Ficha escrita por:
Jerónimo, Electricista
154 fichas consejo
Por comodidad, cada vez consumimos más agua potable. El consumo medio de una persona se calcula en 200 litros por día. Aproximadamente el 50% de esta cantidad de agua no está relacionada con necesidades de agua potable: descarga de la cisterna, lavadora, limpieza, etc.
El riego del jardín y del huerto son asimismo puntos de consumo muy significativos, por no hablar ya de las piscinas o del lavado del coche. Muchos litros de agua potable desperdiciados... y que pagamos a un precio cada vez más elevado.
Al margen del criterio puramente económico, también hay que tener en cuenta que los recursos hídricos no son ilimitados. El nivel medio de las capas freáticas está descendiendo sensiblemente desde hace una treintena de años. Distribuir agua potable de buena calidad se ha convertido en todo un desafío para los servicios públicos, así como de los operadores privados, tanto en términos de abastecimiento como de tratamiento.
Son muchas buenas razones para disminuir nuestro consumo de agua instalando un sistema de recuperación de agua de lluvia.
Es muy sencillo. La lluvia que cae en nuestro tejado y es dirigida a través de los canalones hacia una cuba de almacenamiento. Por norma general, y con independencia de la instalación elegida, se debe colocar un filtro grueso antes de la cuba, principalmente para impedir el paso de las hojas.
Si hemos elegido una depósito externo, la distribución del agua se lleva a cabo por efecto de la gravedad gracias a un sencillo grifo situado en la parte inferior del depósito, o mediante extracción con bomba sumergible o de superficie. Si hemos optado por un depósito soterrado, la distribución se realiza exclusivamente por bombeo.
Al margen del punto de distribución, y para evitar los desbordamientos, se conecta un elemento de evacuación (también denominado rebosadero) directamente a la red de recogida de aguas pluviales.
Evidentemente, es lo primero que debes preguntarte. El tipo de recuperador está directamente vinculado a tus necesidades. Como ya hemos visto, existen dos tipos diferentes.
Resulta poco frecuente que este tipo de recuperador se utilice para el suministro sanitario. Dado el volumen reducido de este depósito, el recuperador de agua de lluvia exterior se emplea para el riego o el lavado de herramientas y vehículos. Se instala muy fácilmente y no requiere una transformación importante de la red de evacuación existente. Gracias a un colector que se monta en la bajante del canalón, la lluvia que cae sobre el tejado es dirigida hacia el depósito. El rebosadero del recuperador está conectado directamente a la arqueta donde llega la bajante.
La capacidad de los depósitos exteriores varía de 200 a 2000 l y están hechos principalmente de polietileno porque son ligeros de manejar (¡vacíos!).
Se suele instalar un filtro grueso antes del colector. Con frecuencia se trata de un simple coladero en lo alto de la bajante. Esto evita que las hojas terminen dentro de la cuba.
En cuanto a la distribución, sencillamente podemos confiar en la gravedad colocando un grifo en la zona inferior del depósito. La mayor parte de estos depósitos están equipados con un empalme roscado de 2 pulgadas para colocar un tapón o un grifo. También puedes optar por una bomba sumergible que se coloca en el fondo del depósito, y que está equipada con una boya de nivel cuya función es detener el bombeo, cuando el agua alcanza el nivel inferior.
Asimismo podemos conectar una manguera de riego o un limpiador de alta presión. La potencia y el caudal de la bomba se deben elegir en función del volumen de nuestro recuperador de agua de lluvia (un volumen medio sería: 6 m3/h = 100 l/min).
La colocación de este tipo de depósito o cuba nos permite utilizar el agua de lluvia recuperada tanto para el exterior (riego, lavado, etc.) como para usos sanitarios (inodoro, lavadora, punto de agua no potable). En efecto, su gran capacidad aporta comodidad y cierta autonomía de uso. Su volumen puede ir de 1500 hasta más de 5000 litros. Estas cubas o depósitos pueden ser de polietileno o de hormigón.
Para su instalación debes llevar a cabo una excavación para instalar la cuba cerca de una bajante y en las proximidades de un lugar donde puedas introducir la canalización de distribución en la vivienda. Es imprescindible seguir las indicaciones del fabricante, así como verificar en tu Ayuntamiento si necesitas tramitar una licencia para realizarlo.
La instalación es asimismo un poco más compleja ya que, además del filtro grueso en el inicio de la bajante, debes colocar un filtro en la entrada del depósito, para limitar las pequeñas impurezas que podrían bajar del tejado. También debes instalar un rebosadero en la red de evacuación de aguas pluviales.
Para la distribución se instala una bomba, que puede tener varios modos de funcionamiento:
En caso de uso exterior, es conveniente disponer de un volumen de 1500 l como mínimo. Si tu terreno es extenso (> 100 m2), calcula el volumen del depósito teniendo en cuenta que necesitarás al menos 15 l/m2.
Según el INE (Instituto Nacional de Estadística), consumimos 132 l por persona y día (incluída agua potable). En el supuesto de una utilización sanitaria, estima que vas a necesitar (para 4 personas) 3700 l como mínimo a la semana. Y tendrás que añadir 900 l por cada persona adicional. Considera si además vas a limpiar el coche, poner varias lavadoras, etc.
Si vas a darle un uso mixto exterior y sanitario, lo único que tendrás que hacer será sumar los volúmenes.
Ejemplo: para una vivienda ocupada por 4 personas y que cuenta con un terreno de 150 m², será necesario un volumen aproximado de: 4000 + (15 x 150) = 6250 L, es decir un depósito que contenga a partir de 7500 L (volumen superior).
Ejemplo: Para calcular mejor el volumen que necesita para dimensionar tu colector de agua, toma como base las siguientes cifras: regar un jardín o huerto consume 15 l/m2, lavar un coche consume unos 200 l y un limpiador de alta presión consume unos 350 l/h .
También tendrás que instalar en tu vivienda una red específica de distribución del agua de lluvia recuperada.
Todas las modalidades que impliquen el uso de agua de lluvia para necesidades sanitarias están sujetas a la normativa UNE-EN 16941-1:2019. Habitualmente, los puntos más importantes de este reglamento son:
Si quieres disfrutar de las ventajas de la recogida de agua de lluvia durante mucho tiempo, es muy recomendable, independientemente del tipo de sistema que tengas instalado, vaciar y limpiar el depósito al menos una vez al año.
En el caso de un uso sanitario, debes limpiar de manera regular los diferentes filtros de la instalación para evitar taponamientos, obstrucciones y otros problemas de bombeo.
Si has instalado una bomba, sumergible o no, es recomendable limpiar con regularidad el filtro de aspirado (al menos una o dos veces al año).
También debes verificar de manera regular, y limpiar si es necesario, los canalones y las bajantes del tejado para retirar el musgo y las hojas procedentes de la cubierta.
Para quienes residan en regiones frías, una buena idea es vaciar el depósito exterior antes del invierno para que el hielo no la dañe.
Ficha escrita por:
Jerónimo, Electricista, 154 fichas consejo
Me formé como electricista y trabajé en este sector muchos años. Después me dediqué al mundo de la construcción, en elque tuve la oportunidad de coordinar, controlar y organizar varios proyectos de obra. Actualmente llevo 4 años restaurando una casa de campo con mi mujer y mi hija. Llevamos muchas horas invertidas en esa casa, y gracias a mi experiencia profesional y ahora también personal, me encantaría dar una mano a todo aquel que tenga dudas sobre el bricolaje y aconsejarle en algunos asuntos.