Ficha escrita por:
Francisco, Manitas
Una casa aislada, con puertas o ventanas fuera de la vista de los vecinos o de los lugares de paso, es una presa atractiva para un ladrón, que podrá tomarse todo el tiempo que necesite para irrumpir en esa vivienda. Los dispositivos antirrobo no son inviolables, pero si tu domicilio cuenta con una protección superior a la media, evitarás los robos de descuido y ahuyentarás a los allanadores inexpertos, que se centrarán en viviendas con ocupantes menos precavidos.
Dependiendo de la situación y de tu presupuesto, puedes optar por elementos simulados, poco costosos y fáciles de instalar, o bien reforzar la seguridad de tus puntos de entrada y aperturas. También puedes instalar sistemas electrónicos de seguridad, que pueden ser controlados a distancia, previa contratación de un servicio centralizado de alarmas.
Por pocas decenas de euros, existen medidas sencillas que reducen el atractivo de tu vivienda para los delincuentes, dificultan su acceso y dan la impresión de que tu domicilio está bien protegido.
Al encenderse ante la presencia de una persona, la iluminación exterior impedirá al intruso actuar con discreción. En el caso de que quiera actuar de incógnito, no tendrá nada que hacer. Si dispones de puntos de luz o de enchufes, la instalación es muy sencilla. De lo contrario, puedes optar por una iluminación alimentada con energía solar o con baterías. Su rendimiento es menor, pero no requieren una instalación eléctrica compleja.
Puedes programar la iluminación previamente con temporizadores o bien activarla a distancia desde tu smartphone para hacer creer que estás en casa. Los ladrones prefieren las viviendas vacías para limitar el riesgo. Un método sencillo, eficaz y nada caro.
El ladrón pensará -erróneamente- que tu vivienda está vigilada a distancia y preferirá un objetivo más asequible. Por un módico precio consigues un resultado de intimidación muy apreciable.
Una cámara falsa, normalmente a pilas o con batería, o con una fuente externa de alimentación que permita iluminar sus diodos de luz, e incluso con movimiento para dotarla de mayor realismo, hará pensar que tu vivienda está protegida con un sistema de videovigilancia.
Aunque, obviamente, también puedes instalar un sistema de videovigilancia completo y plenamente real.
El punto débil de una vivienda son sus puertas y sus ventanas. Las puertas correderas son fáciles de forzar. Es imprescindible reforzarlas para complicar el allanamiento. Un ladrón mal equipado o torpe pasará de largo y, por otra parte, habrá mayores probabilidades de que un intruso más experimentado sea descubierto en el transcurso de su actividad. Para aumentar la seguridad de tu hogar, puedes plantearte la instalación o la sustitución de diferentes elementos.
Esta cerradura está protegida contra el uso de ganzúas, la perforación y el arrancamiento. Su bombín no debe sobresalir más de 5 milímetros de la puerta para no ofrecer zona de agarre a las herramientas de posibles ladrones. Confía en la clasificación A2P, que garantiza que la solidez de la cerradura ha sido comprobada en ensayos estándar. Una cerradura multipunto de superficie generará quebraderos de cabeza a quien intente forzar la puerta, ya que limita poder usar el método de la palanca para abrirla.
Estas piezas angulares se colocan en los laterales y en la zona superior de la puerta, a lo largo del marco. Impide utilizar un pie de cabra (una barra de metal curvada en un extremo y punta aplanada en el otro) y hacer palanca para arrancar el frente de la cerradura o las bisagras de la estructura. Debe estar equipada con tornillos TRCC (cabeza redonda y cuello cuadrado) que no permitan un desmontaje desde el exterior.
Con dos botones o puntos por hoja, uno cerrado y el otro abierto, esta barra no puede ser retirada desde el exterior deslizando una herramienta entre la persiana, y complica su apertura usando una palanca. Hay que decir que existen barras con 6 y 8 puntos para proteger 3 o 4 persianas. Este tipo de solución también se adapta a anchos mayores, para proporcionar protección a puertas de garaje correderas, basculantes o en acordeón.
Las ventanas o puertas correderas son el punto débil de cualquier vivienda que aspire a una protección adecuada. Basta con colocar este cerrojo entre la hoja interior y el marco de la hoja exterior. Un giro de llave y estarán unidas. Estos cerrojos se ofrecen en diferentes colores para mimetizarse con la decoración. Si los compras en lotes, asegúrate de que se abren con la misma llave...
Colocado en una puerta de madera maciza, el cerrojo supone una dificultad añadida con un módico coste y una instalación sencilla.
Contrariamente a los tradicionales, los pernios tridimensionales no se pueden arrancar levantando una hoja que no esté bloqueada con una jamba, un bastidor o un ladrillo.
Proteger con rejas o barrotes las ventanas del sótano o del garaje, si están desprovistas de contraventanas, es un método sencillo y eficaz para aumentar la seguridad de estos huecos. Los barrotes de acero son difíciles de serrar. Hay barrotes redondos o cuadrados que contienen otro redondo que gira libremente sobre sí mismo, lo que impide que los dientes de una sierra o una amoladora consigan morder su superficie y cortarlo.
Una puerta de servicio de madera frágil o poco gruesa está a merced de un hacha. Si la sustituyes por una puerta gruesa de roble o de chapa (20/10), la posibilidad de una intrusión no será más que un mal pensamiento.
La instalación de una alarma independiente, conectada a un centro de vigilancia o a tu smartphone contribuirá a mejorar la seguridad de tu vivienda.
Adecuadamente colocados, los detectores de movimiento, de rotura de cristales o de aperturas no previstas te alertarán al instante de cualquier intrusión. Una alarma cableada es menos sensible a las interferencias o a las averías de sus baterías. Por su parte, los modelos inalámbricos se instalan muy fácilmente.
Una instalación de videovigilancia puede completar el conjunto. Si la conectas a un centro de seguridad a distancia, los operadores podrán saber en tiempo real qué está sucediendo en tu propiedad. Y si lo vinculas con tu smartphone, tú mismo podrás tomar parte en la vigilancia. En el caso de que las imágenes queden grabadas, será posible utilizarlas a posteriori para determinar los hechos y para desarrollar investigaciones policiales.
Si el ladrón consigue entrar, debes impedir que tenga acceso a tus bienes más valiosos. Guarda tus documentos administrativos, joyas, dinero en efectivo y medios de pago en una caja fuerte disimulada y empotrada en una pared para hacer imposible que la arranquen. Existen diferentes tamaños y grosores dependiendo del volumen y del valor de los objetos que quieras proteger.
Una sencilla alarma con detector de presencia, instalada en la estancia principal de tu vivienda o en un lugar de paso obligado, resulta eficaz para alertar de cualquier intrusión. Su activación ahuyentará a los ladrones, aunque procura hacerla inaccesible para ellos, de manera que no puedan inutilizarla.
La protección de una vivienda debe concebirse como una cadena en la que todos los eslabones deben ser lo más sólidos posible. Es necesario detectar los puntos débiles y suprimirlos; algo que está al alcance de todos si se aplica un poco de sentido común.
Los ladrones de altos vuelos saben cómo traspasar una puerta blindada o cómo desactivar una alarma muy sofisticada en pocos minutos. Por tanto, no debes facilitarles las cosas.
No dejes sin recoger tus herramientas de jardín o una escalera, elementos que supondrían una valiosa ayuda para un ladrón mal equipado. Si no dispones de sótano o de garaje donde guardarlas, invierte en un arcón o en una caseta de jardín.
Comenta a tus vecinos tus escapadas vacacionales o tus ausencias prolongadas. Ellos serán los primeros que detectarán situaciones anormales y podrán dar la alerta con facilidad. Pero hazlo solo con los de más confianza y cuando no te encuentres en lugares públicos. No sabes quien puede estar escuchando en un momento de despiste.
Ficha escrita por:
Francisco, Manitas
Desde pequeño me encanta el mundo del bricolaje y la jardinería. Hasta el punto que me compré una casa en el campo y la remodelé con mis propias manos. Mi mujer se encargó de decorarla a su gusto, y cuando tuvimos un hijo, me dediqué a hacer muebles para él. Mi próximo proyecto es hacerme un taller de bricolaje en casa, aunque por el momento tengo problemas de espacio.¡Espero poder ayudaros a elegir las herramientas que os hagan falta!