Ficha escrita por:
Lucas, apasionado constructor con madera, Pamplona
Con el contacto de agentes atmosféricos como el aire y el agua, la mayoría de los metales entran en un proceso de corrosión que puede modificar su apariencia a corto plazo, pero sobre todo puede deteriorarlos a largo plazo: hablamos del óxido.
Además de romper la estética, el óxido es conocido por debilitar los metales, sobretodo en el exterior, lo cual puede ser peligroso cuando los metales se utilizan en estructuras de carga o de mantenimiento.
Existen dos soluciones para remediar este problema: utilizar un metal inoxidable o, más simple, aplicar un producto de protección para evitar problemas. La pintura antioxidante se puede aplicar directamente sobre el óxido (después de retirar la pintura deteriorada o escamada para que no forme burbujas debajo, y termine por caerse), y detiene el proceso de corrosión.
Existe una gran variedad de productos antióxido destinados a evitar o a retrasar la corrosión de los metales. Puedes encontrarte todo tipo de casos, para los que encontrarás una solución adaptada a cada problema.
Podemos encontrar productos antióxido en estas dos bases. Una pintura al disolvente dura más y es más eficaz, pero menos ecológica debido a su composición, y su aplicación puede producir olores fuertes, así como la emisión de COV (Compuesto Orgánicos Volátiles). Una base acuosa se aplica fácilmente y su vida útil es más corta. Es recomendable optar por productos al disolvente resistentes en el exterior,y elegir los productos acuosos en el interior.
Es una cuestión que debes decidir antes de comprar. Los antioxidantes se comportan de manera distinta, algunos actúan solamente sobre metales ferrosos (fundición, hierro, acero) y otros sobre el cobre, latón. También existen productos compatibles con todos los metales.
Para terminar, los productos de protección antióxido se venden en dos modalidades distintas. En primer lugar, bajo un aspecto de imprimación, es decir, productos que se aplican en una capa inferior y que hay que recubrir con una o dos capas de pintura (esmaltes de colores). En segundo lugar, se puede aplicar directamente una pintura antióxido, con un acabado de tu elección (mate, brillante, satinado, etc.).
La pintura antioxidante presenta dos grandes ventajas que no podemos olvidar: un ahorro de tiempo importante y que obtienes inmediatamente el acabado deseado. Recuerda que el uso de una imprimación eficaz proporciona una mayor duración a los metales.
En cualquier caso, no dudes en asegurarte que cubres bien toda la superficie y las esquinas y rincones (incluso dando dos capas). Si te olvidas de aplicarlo en una pequeña parte, la humedad puede penetrar y el óxido puede aparecer y extenderse rápidamente.
Un fijador de óxido sirve para neutralizar el óxido, su función es el de cubrir y neutralizar su acción sobre el metal. El fijador sirve, por tanto, para eliminar cualquier posible riesgo en los metales que ya han sido atacados. Tras la aplicación, existen pocas posibilidades de que el óxido vuelva a aparecer, lo cual te permitirá aplicar un producto de acabado, como una pintura para metal o un barniz para metales. Ten en cuenta que para un mejor resultado, debes sanear la superficie con una lija para quitar totalmente el óxido.
A diferencia de un fijador, un desoxidante para metal es un producto limpiador, que merece un poco de esfuerzo. La aplicación de desoxidante se realiza con brocha o por inmersión, después de haber eliminado el óxido con el cepillo metálico; después, protege los metales ferrosos mediante fosfatado en frío (pasivación del proceso de oxidación).
El desoxidante es un producto muy eficaz para renovar los metales: tras la aplicación del desoxidante, tan solo tendrás que aplicar una imprimación antioxidante e incluso una pintura antioxidante y podrás estar tranquilo durante algunos años.
En forma de gel o de pintura, el decapante es indispensable para retirar toda la pintura antigua o deteriorada, porque reduce el trabajo largo y engorroso de tener que lijarla para quitar la viejas capas de pintura. Durante su aplicación es recomendable asegurarte una buena protección de las vías respiratorias y de las manos.
Para los amantes del efecto oxidado, también es posible acelerar la aparición de óxido y conseguir un efecto oxidado muy estético en tus metales. Se trata de un uso esencialmente decorativo. El activador de óxido se aplica con pincel o rodillo que debe enjuagarse abundantemente tras su aplicación.
Para resumir, existen dos métodos principales para renovar un trozo de metal:
La solución rápida y barata, que consiste en limpiar y pulir las piezas y aplicar una pintura antióxido en varias capas. Puedes escoger el acabado y ganar tiempo en las operaciones de preparación;
la solución larga pero duradera, que necesita la aplicación de un fijador o un desoxidante, una imprimación y una pintura especial para metales. Es un trabajo costoso, pero garantizará la duración de tu trabajo.
En ambos casos, pintar un metal oxidado requerirá siempre una preparación previa: limpieza al menos de las partículas de óxido sueltas con un papel de lija (de un grano 80), una cepillo metálico e incluso una lijadora o una pulidora equipada de un disco abrasivo de láminas (sobretodo si tienes que decapar grandes superficies).
La pintura antioxidante se aplica como una pintura clásica, con rodillo o brocha. Tan solo hace falta respetar el tiempo de secado entre las dos capas indicado por el fabricante.
En primer lugar, el metal, el hierro se oxida (la oxidación es el nombre usado para denominar el óxido de hierro). La corrosión u oxidación es la alteración de un metal tras el contacto de ciertos agentes atmosféricos oxidantes (alteración superficial de un metal no inoxidable en contacto con agua, aire, oxígeno, sal, etc.)
La oxidación de un metal ferroso es por lo tanto óxido de color marrón anaranjado, el cobre es verde grisáceo, el aluminio es alúmina gris claro, etc. Un proceso de oxidación anormal en el interior de tu casa puede revelar un problema de humedad en tu hogar que habría que solucionar. Es importante tener en cuenta que el óxido aparece y se propaga rápidamente: prueba a dejar una herramienta de acero bajo la lluvia y observa su estado a continuación.
Todos los metales que no son de hierro, puesto que el óxido es el nombre dado a la oxidación del hierro y pátina es el verde grisáceo del cobre. Algunos metales tienen una resistencia muy buena a los oxidantes o presentan una reacción mínima: la alúmina u óxido de aluminio, es una película blanquecina superficial no perforante.
La oxidación de zinc es comparable a la oxidación de la plata, del cobre y del aluminio, es tan solo una película delgada en la superficie hace que el metal sea más opaco, no altera la durabilidad del metal.
El inox es el nombre utilizado para el acero inoxidable (esta propiedad se debe a una cantidad de menos de 1.2 % de carbono y más de 10.5 % de cromo).
La galvanización permite también tratar los metales contra la corrosión.
El oro es el único metal inoxidable, pero que tiene como contrapartida su elevado precio.
El óxido se puede eliminar con un desoxidante aplicado con brocha o por inmersión de los metales ferrosos después de eliminar el óxido con un cepillo de alambre. Esta aplicación debe realizarse con equipo de protección personal (EPI).
Puede aplicarse igualmente el fijador de óxido, pero al contrario que el desoxidante, el fijador no quita el óxido sino que neutraliza -detiene- su desarrollo. En ambos casos, el material de hierro debe cubrirse con una pintura antioxidante para metales antes de una imprimación.
El aspecto oxidado se crea gracias a un activador de óxido que acelera el fenómeno de oxidación. Puede ser pulverizado, aplicado con brocha o esponja.
Como en el caso de otros productos, se recomiende el uso de EPI.
Ficha escrita por:
Lucas, apasionado constructor con madera, Pamplona
Después de haber trabajado algún tiempo en la construcción, en concreto en el sector de las reformas, pintura, embaldosado, carpintería, montaje de cocinas y de cuartos de baño, decidí obtener el diploma de montador-constructor de madera y creo que ha sido una buena decisión, porque no hay nada más agradable que trabajar una estructura o concebir una casa de madera. Me apasiona todo lo relacionado con el trabajo de la madera y uno de mis sueños es construir mi propia casa con este material. Además de eso, soy un auténtico incondicional de las herramientas utilizadas en la construcción: me encanta informarme acerca de las novedades, los métodos de utilización, los trucos y las prestaciones de cada herramienta nueva que sale al mercado, tanto las utilizadas para el trabajo de la madera, como todas las demás. Estaré encantado de daros consejos y de ayudaros a elegir. ¡Feliz bricolaje!