Ficha escrita por:
Lucas, apasionado constructor con madera, Pamplona
31 fichas consejo
La madera es un material muy utilizado en construcción, decoración interior y decoración en general. La madera es un material noble que embellece los espacios y aporta calidez a sus habitantes. Se utilizan más de 70 variedades de madera, que se dividen en tres categorías: maderas resinosas, maderas duras y maderas exóticas.
Estas maderas se utilizan tanto en estructuras como decoración, cerramientos y carpintería interior/exterior. Entre las más conocidas se encuentran el abeto, el pino, el alerce y el douglas. Si al cepillar un trozo de madera notas que un líquido viscoso (la savia), se va pegando a las herramientas, no hay ninguna duda, se trata de una madera resinosa. Las maderas resinosas crecen en regiones de climas templados, por lo que es muy común en Europa. La madera certificada de regiones europeas (FSC) garantizan la calidad de la madera.
Si tienes la suerte de tener un suelo de madera maciza de roble, entonces estaremos hablando de un tipo de madera dura. Esta categoría incluye las maderas de roble, castaño, haya, caoba, etc. Sus muchos posibles usos van desde la madera para estructuras, hasta revestimiento para ebanistería. Las variedades duras suelen ser más caras que las resinosas, por eso suelen reservarse para trabajos de alto valor. Sin embargo, ten en cuenta su durabilidad excepcional: un parqué de roble puede durar más de cien años.
Tal y como indica su nombre, estas maderas se importan, principalmente, de América del Sur, Asia y África, por eso tienen un precio tan elevado y su disponibilidad es algo aleatoria. Estas variedades están disponibles en una gran variedad de colores, que van desde el rosa/rojo hasta el negro. Por eso, estas maderas se utilizan en carpintería y revestimientos, ya que ofrecen un gran abanico de posibilidades estéticas.
Entre ellas encontramos las maderas de acajú, teca, ipé, palisandro, ébano, etc. Algunas variedades exóticas presentan densidades (relación entre su masa y volumen) superiores a 1, por lo que son difíciles de trabajar sin buenas herramientas, y no flotan, sino que se hunden en el agua. Ten en cuenta también que algunas variedades, como el ébano negro o el iroko, pueden ser tóxicas, así que acuérdate de tener en cuenta para qué vas a utilizar la madera, antes de comprarla.
Una de las tareas de mantenimiento de la madera interior más frecuentes, es la de conservar un parqué o suelo de madera en buen estado y, si es posible, alargar su vida útil. La mejor opción para esto consiste en aplicar un producto que cree una capa de protección sólida para preservarla de arañazos, pisadas y manchas: ésta es, precisamente, la función del barnizvitrificador. Ten en cuenta que el vitrificador es un tipo de barniz, así que tienen los mismos usos y propiedades, aunque el vitrificador es más resistente que un barniz normal.
Hay varios tipos de barnices para madera:
Al igual que con la pintura, el acabado de un barniz para madera o parqué está disponible en versión mate, satinada o brillante. Además, la madera se puede teñir al fabricarse, lo cual permite variar el tipo de acabado. Sin embargo, los tintes claros son inútiles para teñir madera de colores oscuros; para obtener resultados, primero habrá que decaparla y blanquearla totalmente, dejarla en su forma original y aplicar el acabado.
Si necesitas que la madera resista, te recomendamos que elijas un barniz o un vitrificador de calidad, ya que los de entrada de gama solo duran un año. Los productos de calidad duran varios años, por lo que con aplicarlos cada cuatro años tendrás suficiente.
Si has decapado (acuchillado para el suelo) la madera o el parqué totalmente, para optimizar la aplicación del barniz, puedes aplicar antes un tapaporos o, si es madera en el exterior, un fondo duro. El fondo duro satura los poros de la madera y permite optimizar la aplicación del barniz, garantizando un acabado perfecto.
Un pequeño consejo: los barnices y los vitrificadores raramente son monocapa, por lo que tendrás que lijar la superficie entre las dos capas de aplicación, para eliminar las fibras de la madera que se hayan levantado.
Recuerda que un pasillo tiene más tránsito que, por ejemplo, un vestidor, por lo que tendrás que aplicarle una protección adecuada, del tipo "tránsito extremo".
Para terminar, tal y como se explica más arriba, los productos de acabado para la madera se venden en base de agua o en base al disolvente. Los primeros son inodoros, pero pueden ser más frágiles. En el caso de los segundos, tienes que ventilar la estancia durante la aplicación, y utilizar una mascarilla de protección. Aunque su resultado es más duradero, son menos ecológicos y saludables.
La limpieza diaria puede variar dependiendo de si es un producto a base de agua o disolvente, y del tipo de productos que se utilicen. Se recomienda consultar las recomendaciones del fabricante al respecto ya que, por lo general, es conveniente evitar el uso de agua abundante.
La cera aporta una pátina, un brillo y un olor particulares. Si el aspecto de la cera tiene un acabado de primera calidad, muy natural, un parqué o mesa encerado es frágil y no está tan protegido como uno vitrificado o barnizado. Además, el parqué puede resbalar, y la aplicación debe hacerse con paciencia y de forma minuciosa. La cera, sólida o líquida, tapa los poros de la madera.
La cera puede ser:
El renovador, llamado a veces "popote ebanistería" o pulimento, sirve, sobre todo, para el mantenimiento de muebles con un acabado tradicional, es decir, encerado y patinado. Al igual que ocurre con la cera, se necesita algo de maña para aplicarla: con mecha de algodón o lana de acero, si queremos sacar la suciedad sin dañar el aspecto de la madera. El popote reaviva el brillo de la madera, los colores, difumina los arañazos y protege contra las manchas. Sirve para cualquier tipo de madera.
El popote desengrasante permite eliminar las manchas de grasa, preservando la pátina y homogeneizando el color y abrillantando. El color se elige teniendo en cuenta el color natural de la variedad de madera. Al igual que con cualquier otro producto de aplicación sobre madera, se aplica en el sentido de la fibra de la madera.
Al igual que el barniz, el aceite para madera es un producto de acabado que sirve para proteger la madera. El aceite embellece, devuelve el brillo, protege de la humedad, nutre la madera y, además, es natural. Se presenta en forma líquida y, al aplicarse con una brocha, los poros de la madera lo absorben, de manera que, al saturarse, la madera adquiere su característica hidrófuga.
Hay varios tipos de aceites:
Si decides aceitar el parqué, tendrás que hacerlo más a menudo que si eliges barnizarlo o vitrificarlo. En el caso de los parqués con mucho tránsito, podría ser cada dos meses y, en el caso de un parqué con uso normal, una vez al año o cada seis meses.
Si quieres limpiar en profundidad una habitación de madera encerada, tendrás que aplicar un desencerador y, sobre todo, olvídate de lijar la madera. El desencerador limpia y retira el aceite, de manera que podrás aplicar el producto de tu elección. El desencerador no se aplica con brocha, sino más bien con una bayeta o una mecha de algodón. Y nada de utilizar agua para limpiar madera aceitada o encerada, o correrás el riesgo de que queden manchas.
El blanqueador de madera le devuelve el color original a la madera: evidentemente, no se trata de un producto milagroso y nada sustituye a un buen decapado, más eficaz y económico. Sin embargo, es apto para retirar las manchas de humedad, moho, envejecido grisáceo y similares.
En gel o en polvo: protégete eficazmente durante la aplicación. Si quieres aclarar una madera, en el sentido de blanquearla, otras opciones son utilizar agua oxigenada, lejía, o también ácido oxálico o hidrosulfito de sodio. El alcohol de quemar también sirve para blanquear la madera. El uso de guantes, mascarilla y gafas, es obligatorio a la hora de aplicar todos estos productos.
A diferencia del parqué, las puertas no sufren las pisadas. El barniz se aplica con un pincel, una brocha o un rodillo, dependiendo de la superficie, y puede presentarse en líquido o en gel (este último no gotea). El barniz recubre la madera con una protección sólida lisa y duradera, y no es microporoso; no se utiliza en exteriores. El acabado puede ser mate, satinado o brillante, y el barniz puede ser incoloro; de color madera, como roble oscuro, roble claro, abeto, haya, nogal, etc.; o de otros colores, como azul, amarillo, etc.
Hay tres tipos principales de barnices para interior:
Con una ligera limpieza con agua o acetona (si lo permite el barniz), podrás eliminar cualquier huella o suciedad de tus puertas, que quedarán como nuevas. Al igual que con el parqué, merece la pena dedicarle algo de tiempo a lijar los marcos y puertas (con un abrasivo de grano más grande, al más pequeño) para que la madera recupere su belleza original.
El barniz para muebles y objetos de madera, que puede ser mate, satinado, brillante, incoloro o con color, tiene las mismas características que los barnices para parqué o puertas. El barniz para muebles crea una capa de protección y mejora el acabado. Tenemos los mismos tipos de barniz (nitrocelulósico, sintético y de poliuretano) y formas de aplicación (líquido o en gel).
El barniz protector para encimeras es un barniz muy resistente (impermeable, resiste a las manchas de agua y alcohol, a los impactos, a la abrasión, etc.). Su uso se recomienda para encimeras y mostradores.
El jabón para madera sirve para limpiar dos tipos de madera: maderas en bruto y maderas aceitadas o enceradas. El jabón limpia eficazmente la madera y aumenta su durabilidad, especialmente en el caso de los parqués aceitados. El jabón para madera se presenta en forma de pasta o líquida. Algunos jabones, de formulación ecológica, también tienen un perfume (para el que se utilizan aceites esenciales) y dejan un aroma muy agradable en las habitaciones.
Ante todo, para poder aplicar eficazmente una pintura, hay que hacer una preparación minuciosa: es imprescindible lijar la madera, sea del tipo que sea. También hay que elegir bien la pintura para madera para no tener que pintar la madera de espacios interiores de forma periódica.
Hay tres tipos de pintura para madera:
La madera en bruto absorbe una gran cantidad de pintura en las dos primeras capas. Para facilitarte la tarea, y poder ahorrar en pintura, aplica primero una imprimación o, incluso, una capa de pintura diluida (con el diluyente apto según cada tipo de pintura, agua, disolvente o aguarrás).
Para la aplicación de los productos, es imprescindible tener un paño de algodón que no suelte pelusas, y mecha de algodón para poder realizar un trabajo al detalle, especialmente para la aplicación de la cera y el aceite.
La lana de acero sirve para decapar ligeramente la madera sin rayarla. Se clasifica con "0": cuantos más ceros tenga la lana, más fino será el acabado.
La esponja de alambre se utiliza para hacer decapados más fuertes y deberás prestar atención al aplicarla para no dañar la madera.
Si vas a utilizar alguno de estos dos productos, no te olvides de ponerte unos guantes bien gruesos.
Los cepillos también son útiles para lustrar, frotar, para el día a día, etc.: en muy poco tiempo se convertirá en tu mejor aliado para el cuidado de tus maderas. Recomendamos el uso de cepillos de materiales vegetales naturales, más eficaces y flexibles que los materiales sintéticos.
El barniz para madera exterior crea una fina capa protectora sobre la superficie. El barniz tiene que ser particularmente resistente a los rayos UV y, dependiendo de dónde vivas, más o menos resistente a las inclemencias del tiempo, para no tener que volver a aplicarlo cada año (necesario en condiciones extremas). El barniz manifiesta su desgaste con la aparición de un aspecto con escamas o burbujas: en este caso, tendrás que lijar bien la madera y aplicar varias capas de barniz. El barniz es impermeable y no poroso, se puede resquebrajar con los movimientos de dilatación y contracción de la madera.
La pintura exterior para madera es una alternativa interesante al barniz, no solo por sus propiedades de protección, sino también por la elección de colores y acabados posibles. Una vez aplicada, se puede limpiar con agua y frotarla e, incluso si fuera necesario, aplicar encima una nueva capa de pintura, después de un ligero lijado.
Tanto en el caso del barniz como de la pintura, no hay que olvidarse de aplicar el producto rellenando las vetas o fisuras naturales de la madera, ya que es ahí donde el agua se infiltra más rápidamente.
Al contrario que el barniz, el lasur es no filmógeno, sino microporoso, así que penetra en los poros de la madera y la protege, dejándola también respirar y resiste el "movimiento" natural de la madera. El lasur está disponible en líquido o en gel y en diferentes colores y acabados. Tiene una gran resistencia a los rayos UV y es fungicida. En los climas más difíciles (zonas marítimas y montañosas), se recomienda utilizar lasures para condiciones extremas.
A diferencia del barniz, el tinte no forma película, penetrará los poros de la madera y la protege mientras la deja respirar. La tinta está en formato líquida o en gel y en diferentes colores y acabados. Su resistencia a los rayos UV está probada y según el tipo de producto, fungicida.
El aceite también es excelente para proteger las maderas exteriores (vallas, suelos, persianas, etc.). Está disponible en diferentes formas y acabados, como mate o satinado, y en diferentes tonos (roble, teca, pino, etc.) y la mejor forma de aplicarlo es con una brocha o un cepillo plano.
Se recomienda elegir un aceite a base de productos 100% naturales y sin aditivos químicos.
Los saturadores, también llamados "impregnantes", saturan las fibras de la madera en profundidad, dejándola también respirar, de manera que ralentiza la acción del agua y los rayos UV, lo cual es perfecto para ralentizar también su pérdida de color. El saturador es un producto ideal para los suelos de madera, especialmente los de maderas exóticas. Una vez aplicado, retira el exceso de aceite con una bayeta y deja reposar la madera antes de utilizarla. Hay saturadores en base al agua, más ecológicos, o en base al disolvente, más eficaces y fáciles de aplicar.
Los preparadores optimizan la aplicación de un producto de acabado. Se dividen en renovadores, estabilizadores y fondos duros.
El estabilizador de madera estabiliza y protege la madera durante los primeros meses de exposición (reduce el riesgo de agrietamiento, deformación, etc.).
Si quieres aplicar un aceite de saturación sobre una madera que ya ha perdido algo de color, es una buena idea aplicar un renovador desengrasante para facilitar la aplicación y el acabado del aceite.
Es imprescindible realizar una limpieza eficaz en maderas viejas, que ya se hayan tratado varias veces o que hayan estado sometidas a la contaminación: el desengrasante elimina las capas de suciedad de grasa acumuladas. La aplicación del desengrasante, que se hace con un paño o una brocha, debe ir acompañada de un lijado.
El decapante elimina las capas de los tratamientos aplicados a la madera, ya sean barniz o pintura. Eficaz, el uso del decapante se debe combinar con un lijado. No te olvides de ponerte unos guantes, una mascarilla y unas gafas de protección.
Un relleno para juntas es un producto que se utiliza, especialmente, para tapar las juntas del suelo de madera -si son demasiado anchas o antiestéticas-. ¡Atención! Hay que mezclarlo con restos del lijado de la misma madera, para que las zonas reparadas se fundan totalmente con el parqué. Un pequeño truco si no tienes ningún relleno a mano: puedes utilizar cola para madera con un poco de serrín.
La pasta para madera es imprescindible para cualquier amante del bricolaje, ya que sirve para rellenar y corregir las imperfecciones de la madera (menos de un centímetro de profundidad). Utiliza un pequeño cuchillo de vidriero o una espátula para su aplicación. Tanto si es de color o tiene que pintarse, hazte con hojas de lija para lijarla después de secarlo.
La masilla para rellenar, o masilla de madera, se utiliza sobre todo para tareas de rellenado más importantes: tarda más en secarse y es más dura para trabajarla, ¡especialmente en un lijado manual! Sin embargo, es mucho más eficaz en grandes trabajos. Información útil: las masillas de dos componentes se tienen que mezclar y son muy eficaces. Sin embargo, se secan muy rápido, así que es conveniente prepararla en pequeñas cantidades.
Las ceras de rellenado son muy eficaces para los trabajos de precisión en ebanistería. Están disponibles en diferentes tonos y son ideales para atenuar las imperfecciones y los pequeños orificios en los muebles, sobre todo si ya están barnizados o tratados. Solo tienes que ablandar la cera y aplicarla con una herramienta de precisión o, incluso, con los dedos. Una vez seca, no se lija, sino que, simplemente, hay que frotar con un paño suave la parte reparada para lustrarla.
Puedes ampliar enormemente la durabilidad de tu suelo de tarima o losetas de madera, si realizas las operaciones de mantenimiento necesarias a menudo. Regla número uno: el uso de limpiadores a presión está totalmente prohibido o, si lo utilizas, tendrás que hacerlo con poca presión para no estropear el producto de acabado de la terraza. No hay una receta milagrosa para garantizar la belleza del suelo: simplemente, hay que hacerse con un cepillo y una escoba y limpiarlo de forma periódica. El uso de un jabón para madera natural es muy eficaz y ecológico.
Si tienes un parqué aceitado o encerado, límpialo sólo con una escoba o una aspiradora, ya que el agua es nocivo para este tipo de suelo. También se recomienda no caminar por este tipo de parqué con calzado, sino en zapatillas ¡o descalzo!. Si hay alguna mancha, utiliza un desencerador adecuado y frótala antes de volver a aceitar o encerar la madera.
Para los parqués o tarima barnizados, la aspiradora y la fregona son perfectas. Si hay alguna mancha, utiliza un jabón para madera y, si no desaparece, lija la zona y vuelve a aplicar el mismo barniz. El parqué laminado se limpia con agua y un producto de limpieza jabonoso. No utilices papel de lija a no ser que haya manchas.
La madera con tratamiento autoclave es un tipo de madera con un tratamiento intensivo contra la humedad, el agua y los ataques de insectos xilófagos. Con el paso del tiempo, se puede reducir la eficacia del tratamiento y, si tienes alguna duda o la madera presenta signos de fatiga (sobre todo si está en el exterior), habría que aplicar con brocha o rodillo un producto insecticida y fungicida, o un lasur, que combina protección y acabado.
Algunas maderas exóticas, como la de ipé y la de teca son imputrescibles. Para el resto, la aplicación de un aceite para madera exótica garantiza su durabilidad y un acabado preciso. Si la madera se ha decolorado con el tiempo: aplica un renovador a tus muebles de jardín o terraza.
Es difícil contestar a este tipo de pregunta con precisión. Una casa o caseta de jardín con estructura de madera, tiene varios componentes de madera: la estructura, la carpintería, el suelo de madera, las puertas, los cerramientos, etc. En lo que respecta a la carpintería y la estructura, se recomienda elegir maderas con tratamiento autoclave desde la construcción, ya que son resistentes al agua y los insectos.
Si, en ocasiones, se puede volver a tratar una estructura que está a la vista (vigas, etc), es más difícil acceder a la estructura de las paredes, así que hay que prestar mucha atención. Los rayos UV hacen que los cerramientos (ventanas, etc) se decoloren: esto no se puede evitar de ninguna manera, excepto con la aplicación de un renovador. De todas formas, es difícil evitar esta reacción al sol. Puedes utilizar chorros a presión para limpiar el moho y suciedad, manteniendo una distancia de seguridad, pero lo mejor es utilizar un cepillo.
Desde el principio se deberá aplicar preferentemente un lasur o protector decorativo (que, al contrario que el barniz, deja que la madera respire) y, con el tiempo, proteger de forma continua la madera de las inclemencias del tiempo, los insectos y el moho.
El uso de un sistema de gestión del aire interior, tipo VMC, combinado con una estanqueidad al viento eficaz en las paredes, permite evitar la condensación de humedad en estas últimas y, por tanto, de terminar con una colonia de hongos en un tiempo.
Ficha escrita por:
Lucas, apasionado constructor con madera, Pamplona, 31 fichas consejo
Después de haber trabajado algún tiempo en la construcción, en concreto en el sector de las reformas, pintura, embaldosado, carpintería, montaje de cocinas y de cuartos de baño, decidí obtener el diploma de montador-constructor de madera y creo que ha sido una buena decisión, porque no hay nada más agradable que trabajar una estructura o concebir una casa de madera. Me apasiona todo lo relacionado con el trabajo de la madera y uno de mis sueños es construir mi propia casa con este material. Además de eso, soy un auténtico incondicional de las herramientas utilizadas en la construcción: me encanta informarme acerca de las novedades, los métodos de utilización, los trucos y las prestaciones de cada herramienta nueva que sale al mercado, tanto las utilizadas para el trabajo de la madera, como todas las demás. Estaré encantado de daros consejos y de ayudaros a elegir. ¡Feliz bricolaje!