Ficha escrita por:
Cristina, microemprendedora de jardinería y otros
Como todas las especies vivas en la Tierra, las plantas necesitan agua para vivir y desarrollarse. Sin un aporte de agua adecuado, se secan y mueren. El riego del jardín o del huerto requiere una atención especial. Debe ser adecuado a las necesidades de cada variedad de plantas y tener en cuenta las variaciones climatológicas que pueden modificar la cantidad de agua necesaria y su frecuencia. En esta guía, vamos a tratar los dos sitemas principales de riego: el riego en superficie y el riego enterrado para el huerto con el fin de realizar un aporte de agua eficiente y justo.
El principio de riego manual es muy sencillo: basta con una regadera, una manguera, una lanza o una pistola de riego y proceder a regar con la cantidad de agua necesaria.
Más barato que un sistema de riego con aspersores.
Controlar por ti mismo la cantidad de agua.
Regar fácilmente los huertos de pequeño tamaño.
No economiza agua y es poco preciso.
No es un sistema adaptado para huertos de gran superficie.
Supone una elevada inversión de tiempo.
El riego manual está adaptado para las pequeñas superficies y para todas las especies vegetales del huerto. Permite regar planta por planta. De esta forma, las necesidades de la planta son bastante respetadas.
El riego por aspersión es un método que reproduce artificialmente la lluvia con la ayuda de elementos como el aspersor sectorial, aspersor oscilante o cañon de riego. Estas herramientas permiten un riego circular dentro de un radio determinado. El riego por aspersión se adapta a las superficies de los huertos y jardines más extensos y las praderas sin desperdiciar agua.
Permite regar de forma homogénea.
Es móvil y puede ser trasladado de una parcela a otra.
Se instala en todos los tipos de terreno.
Inadecuado en el riego de cultivos sensibles que pueden verse dañados como consecuencia del gran tamaño de las gotas producidas por el sistema de riego por aspersión.
No permite un riego adecuado y específico para cada variedad de plantas.
Favorece el desarrollo de las enfermedades, ya que el riego se realiza sobre las hojas.
El riego por aspersión se utiliza principalmente en la agricultura, especialmente en las explotaciones realizadas en monocultivo.
Por el contrario, en policultivo, es imposible adaptar el riego por aspersión a las necesidades específicas de cada planta.
El riego por irrigación, más conocido con el nombre de riego por goteo, se presenta en forma de tubos micro-perforados que recorren las hileras de plantas.
Programable: es posible ajustar la hora de activación del riego, la frecuencia y duración del caudal de agua a través de un programador.
Permite ahorrar agua.
La posibilidad de adaptar el riego a la variedad de plantas.
El sistema es fijo: no es posible mover los aspersores.
Las tuberías se suelen obstruir con los restos de cal.
La instalación y el ajuste conllevan tiempo y un poco de paciencia.
El riego por goteo es el más adecuado para los pequeños huertos. Preciso y económico, es conveniente para los jardines particulares, incluso si su instalación requiere de más tiempo que otros sistemas de riego.
El principio de riego enterrado es el mismo que el de riego por goteo, a diferencia de que su red de tuberías de riego está enterrada al pie de las plantas.
Economiza agua.
Programable en todos los niveles (inicio, velocidad y duración).
Estética.
Puede requerir la intervención de un especialista que tendrá que diseñar la instalación de la red subterránea, teniendo en cuenta las limitaciones del terreno, las tuberías de agua, tomas de electricidad, etc.
Su precio es elevado
Difícil mantenimiento.
El riego enterrado se adaptará a los pequeños huertos y a los cultivos agrícolas más importantes. Su mantenimiento y su instalación pueden ser complicados. Como para el riego aéreo, la aportación de agua puede realizarse desde un recuperador de agua, un pozo, etc. en cuyo caso será necesario una bomba de superficie, una bomba sumergida e incluso una motobomba.
Ficha escrita por:
Cristina, microemprendedora de jardinería y otros
Hace ya algún tiempo que pasé de ser ejecutiva del transporte de residuos a una agricultora especializada en horticultura ecológica. Tras obtener un título profesional en Agronomía, con opción de Producción Hortícola, intenté durante varios años establecerme como joven agricultora. Y tras muchas decepciones, finalmente me lancé como microempresaria de servicios a domicilio, especialmente de jardinería, ayudada por mi querido marido. Apasionada por la naturaleza y las plantas silvestres comestibles, estoy muy al día de las soluciones ecológicas que respetan nuestro entorno y que son aplicables a todos los aspectos de mi vida cotidiana. Desde el huerto hasta los parterres, desde la siembra hasta la cosecha, ¡Tengo todo tipo de consejos en mis cajones! No dudes en preguntarme tus dudas.