Ficha escrita por:
Beatriz, fan del bricolaje
Una buena planificación del espacio de la cocina se hace necesario, para rentabilizar y optimizar cada rincón, y diseñar una cocina útil e integrada. Para ello hay que considerar qué funciones de uso y qué necesidades de almacenaje vas a tener.
Los profesionales aplican el “triángulo de trabajo” al diseñar los elementos que componen la cocina, creando una zona de lavado (fregadero, lavavajillas), zona de almacenamiento (frigorífico, congelador, alimentos secos) y zona de cocina (placa, horno, microondas). Y los muebles deben respetar estas necesidades.
Los muebles o módulos de cocina cumplen distintas funciones:
Armarios para almacenamiento de vajilla o menaje de cocina;
caceroleros para guardar cacerolas o sartenes;
cajones para guardar la mantelería, los cubiertos u otros utensilios;
columnas para usar espacio diáfano dentro, o bien poner cestas o baldas en su interior;
despenseros, son una versión de columnas, para conservar alimentos y bebidas;
rinconeros extraíbles: para aprovechar huecos, o salientes;
escoberos para guardar cepillos, fregona y productos de limpieza;
muebles para empotrar electrodomésticos o el fregadero:
muebles específicos como rinconeros, estanterías, etc.
Los muebles de cocina se componen de:
Cascos interiores: es la estructura interna del mueble compuesto por los paneles laterales, superior, inferior y trasero;
puerta: el frontal del mueble o de los cajones;
patas: regulables en altura para facilitar el ajuste a posibles desniveles del suelo;
otros complementos: baldas, encimera, vitrina acristalada, cuberteros, etc.
Además de los muebles, para rematar estéticamente el diseño de la cocina existen otros elementos como zócalos, cornisas o tiradores.
La altura de los muebles se adapta según la altura de sus usuarios. La encimera debe quedar cómoda a la altura de la mano, para poder cocinar, fregar, o trocear los alimentos de manera ergonómica.
La altura estándar del mueble en España es de 70 cm, a la que se suma la altura de las patas de los muebles (que pueden quedar visibles o tapadas por el zócalo) y la encimera sobrepuesta, lo que hace una altura de uso de unos 85 a 90 cm desde el suelo.
La medida del fondo de estos muebles es de 60 cm, la que mejor se adapta a los electrodomésticos, aunque los hay de fondo reducido de 40 cm. La anchura frontal de los muebles es amplia: 15, 30, 40, 50, 60, 70, 80, 90, 100 y 120 cm.
El mueble bajo el fregadero tiene un espacio especialmente ancho y diáfano para permitir acceder al desagüe, el sifón y las acometidas de agua.
Naturalmente existen también muebles a medida, donde los muebles, también llamados cascos, pueden tener otras alturas, adaptadas a la altura de las personas que van a habitarla.
De manera similar a los muebles bajos, los altos deben ser accesibles a la mano, para que su uso sea cómodo estando de pie en la cocina. Se suelen instalar a 1,50 m desde el suelo, y a unos 55 cm por encima de la encimera.
La altura total puede variar según se prefiera que el mueble o armario, llegue hasta el techo o bien dejar un espacio entre el final del mueble y el techo. Para elegir la opción que más te guste, ten en cuenta que al llegar hasta el techo, te proporciona más espacio de almacenamiento, y su mantenimiento y limpieza será más fácil. No se acumulará suciedad o grasa encima.
Las alturas estándar disponibles son: 45, 70, 80 y 90 cm y la medida del fondo 30 a 35 cm, menor que la de los muebles bajos ¡para permitirte manipular los alimentos y moverte sobre la encimera, sin chocar la cabeza!
Las columnas son módulos más altos, llegan desde el suelo hasta el techo, o bien hasta el comienzo del mueble alto, lo que permite aprovechar mejor su altura para almacenar y ordenar:
Utensilios de limpieza: cepillos de barrer, fregona y productos de limpieza;
complementos para la ropa: tabla de planchar o tendedero plegable;
alimentos: con una estructura interior de baldas o cestas extraíbles, para almacenar latas, bebidas, y todo tipo de alimentos.
El fondo se adaptará al diseño de la cocina, en función de su ubicación, su medida será igual a la de los muebles bajos si alinea con ellos, o bien el de los muebles altos, si su ubicación está por ejemplo junto al frigorífico.
En cuanto a las alturas más comunes son: 90, 130, 156 o 220 cm, variando el ancho entre 40 y 60 cm.
Las puertas o frentes de cajón tienen distintos anchos: 25, 30, 35, 40, 45, 50, 60, 70, 80, 90, 100, 110, 120;
las encimeras: su fondo tiene una medida estándar entre 60 a 62 cm, y hechas a medida, de hasta 80 cm de profundidad. El grosor suele de 2 a 5 cm, según la calidad del producto;
las cornisas suelen tener entre 5 y 10cm;
los zócalos suelen medir de 10 a 15 cm. Juega con su altura y la del mueble, para sumar la altura de trabajo que desees desde el suelo.
Se recomienda que la placa vitrocerámica no quede pegada al módulo de al lado, es mejor dejar al menos 50 cm a cada lado, para dejar libertad de movimientos.
Entre el fregadero y la placa se deja al menos 60 cm, por higiene y seguridad.
Y muy importante, la distancia mínima de paso o pasillo, debe ser de 85 cm. Suficiente para poder abrir libremente la puerta de los muebles y electrodomésticos. Si tienes un mueble a cada lado del pasillo, y quieres abrir las puertas a la vez, recuerda dejar entremedias el espacio suficiente en el pasillo.
Ficha escrita por:
Beatriz, fan del bricolaje
Mi vida ha estado siempre rodeada de manitas y bricolaje, he crecido con mi padre reparando y utilizando todo tipo de herramientas, para madera, hierro, electricidad… Supongo que algo influyó para dedicarme profesionalmente ¡durante más de 17 años! al mundo del bricolaje. Me fascina y me divierte descubrir nuevos usos y estar al tanto de lo último. Es apasionante poder compartirlo, dar a conocer a otros este mundo y ayudarles a practicar el bricolaje con más facilidad.