Ficha escrita por:
Lucas, apasionado constructor con madera, Pamplona
El funcionamiento de un torno de madera y torno de metal es el mismo: una correa impulsada por un motor hace rodar el eje sobre el que se coloca la pieza que se va a mecanizar (ahora veremos cómo). Junto al motor, encontramos el cabezal fijo y justo delante del mismo y perfectamente alineado, el contrapunto. Este último se regula lateralmente en función de la longitud de la pieza que se vaya a trabajar.
Al revés que otras máquinas, la potencia de corte se realiza por rotación de la pieza y no por la rotación de la herramienta. Conociendo esta información, entenderás mejor lo que te explicamos en las siguientes líneas.
Si no cuentas con un gran taller ni tienes necesidades profesionales, te ofrecemos unos consejos que te ayudarán a elegir de manera sencilla.
De 30 a más de 600 kg para los tornos de madera y de 22 a 1.700 kg para los de metal. ¡Entrena esos bíceps!
Las máquinas de gama más bajas, tipo mini-tornos de madera son asequibles teniendo en cuenta que un torno de metal es al menos cuatro veces más caro. Para los de gama superior... ¡Quizá debas esperar unos meses más hasta que ahorres lo que necesitas!
500 W son suficientes para las máquinas de gama baja, pero ten cuidado con los tipos de madera y metal que vayas a mecanizar. Para los locos de las virutas, se puede llegar a 2.250 W en madera y 5.500 W en metal.
En cuanto a las dimensiones, debes fijarte en el tipo de mecanizado posible.
Para los tornos de madera, la longitud máxima de torneado (llamada distancia entre puntos) comienza a 320 mm pero puede llegar a los 1.270 mm. Recuerda que se puede ajustar la distancia entre puntos de la mesa un torno de metal y un torno de madera (algunos llegan a los 2.500 mm de longitud) sobre la mayoría de los tornos, así que piensa con la cabeza y no con los ojos si lo único que quieres es mecanizar las patas de una mesa. A continuación viene la capacidad máxima de diámetro del torneado (también indicada por la altura de puntos) que condiciona la anchura de las piezas que se vayan a mecanizar. 400 mm sería más que suficiente;
en cuanto al torno de acero, opta por una distancia entre puntos de 400 mm si te lo puedes permitir. Tendrás una máquina más polivalente que con 250 mm. 1.500 mm es una medida reservada a los profesionales. En cuanto al diámetro máximo de mecanizado, 200 mm está bien para empezar.
Para un torno de acero, hay otros datos a tener en cuenta: el recorrido del carro longitudinal y transversal. Con el acero, se guía un carro dotado de una herramienta de carburo. Es esencial, por tanto, que los reglajes sean extremadamente precisos. Ese carro también puede desplazarse automáticamente en los dos planos: en ese caso, haría falta una regulación óptima que permitiera elegir hasta una centésima de mm por vuelta . ¡Que no cunda el pánico! Muchas de ellas vienen ya reguladas.
¡Vamos a aprenderlo enseguida! En los tornos, el eje que está accionado por el motor va enroscado en el extremo (se llama cabezal de husillo) para poder recibir los accesorios.
Es prudente que este roscado sea de M33 x 3,5 mm puesto que corresponde a la medida estándar europea y permite encontrar los accesorios más fácilmente y por menos precio.
El cabezal de husillo puede ser calibrado con un cono Morse: los más corrientes son de CM2 mientras que los modelos para banco a veces se calibran con CM1. En cualquier caso, te permitirá integrar fácilmente todos los accesorios que hay en el mercado en tu torno. ¡Mejor que vayas aprendiendo Morse!
En cuanto al cabezal fijo, ¡ya lo sabes todo!
A la altura del cabezal móvil, el eje horizontal también puede recibir un cono Morse para acoplar portaherramientas y accesorios, pero sobre todo es regulable, casi siempre por medio de un volante. ¡Esto es muy importante!
De esta manera, primero se desplaza el bloque del cabezal móvil y se termina de ajustar gracias al volante para apretar la pieza que vayamos a mecanizar. Este proceso sirve también para perforar una pieza. Esta información se denomina ajuste del contrapunto.
Los modelos permiten recorridos de una treintena de mm a más de 150 mm. Esta información no es importante (salvo si eres un profesional) dado que una escala de reglaje micrométrica va inscrita sobre la funda para poder guiarte.
Hay algunos accesorios indispensables para trabajar y otros que puedes añadir dependiendo de tu inspiración y de tus ganas de esforzarte.
Dientes de arrastre, bandeja, plato giratorio, porta-pinzas, pinzas... ¡Vas a verte obligado a convertirte en un experto para poder usar el torno! Un consejo: los platos giratorios para torno van equipados con mordazas, que se comprimen o expanden para sujetar tus piezas. ¡Un mandril de 4 mordazas es una buena pieza!
Tu mejor aliado. En la versión de madera, se coloca la herramienta para disminuir el esfuerzo y garantizar la constancia del corte. Debe ser regulable en altura y lateralmente y a veces puede orientarse a 180º para colocarlo dentro del eje de una pieza.
En la versión de metal, se colocan las herramientas de corte: regulable como el de madera, también debe permitir el desplazamiento transversal. Sobre todo, la precisión de guía debe ser óptima y mantener el corte.
¿Qué sería de los trabajos con tornos sin un copiador? Se encarga de seguir el trazado de una plantilla y de reproducirlo en una pieza nueva de la manera más sencilla.
Tremendamente útil para quienes trabajen con piezas grandes. Aseguran una mayor precisión en el trabajo y evitan todo tipo de accidentes.
Entre los accesorios opcional, pero no por ello menos prácticos, sugerimos:
Botón de parada de emergencia;
pantalla digital que indique la velocidad de rotación y las medidas deseadas;
control de marcha/parada extraíble, que se coloca mediante imán en el lugar donde queramos seguir trabajando;
un aspirador de virutas para ahorrarte limpiezas interminables.
Si sigues sin decidirte, piensa bien en tres cosas: el uso que vayas a dar a la máquina, sus dimensiones y la potencia que vayas a necesitar.
Si aún tienes dudas, decántate por el modelo más eficaz, ya que te permitirá seguir avanzando y perfeccionando tu trabajo.
Ten presente que el uso de los accesorios de mantenimiento y de corte (cinceles y escoplos para la madera y herramientas de torneado para el metal), requieren una inversión importante, así que no te dejes todos tus ahorros en el torno.
En cuanto a los tornos de metal, hay que tener cuidado con la elección de los materiales que puedas mecanizar, especialmente con los tornos de banco, que pueden presentar ciertas restricciones en este sentido.
Y sobre todo, ¡no dudes en colocar con firmeza la bancada de la máquina para evitar una catástrofe!
Para la actividad de torneado debe utilizarse equipos de protección individual (EPI). No trabajes sin:
Gafas protectoras para evitar accidentes en los ojos con las virutas;
guantes para evitar heridas en las manos;
protección auditiva ya que algunos tornos pueden resultar ruidosos;
zapatos de seguridad y ropa de trabajo.
¡Feliz torneado!
Ficha escrita por:
Lucas, apasionado constructor con madera, Pamplona
Después de haber trabajado algún tiempo en la construcción, en concreto en el sector de las reformas, pintura, embaldosado, carpintería, montaje de cocinas y de cuartos de baño, decidí obtener el diploma de montador-constructor de madera y creo que ha sido una buena decisión, porque no hay nada más agradable que trabajar una estructura o concebir una casa de madera. Me apasiona todo lo relacionado con el trabajo de la madera y uno de mis sueños es construir mi propia casa con este material. Además de eso, soy un auténtico incondicional de las herramientas utilizadas en la construcción: me encanta informarme acerca de las novedades, los métodos de utilización, los trucos y las prestaciones de cada herramienta nueva que sale al mercado, tanto las utilizadas para el trabajo de la madera, como todas las demás. Estaré encantado de daros consejos y de ayudaros a elegir. ¡Feliz bricolaje!