Ficha escrita por:
Ester, hortelana autodidacta
Las cocinas que aparecen en las revistas de decoración son de un tamaño espectacular y permiten la instalación de una isla con espacio suficiente como para trabajar, cocinar y lavar además de comer. Pero una isla de cocina no tiene porqué estar necesariamente en el centro de esta estancia, ni incluir una instalación de agua y luz para cocinar y lavar en ella. Puede ser cuadrada, rectangular, estar fija o disponer de ruedas para desplazarla.
Los tipos de islas de cocina más habituales son:
Isla con zona de cocina o cocción: debe realizarse una instalación eléctrica para alimentar placas, fogones y una campana extractora decorativa;
isla con zona de lavado: en ella se puede instalar un lavavajillas además del fregadero, por lo que debe contar con instalación de entrada y salida de agua;
isla para cocinar y lavar: la que más a menudo aparece en las revistas de decoración y la que necesita de más espacio e instalaciones previas. Pero no nos engañemos, es la que todos deseamos para una cocina de ensueño;
isla de cocina como divisor de ambientes: cada vez es más habitual que la cocina se abra al salón o al comedor, y para ello se suelen utilizar las islas para delimitar espacios. Puede incluir zona de cocción y fregadero, zona de trabajo o ser una simple barra;
isla para preparación de alimentos y almacenaje: la zona superior nos permitirá trabajar cómodamente para preparar las comidas, y debajo podremos almacenar todo tipo de utensilios. Elige entre cajones, armarios o una combinación de ambos en función de tus necesidades;
isla como barra o mesa alta: la zona de trabajo puede utilizarse también como barra o mesa alta donde desayunar, leer el periódico e incluso hacer los deberes o trabajar desde casa. Bastará con unos taburetes a juego con los colores y el estilo de tu cocina.
Si ningún modelo de isla de cocina ya montado te convence y el bricolaje se te da bien, ¿por qué no crear tu propia isla según tus necesidades? Puedes utilizar módulos de armarios de cocina, distribuir puertas y espacios a tu gusto o partir de cero como nos enseñan en este video.
Algunos consejos para que tu isla de cocina sea lo más práctica posible:
La altura habitual de las islas de cocina es de unos 93 cms. Si vas a utilizarla para comer, añadiendo unos taburetes, ten en cuenta la altura de los mismos y la de niños y adultos que conviven contigo. Probablemente deberás añadir unos 10 cms más a los 93 de partida. El grosor del material de la encimera te permitirá ganar algunos centímetros más;
las islas de cocina que se utilizan para cocinar y lavar, deberían tener un mínimo de 30 cms alrededor de los fogones y del fregadero para evitar salpicar el suelo. La limpieza será mucho más rápida y eficiente y además, dispondremos de espacio para depositar platos, ollas cucharas o espumaderas mientras cocinamos;
si cocinas con regularidad, conocerás mejor que nadie tus necesidades de almacenaje y los utensilios que utilizas más. Diseña tu isla de cocina en función de estos detalles combinando cajones, cestillos y baldas, que puedes dejar vistos o cerrar con puertas.
Una isla de cocina puede crearse fácilmente a partir de módulos para cajones y para armarios con distinta distribución. Si ya sabes qué vas a guardar en ellos, plantea su diseño priorizando la comodidad. Ten en cuenta que es mucho más cómodo trabajar con un zócalo retranqueado para poder acercarte al máximo a la isla de cocina;
si tienes previsto utilizar la isla para preparar y trocear alimentos, ¿porqué no integrar un cubo de basura en la encimera? Ganarás tiempo en limpieza y te será más fácil reciclar la materia orgánica posteriormente;
si eres amante de los vinos, es probable que dispongas de un botellero en otra estancia o los guardes en el interior de un armario fresco y oscuro. Puedes utilizar los laterales para almacenar bandejas, moldes alargados, rodillos de amasar y otros utensilios culinarios de gran longitud o para ocultar un organizador de especias extraíble.
En una cocina de pequeño tamaño, la mejor opción es elegir un modelo de isla de cocina con ruedas o carro de cocina: no sólo podremos moverla a placer, sino mantenerla recogida contra una pared cuando no la usemos. Algunos modelos pueden incluso integrarse debajo de la encimera para aprovechar el espacio al milímetro.
Elige un modelo con mesa abatible para que ocupe menos espacio. De hecho, si lo que echas en falta en tu cocina es más espacio de trabajo pero no de almacenaje, puedes optar por una mesa con ruedas plegable, que cabe en cualquier rincón y puedes incluso utilizar en otras habitaciones de tu hogar.
Intenta utilizar colores claros en la decoración de la cocina, ya que ópticamente ganarás en sensación de amplitud. Utiliza accesorios organizadores para optimizar el espacio interno de los muebles, y conseguirás una cocina mucho más despejada y estéticamente, de mayor tamaño.
Si estás pensando en una reforma integral de tu cocina, plantéate la posibilidad de eliminar tabiques para abrir la cocina al salón o al comedor: ganarás no solo en espacio sino también en amplitud visual, y la nueva distribución de los muebles de cocina puede permitirte instalar una isla de mayor tamaño.
Elige módulos para armarios superiores de más altura para que lleguen hasta el techo: notarás un incremento importante en capacidad de almacenaje que te permitirá instalar una isla para trabajar más cómodamente o tener un espacio en el que mantener un carro de cocina contra la pared.
El blanco total sigue estando de moda, algo que probablemente ocurrirá siempre por aportar luminosidad y amplitud a las cocinas más pequeñas. Este blanco impoluto se vuelve brillante gracias a los acabados de muebles y encimeras, que reflejan la luz natural, y se combinan con madera para aportar calidez al conjunto.
Se llevan los colores oscuros, como el negro y toda la gama de grises que se combinan con tiradores de puertas y cajones metálicos. Se alternan tonos mates y brillantes gracias a los acabados del mármol, el granito o el porcelánico. No olvides elegir luces y campana extractora que combinen con el conjunto.
Los muebles en tonos metálicos y oxidados se combinan con madera o con encimeras de colores lisos. Utilízalos en cocinas de gran tamaño y con mucha luz natural.
Ficha escrita por:
Ester, hortelana autodidacta
Autora de PicaronaBlog. Hortelana autodidacta, imparto talleres de huerto urbano, colaboro en medios especializados y en 2014 publiqué mi primer manual de iniciación: Hortelanos de ciudad.