¿Cómo reducir el consumo de agua?

En España, el consumo de agua potable se estima en 136 litros por persona y día. De ese volumen total de agua, se calcula que más del 90 % se destina a la higiene corporal (ducha, lavado de manos y dientes, inodoro) y al mantenimiento del hogar (fregar los platos, coladas, limpieza).

Aunque parezcan banales, acciones cotidianas como tirar de la cadena o darse una ducha constituyen la base del gasto en agua de los hogares. Haz un consumo responsable. Para ahorrar agua, la primera acción necesaria es dejar de desperdiciarla.

Localizar y reparar las fugas de agua

Un grifo que gotea puede consumir hasta 120 litros de agua/día. Una cisterna con pérdidas suma 600 litros más a la factura. Por eso, es indispensable detectar cualquier escape de agua y repararlo lo antes posible.

Un truco para detectar posibles pérdidas es observar el contador del agua antes de acostarse y volver a hacerlo al levantarse. Si los dos valores son diferentes:

• Examina cuidadosamente toda la grifería;
• comprueba asimismo la estanqueidad de la instalación y de la fontanería;
• revisa los grifos exteriores, las juntas y las entradas de agua.

Echa colorante en la cisterna para detectar si el agua sale constantemente. Si no encuentras el origen de la fuga, recurre a un profesional.

Si bien contar con instalaciones y equipos en buen estado es primordial, hacer un uso razonable de éstos es una condición «sine qua non» para reducir gastos.

Cerrar el agua

Un consumo responsable implica reducir al máximo el tiempo que estamos haciendo uso del suministro de agua.

• Cierra el grifo para enjabonarte en la ducha o lavarte las manos;
• mientras te lavas los dientes, cierra el grifo o llena un vaso de agua;
• en la cocina, no dejes correr el agua mientras friegas los platos;
• si vas a regar una parcela alejada de la vivienda, cierra el agua antes de desplazarte.

Cerrar el grifo lo antes posible permite ahorrar decenas de litros de agua a diario. Ayudarás al planeta ¡y a tu bolsillo!

Consumir agua de otra manera

Sí, hay que dar preferencia a la ducha antes que al baño, cuidando de que sea una ducha rápida. No hay problema en que laves el coche siempre y cuando uses un solo cubo de agua. Antes de abrir el grifo, reflexiona sobre el uso que vas a darle al agua potable. Cambiar el consumo de agua supone, ante todo, tomar conciencia y asumir la responsabilidad.

• Instala un cronómetro en el cuarto de baño para controlar la duración de las duchas;
• en cuanto a la cocina, si no tienes lavavajillas, opta por dos pilas, una para lavar y otra para enjuagar. Si no, coloca al lado un barreño de agua para aclarar los platos;
• para cocinar, la olla a presión es la que menos agua gasta;
• para calmar la sed, bebe agua del grifo en vez de recurrir al agua embotellada, especialmente si es de buena calidad. Si no es así, instala un filtro en el grifo, compra una jarra con filtro.

Cambiar el mecanismo de la cisterna

El mecanismo del inodoro supone el mayor gasto de agua. Los modelos de cisterna antiguos consumen 9litros de agua en cada uso.

• Opta por una cisterna de doble pulsador, de 3 o 6 litros;
• coloca una botella de plástico llena de agua y cerrada en la cisterna para reducir el volumen de agua desalojada cada vez.
• recuerda que los inodoros secos no consumen agua. Es la mejor solución en lugares donde no se dispone de ella fácilmente.

Elegir aparatos autónomos

Asegúrate de que la instalación tenga la capacidad correcta: si la presión es superior a 4 bares, instala un reductor de presión en la entrada general.

Administrar el agua de los grifos

• Instalar un economizador de agua en los grifos reduce el caudal del 30 % al 50 %.
• Utilizar un cabezal de ducha auxiliar, equivalente a la alcachofa tradicional de la ducha. Disminuye hasta un 75 % el consumo de agua.

Cómo elegir los electrodomésticos y optimizar su uso

• Si tu presupuesto te lo permite, opta por un electrodoméstico de bajo consumo. Consulta la etiqueta energética y elige la clase energética A+++;
• controla el volumen de agua utilizado en cada ciclo;
• en la lavadora, escoge el programa «eco» o «en frío»;
• la regla de oro es llenar siempre al máximo la lavadora y el lavavajillas antes de ponerlos en marcha.

Reciclar las aguas residuales

Piensa en toda el agua «limpia» desperdiciada.

• El agua de lavar las verduras y algunas aguas de cocción pueden usarse para regar plantas una vez que se han enfriado;
• recoge el agua de fregar los platos y úsala en el inodoro para evitar tirar de la cadena.

Utilizar el agua de lluvia

El agua de lluvia permite ahorrar mucho dinero.

• Instala un recuperador de agua en el jardín para sustituir el riego con agua potable;
• si esta instalación se conecta a la vivienda, el agua de lluvia puede servir para el suministro de una cisterna y una lavadora.

Controlar el riego del jardín

Regar mejor y elegir el momento adecuado

• En verano, no riegues si la temperatura es muy elevada; espera a la noche o la mañana;
• hacer una pequeña poza o surcos de riego alrededor de las plantas, permite reducir las pérdidas de agua;
• descompacta la tierra para permitir que el agua se infiltre mejor;
• la colocación de acolchados en los cultivos limita la evaporación del agua y también suprime la ingrata tarea de eliminar las malas hierbas.

Riego automático

El riego automático es una excelente manera de controlar el consumo de agua del jardín y ahorrarse el riego diario. Los programadores de riego más complejos pueden incluir un detector de humedad que permita, con total autonomía, no regar si ha llovido o está lloviendo. El riego por goteo optimiza el suministro de agua por su bajo consumo y el aprovechamiento directo por las plantas. Si no quieres embarcarte en una instalación como esta, puedes optar por una manguera microporosa. Si se conecta a un programador inteligente, aparte de disminuir la cantidad de agua consumida reducirá la factura del agua.

Para que te hagas una idea, hacen falta:

• 10 litros de agua para producir una hoja A4;
• 70 litros para una manzana;
• 8000 litros para un par de zapatos...

Estos volúmenes astronómicos representan la cantidad de agua necesaria para hacer crecer o transformar y transportar cada uno de estos productos. El concepto de «huella hídrica», impulsado por los organismos internacionales, refleja el consumo indirecto de agua vinculado a la producción industrial. Cuanto más naturales y menos procesados sean los productos, así como de origen local, menor será su huella hídrica.

¿Tienes curiosidad por descubrir tu huella hídrica? Hay asociaciones que ofrecen cuestionarios on-line para calcularla de forma precisa.

* Cifras del INE (Instituto Nacional de Estadística)

• Cómo recuperar el agua de lluvia
• Cómo elegir un sistema de filtrado del agua
• Cómo elegir un programador o un temporizador de riego

• Cómo mantener y reemplazar el cartucho de un grifo monomando