitaciones de niños o con más trote. Contienen menos COV que las satinadas o brillantes.

Pintura acabado satinado

Para repintar las paredes, es preferible utilizar pinturas satinadas porque son más resistentes y lavables. El acabado satinado se puede aplicar en todas las estancias de la vivienda, a las que da un aspecto sedoso. Su aspecto es ligeramente brillante, refleja la luz, se lava con facilidad y tiene un buen poder de cubrición.

Pintura acabado brillante

Las pinturas brillantes son aún más resistentes y son recomendables para marcos de puertas, rodapiés y carpintería de madera. Las pinturas brillantes son las más lavables, y agrandan ópticamente las estancias pequeñas y crean una sensación más luminosa en las habitaciones con poca luz. Se limpia con mucha facilidad. Pero el acabado brillante también resalta los defectos.

Los COV, o Compuestos Orgánicos Volátiles, son sustancias químicas contenidas en las pinturas que se liberan fácilmente en el aire al pintar. Hay más de 300 COV compuestos de carbono, hidrógeno, oxígeno, azufre, etc. Estas sustancias son sospechosas de ser tóxicas y cancerígenas. Los más comunes son:

• Formaldehído;

• terpenos;

• benceno.

COVs y salud

Como principio de precaución, es aconsejable evitar el uso de pinturas con altas emisiones de COV. Los posibles efectos negativos en la salud son:

• Irritación del tracto respiratorio;

• irritación de las mucosas y de la piel;

• perturbación del sueño;

• dolor de cabeza o mareos;

• picazón;

• reducción de la capacidad reproductiva (éteres del disolvente).

Se ha desarrollado un sistema de valoración para medir las emisiones. Las pinturas que lleven la calificación A+ son las que menos COV emiten y las que llevan la C, son las que más.En cualquier caso, conviene ventilar bien durante y después de pintar, y equiparse con una mascarilla de protección.

Se debe tener en cuenta que para cualquier combinación de pintura, la emisión máxima de COV se produce 3 días después de su aplicación. Una pintura se denomina sin COV, cuando sus emisiones son inferiores a 5g/l. El reglamento europeo de COV (Directiva COV 2007/2010) entró en vigor en enero de 2010 y determina: 30g/l de pintura mural, y 250g/l para otras.

*La concentración de COV debe venir indicada en las etiquetas de los botes de pintura.

Para qué usar una imprimación  

Una imprimación es una pintura técnica. Está concebida para preparar la superficie antes de pintar, para conseguir un buen acabado posterior, uniformizando la superficie, y reduciendo su porosidad. Aunque ésta no se aprecie a simple vista, la imprimación influye en el aspecto final del soporte. La elección de la capa interior dependerá del tipo de superficie.

Tipos de imprimación

Se eligen en función del tipo de superficie. Puede ser de varios tipos:

• Universal, para yeso o temple, hormigón, cemento o madera;

• especial para placas de cartón-yeso o de escayola;

• fijador de fondo, para endurecer y fijar las superficies frágiles o quebradizas;

• elemento de agarre, para pintar sobre superficies que ofrecen poca sujeción, como el plástico por ejemplo.

Los techos son superficies con propiedades específicas. Son poco susceptibles de recibir golpes, aunque tienen tendencia a agrietarse con el paso del tiempo. Como pintar estas superficies es incómodo y cansado, la mejor solución es utilizar pintura monocapa para conseguir un buen acabado rápidamente. 

Hay que recordar que existen pinturas con un marcador de color que desaparece al secar. El marcador de color permite visualizar lo que ya está pintado, para que ninguna zona quede sin pintar.Ten en cuenta que el acabado mate enmascara los defectos del techo y que el acabado brillante reparte mejor la luz y agranda la estancia ópticamente.

Hay pinturas y pinturas. No todas son iguales.

Si optamos por utilizar pintura con un precio demasiado bajo, ¡habrá que dar muchas manos para obtener un acabado de calidad! ¡Una pintura más cara y de mayor calidad evitará que se siga viendo la pintura anterior cuando vayas por tu cuarta mano de pintura! y ¡qué decir del ahorro de tiempo!

La calidad está determinada por:

• Su mejor agarre a la superficie;

• la reducida emisión de COV;

• mejor poder cubriente;

• mayor resistencia;

• acabado mate, brillante o satinado;

• mejor acabado;

• color más intenso y pronunciado;

• menor consumo.

Además, no pintamos todas las superficies con el mismo tipo de pintura. Las hay que sirven tanto para paredes, como para techos, aunque hay pintura para techos, pintura decorativa...

Pared o techo, tipo de superficie, que sea lavable, resistente a la humedad... ¡elige!

Número de capas de pintura

La mayoría de las pinturas necesitan dos capas, espaciadas por un tiempo de secado. Hay pinturas monocapas que como su nombre indica, solo necesitan una mano. De todas formas, hay que tener en cuenta que mientras más porosa sea la superficie, más manos habrá que aplicar, incluyendo a las pinturas monocapa.El número de capas dependerá también del poder de cobertura de la pintura. Si quieres pintar de blanco impoluto una pared negra, con una pintura de bajo poder de cubrición, lo único que podemos decirte es: ¡mucho ánimo!

Litros de pintura necesarios

Saber el número de litros que necesitarás, es muy fácil. Solo tienes que seguir las indicaciones del fabricante. El rendimiento de litros/superficie, siempre está indicado en la etiqueta. Existe una amplia variedad de tamaños de botes, que van desde los 0,5 a los 10 litros, o más. Compra siempre la cantidad más ajustada que necesites, tirando siempre un poco hacia arriba. Date cuenta que el precio por litro es siempre más económico en las envases grandes y que los valores que aparecen en los botes de pintura están indicados para una aplicación óptima.

Para asegurarte bien, a la cantidad indicada en el envase añade un 15% más

En los últimos años, han aparecido gran cantidad de productos insólitos. Podemos encontrar fácilmente pinturas de pizarra o pinturas magnéticas, para convertir una superficie en un tablón de notas. Las gamas de colores se han enriquecido también con un abanico de tonalidades muy completo y con nombres de lo más evocadores... o no. ¿serías capaz de encontrar la diferencia entre el tono Sáhara y el Duna?

Por lo que respecta al acabado, las pinturas mate son una mala elección para superficies alrededor de las que haya mucho tránsito.

Respecto al mantenimiento, todas las pinturas son lavables aunque a niveles diferentes.Hay que tener en cuenta también las emisiones de COV, y no olvidar que la condición necesaria para un resultado a la altura de tus expectativas es una buena preparación e imprimación. Equípate con las herramientas de pintura (bandeja, rodillo, cubierta protectora, mascarilla de protección, etc.), para pintar tus muros y paredes en las mejores condiciones.

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