Ficha escrita por:
Alberto, responsable de servicio de jardinería, Toledo
Hoy día, podemos encontrar jardineras de formas, tamaños y usos muy distintos. Y sea para plantas pequeñas, grandes, de interior o trepadoras, siempre encontraremos una jardinera adecuada para nuestro pequeño rincón botánico.
Cuando usamos el término "jardinera", generalmente nos referimos a un recipiente alargado donde podemos plantar flores, sobre todo en un balcón. Pero hay muchas otras formas y tamaños de jardineras, así como usos: pueden servir para embellecer una terraza, realzar un jardín, producir verduras o hierbas aromáticas, o decorar el interior de tu casa.
Este tipo de recipientes se pueden agrupar en tres categorías distintas: macetas, maceteros y jardineras. Para cada tipo de contenedor, asociaremos plantas distintas, lo que nos llevará a hablar de plantas para macetas, maceteros y jardineras.
Las jardineras se utilizan en terrazas y balcones y son los aliados perfectos para que luzcan más. Su característica principal es que están provistas de soportes para poder colgarlas en una barandilla. También se pueden colgar con cadenas de un techo, por ejemplo.
El objetivo principal de estos contenedores es aprovechar todos los espacios disponibles para poder plantar nuestras flores y plantas. Se utilizan principalmente para plantas de temporada (que florecen una sola vez o durante dos años seguidos), pero también para plantas vivaces. Estas forman una estructura vegetal que les permite vivir durante más tiempo en nuestros hogares y son más resistentes al paso de las estaciones. Por tanto, podremos mantener en las jardineras las vivaces, y las que renovaremos cada temporada o cada dos años.
Hay plantas que tienden a crecer hacia los lados conforme se van desarrollando, lo que crea un interesante efecto visual en macetas suspendidas o en jardineras. Aquí hay algunos criterios que debes tener en cuenta a la hora de elegir tu maceta:
el soporte: cuando el balcón está en un edificio, es necesario elegir un modelo con un sistema de sujeción para jardineras. Esto evita cualquier riesgo de caída de la misma;
la parte inferior de la jardinera: para evitar derramar agua durante el riego, es aconsejable hacerse con un modelo con bandeja de recogida de líquidos, si ésta no viene incluida en la misma. Hay modelos de jardineras de riego automático, que cuentan con un pequeño depósito de agua y que resulta muy útil si se te olvida regar las plantas, o en tus salidas de fin de semana o vacaciones.
Evita colocar macetas colgantes o suspendidas si vives en un piso alto o si el balcón no está lo suficientemente protegido. Ante un fuerte viento la jardinera podría estropearse o, lo que es peor, caerse.
Las macetas y maceteros suelen usarse para plantas individuales. Presentan formas y dimensiones distintas y se fabrican con materiales distintos.
Hay algunos recipientes cuyo acabado permite que se usen como cubremacetas, como es el caso de macetas de cerámica que ocultarían en su interior macetas corrientes de terracota o de plástico, menos estéticas.
Su porosidad permite que las raíces estén más en contacto con el aire. La desventaja es su peso. Se usa en terrazas o balcones con un plato o bandeja debajo.
Resulta muy práctica por su peso ligero y podemos encontrarla en una amplia variedad de colores. La desventaja es la falta de aire para las raíces, lo que requiere que haya que trasplantar de manera más regular. Sirve para terrazas o balcones y suele colocarse un plato o bandeja debajo.
La principal ventaja es su estética. Los colores son vivos y las formas más originales. Las desventajas son su peso y fragilidad. Se puede utilizar tanto en balcón o terraza como en interiores con un recipiente debajo, a excepción de los modelos provistos de un depósito de agua.
Al igual que la maceta de plástico, es ligera, pero la desventaja sigue siendo la falta de porosidad.
La maceta de autoriego es un recipiente con un depósito que almacena agua y reduce la frecuencia de riego. Su uso puede ser en interiores o al aire libre y está disponible en distintos materiales.
Más resistente a los golpes, aunque muy poco aislante. Suele usarse al aire libre pero en plantas resistentes al frío.
Todos estos modelos suelen utilizarse en exteriores. Pueden usarse tanto para una planta individual como para un arbusto o una composición de plantas (un conjunto de plantas agrupadas según su forma y floración), o incluso para plantas aromáticas y vegetales.
Suelen usarse para composiciones de plantas o arbustos aislados de tamaño mediano, por lo tanto, sus dimensiones son mayores, generalmente de 40 cm a 1 m de altura. Pueden ser rectangulares o cuadrados y estar hechos de madera, resina u hormigón. Cuentan con unos agujeros en la base para evacuar cualquier exceso de agua.
Al igual que algunas jardineras, por lo general suelen estar hechos de madera y son suficientemente grandes como para poder plantar varios tipos de hortalizas. Su principal característica es que están abiertos en el fondo para colocarse directamente sobre la tierra. Las paredes laterales son las que se encargarían de sostenerla.
Si quieres plantar una planta trepadora, los modelos con pérgola, celosía o rejas son la solución ideal. Se pueden cultivar hasta tres plantas en una jardinera rectangular, o incluso más si se trata de dos recipientes conectados. Los tallos se encargan de trepar por el enrejado o por la pérgola. ¡Funciona!
Tanto si plantamos flores como hortalizas, el objetivo es siempre el mismo: que resulte lo más práctico posible. Este tipo de recipientes se usan generalmente para un huerto de balcón o huerto urbano.
Estos recipientes suelen ser de madera y la ventaja que proporcionan es su armonía con el medio ambiente; la desventaja es la duración algo limitada del material. Para que dure más tiempo, es necesario recurrir a los recipientes de madera tratada, de tipo autoclave.
Ficha escrita por:
Alberto, responsable de servicio de jardinería, Toledo
Dirijo desde hace varios años un servicio de jardinería y cuento con una clientela formada por particulares y empresas. Tengo a mi cargo un equipo de jardineros y me ocupo de la creación y mantenimiento de espacios verdes. Además de eso, aporto mi experiencia y conocimientos a mis clientes en lo que se refiere a mantenimiento y mejoras de los jardines. En este sentido, poseo una formación comercial, habiendo desempeñado diversas funciones en hostelería al inicio de mi carrera profesional. Posteriormente orienté mi carrera hacia la ordenación paisajística, en el seno de una colectividad territorial, dónde adquirí sólidos conocimientos técnicos gracias a la formación interna y a las labores de seguimiento desempeñadas en importantes obras en un municipio sometido a numerosos cambios. En el plano personal, tengo que señalar que estoy orientado hacia el arte de la jardinería. En este sentido, he creado y diseñado con mi esposa un jardín que cuido con esmero, al igual que una preciosa huerta. ¡Y no nos olvidemos del bricolaje, también se me da bastante bien! Porque para trabajar en el jardín, también hay que saber hacer algo de bricolaje: pérgolas, cabañas, suelos empedrados, vallas y muchas más cosas... ¡Siempre hay trabajo en un jardín! Después de haber trabajado con dedicación, mi esposa y yo solemos estar muy orgullosos del resultado obtenido y encantados de poder disfrutar de un entorno agradable y acogedor. Así que nada más sencillo para nosotros que daros consejos sobre el mantenimiento y la mejora de vuestros jardines o la elección de herramientas para trabajar. Estamos a vuestra disposición.