Ficha escrita por:
Sebastián, Manitas autodidacta
Los conductos de evacuación de humos se instalan en los dispositivos de calefacción que expulsan humo, como por ejemplo, estufas de leña, cocinas de leña, estufas de combustible, etc. Los tubos de estufa se fabrican con distintos materiales, diámetros y configuraciones, en función de los requisitos y las necesidades de la instalación. Pueden ser flexibles o rígidos y varían según el aparato de calefacción (caldera de gas de condensación, estufa de pellets, etc.).
Las tuberías flexibles se utilizan en los conductos con desviaciones, es decir, que no son rectos,tanto de piedra como de ladrillo. Su precio es superior a las tuberías rígidas. Las tuberías están sujetas a normas estrictas de instalación.
Los tubos, o conductos, pueden ser de pared simple o aislados (de pared doble). Pueden estar visibles en la estancia, o bien colocarse en la fachada exterior o en un antiguo sistema de evacuación de humos (chimenea de piedra y ladrillo). En lo que respecta al precio, el de una conexión de tubo de acero inoxidable aislado de pared doble puede ser fácilmente 10 veces superior al de una conexión sencilla de tubo de estufa de hierro galvanizado de 125 mm.
Antes de llevar a cabo cualquier instalación, es necesario informarse sobre las obligaciones y las normas vigentes relativas a la evacuación de humos del dispositivo de calefacción, que normalmente se incluyen en las instrucciones de instalación.
Dependiendo de las necesidades de la instalación, los elementos cumplen distintas funciones. Existen distintas conexiones, como codos, tes, manguitos o tapones. Tanto los tubos de evacuación de humos como sus conexiones se seleccionan según el tamaño de la salida del dispositivo de calefacción elegido.
Una te dispone de tres vías en las que se pueden conectar tres tubos.
La principal característica de los codos es el ángulo que forman. Los ángulos de los codos más habituales son de 45°, 60° o 90° aunque también pueden ser de 72°, etc. y ser lisos o acanalados.
El manguito sirve para conectar dos tubos cuando están uno frente a otro y tienen la misma configuración o diferentes diámetros. Los manguitos pueden incluir conectores hembra a hembra, macho a hembra o macho a macho y ambos extremos pueden tener la misma medida o ser reductores, por ejemplo, de Ø 97/83 mm.
Sirve para condenar la salida de un tubo. La conexión es tipo macho y se elige según el diámetro y el material.
Se trata de una conexión de acabado para instalarla alrededor del tubo y para sujetarlo a la pared. Aunque resulta indispensable en una instalación, la abrazadera tiene sobre todo una función estética, como las placas de acabado (estas últimas tienen la característica de ser estancas).
Las conexiones anticreosota eliminan el riesgo de que se forme creosota (la capa que forma el hollín en los conductos de evacuación de humos). La creosota es inflamable y es el origen de muchos incendios en chimeneas.
Las conexiones de hierro galvanizado son más económicas y de color gris. Su vida útil es más reducida que la de los tubos esmaltados o de acero inoxidable.
Los tubos de acero inoxidable son más económicos que los esmaltados, tienen una vida útil superior y un acabado brillante.
Los tubos esmaltados se encuentran disponibles en diferentes colores (negro, blanco, marrón, etc.), son los más caros y de mejor calidad.
Los tubos de estufas rígidos son de 25, 50 cm o 1 metro de largo y por lo general tienen un diámetro de:
83 mm y 97 mm;
111 mm y 125 mm;
139 mm y 153 mm;
180 mm y 200 mm.
Un conducto de chimenea soporta las altas temperaturas y garantiza la aspiración y la evacuación del humo. Los conductos de chimeneas se fabrican con acero inoxidable y se componen de un conducto de humo aislado y de un conducto de conexión (tubo revestido, aislamiento térmico externo). Los conductos de chimeneas sustituyen a los conductos antiguos fabricados de piedra, ladrillos, etc. Su instalación está normalizada (distancia, desviación y salida).
Si bien las conexiones y los tubos de estufas se comercializan al por menor, también se venden kits de fumistería (kit de estufas de pellets, kits con terminales, etc.).
Los kits se eligen según las normas de instalación vigentes en cada caso.
Un conducto de chimenea se compone de los siguientes elementos:
Una tubería flexible o rígida;
bridas de sujeción si la tubería es rígida;
abrazaderas de fijación;
una placa de estanqueidad;
un sombrerete protector de lluvia (exterior);
una conexión inferior con abrazadera de garras.
El conducto existente no debe tener más de dos desviaciones de 45°.
Cuando se atraviesan techos y buhardillas, debe dejarse un margen de seguridad de 10 cm (distancia con el fuego de la pared exterior del conducto, desde el primer material combustible).
Las secciones de tubería mínimas son las siguientes:
180 mm para un hogar abierto;
180 mm para un hogar cerrado o un insert que pueda funcionar con la puerta abierta;
150 mm para un hogar cerrado, un insert o una estufa de leña que funcione con la puerta cerrada.
Los conductos visibles se aíslan para evitar quemaduras. El conducto entubado deberá someterse a un estudio minucioso (deshollinado, ausencia de creosota y de alquitrán) para evitar que se produzcan incendios en la chimenea.
Las cámaras de distribución de aire caliente dispersan el aire por distintos espacios de la estancia.
Los kits de deshollinado incluyen un deshollinador redondo o cuadrado, denylon o acero y varillas de distinta longitud y nivel de flexibilidad.
El tamaño del deshollinador se elegirá según el diámetro de los conductos que se van a deshollinar y la longitud de las varillas, según la longitud del conducto.
Los deshollinadores de nylon se utilizan en las tuberías metálicas (inoxidable, hierro galvanizado, acero inoxidable) y los deshollinadores de acero se usan en los conductos de obra.
En cada municipio rige una normativa sanitaria específica; generalmente la norma establece la obligación de realizar dos deshollinados al año, incluido uno durante el periodo de calefacción (invierno). Puede consultar el reglamento del ayuntamiento. El deshollinado mecánico de las chimeneas, con el que se eliminan los depósitos de creosota, lo realiza un profesional (preferiblemente cualificado según la normativa local).
Una vez realizado el deshollinado, se emite un certificado que deberá presentarse al seguro en caso de siniestro (que se guardará o se enviará cada año a la aseguradora).
Ficha escrita por:
Sebastián, Manitas autodidacta
Mi lema es: aprender es mejor que pedir. Y...¿cuál es la recompensa final? Pues, una cerveza bien fresquita. La curiosidad por las cosas me ha hecho pasar muchas horas haciendo bricolaje, arreglando cosas por casa, construyendo muebles...espero poder ayudaros después de todo lo aprendido.