Ficha escrita por:
Silvia, periodista y escritora sobre bricolaje y decoración
141 fichas consejo
Tanto si eres un aficionado empedernido, como si eres profesional de la cocina, el horno de leña es el horno por excelencia, ya que aporta un sabor inimitable. Sin embargo, se requiere un perfecto dominio de las llamas para una buena cocción.
Si quieres evitarte estas obligaciones y las de mantenimiento, puedes optar por un horno de gas, más fácil de encender y de controlar y con resultados similares a los del horno de leña.
También hay modelos de hornos eléctricos, que se utilizan preferiblemente en el interior.
Si el espacio del que dispones es limitado, también puedes optar por un modelo multifunción, que reúna las funciones de horno y barbacoa o de horno y ahumador.
Otros criterios de elección de un horno: su potencia. La cocción de una pizza debe realizarse entre 2 y 5 minutos en un horno precalentado a unos 350-400 ºC, temperatura que no pueden alcanzar la mayoría de hornos convencionales.
También hay que prestar atención al aislamiento de la cámara de cocción del horno, ya que garantiza que el calor se reparta de forma uniforme para conseguir una cocción constante. Pero además de una temperatura más baja de las paredes, la reducción del calor liberado también es un criterio especialmente importante si el horno se utiliza en el interior.
Tanto el horno tradicional de leña como los modelos de gas tienen sus ventajas y sus inconvenientes.
La leña aporta un sabor inconfundible a los alimentos horneados. Nada como un buen asado a la brasa, sin los humos de la barbacoa.Gracias al calor intenso y seco de las llamas, el horno de leña carameliza los azúcares presentes en la masa para aportar un sabor natural sin igual a la pizza, con un tiempo de cocción reducido. En algunos modelos se pueden cocinar varios alimentos al mismo tiempo, puesto que cuentan con varias bandejas o rejillas.
No obstante, debes tener en cuenta que para garantizar una cocción perfecta, conviene vigilar atentamente la temperatura y el tiro al abrir y cerrar la puerta. Con la puerta cerrada, la llama es más débil, así que la cocción se hace por conducción y convección. Con la puerta abierta, la llama es más viva, así que los alimentos se doran y son más crujientes.
También se recomienda encender el fuego unos treinta minutos antes de la cocción. Para cocinar a la brasa puede ser necesario incluso más tiempo, para que los troncos puedan quemarse lo suficiente. De lo contrario las llamas serán demasiado vivas y los alimentos se quemarán. En cuanto al mantenimiento, las cenizas se deben retirar a menudo y se debe barrer el horno con un cepillo especial.
El horno de gas funciona gracias a una botella de butano/propano o se puede conectar al gas natural. Al contrario que el horno de leña, el horno de gas no requiere precalentamiento y se enciende con facilidad, ya que basta con presionar un botón. La subida de temperatura es rápida.
En cuanto a su ajuste, se regula gradualmente. Se puede notar un ligero olor a gas si el horno no es de la mejor calidad.
Al no haber cenizas, el mantenimiento del horno de gas es sencillo: basta con pasar el cepillo.
Algunos modelos de horno asocian las funciones de una barbacoa de exterior a un sistema de horno gracias a la rápida subida de temperatura, que alcanza los 400 ºC, y a una cocción sobre piedra refractaria.
Otros, que son especialmente compactos, pero también ligeros y portátiles, están específicamente pensados para instalarse en una barbacoa de gas o leña.
Si algunos hornos permiten cocinar varias pizzas a la vez, otros están concebidos para cocinar un gran número de comidas (pan, bizcochos, castañas, etc.), y también para el ahumado de pescados y carnes.
Si el horno va montado en un carro de ruedas, se puede desplazar con facilidad de un lado a otro del jardín o de la terraza.
La pala para pizza, que se puede plegar para ahorrar espacio, es imprescindible para meter y retirar una pizza del horno. Aunque antaño era de madera, hoy en día ha pasado a ser de acero para una mayor resistencia, o de aluminio para una perfecta higiene.
Un cepillo duro con espátula que permite retirar los residuos del horno con facilidad y, así, prevenir los olores de carbonización, limitando la emisión de humo.
Si no tienes la opción de guardar tu horno de exterior en un entorno seco, protegido de las heladas, se aconseja recubrirlo con una funda de protección sólida e impermeable, adaptada a sus medidas.
Ficha escrita por:
Silvia, periodista y escritora sobre bricolaje y decoración, 141 fichas consejo
Después de trabajar varios años en cadenas de televisión de primer orden, escogí dejar hablar a mi pluma y orientarme hacia la redacción y la edición.Soy tan apasionada de la decoración y del bricolaje, como de la historia y de la ciencia. Ecléctica tanto en mis gustos como en mis textos, escribo desde hace más de 25 años sobre esas temáticas. En mi activo se cuentan obras didácticas, novelas y noticias, así como numerosísimos artículos de bricolaje y decoración. En ellos cuento consejos y trucos experimentados en mi vieja casa, renovada poco a poco.