Ficha escrita por:
Ester, hortelana autodidacta
131 fichas consejo
La Flor de Pascua es una planta que suele llegar a la mayoría de hogares a finales de año, coincidiendo con la temporada navideña. Y lamentablemente, es habitual verlas en la basura al finalizar las fiestas: sin hojas, mohosas o con síntomas de no haber recibido los cuidados necesarios.
La Euphorbia pulcherrima es una planta nativa de México y América Central. Puede convertirse en un pequeño árbol de varios metros de altura, aunque esto difícilmente ocurre en la Península: es muy sensible al frío, y no suele aguantar las temperaturas invernales. En cambio, no es extraño verla en Canarias, creciendo sin problemas en el exterior ya que allí el clima es más parecido al de su zona de origen.
Cuando la Poinsettia llegue a tu hogar, es importante retirar la bolsa de plástico que la protege en el transporte: la planta se abrirá completamente y evitaremos que se estropeen las ramas que se encuentran más cerca de la base de la maceta.
Si te la han regalado, es probable que en la floristería hayan utilizado plásticos decorativos y cintas para envolverla. Abre el plástico hacia los lados para evitar que toque las hojas, y lo más importante: recorta el círculo de la base que cubre la base de la maceta para poder regarla y evitar que el plástico acumule agua de drenaje.
Es importante ubicarla en un espacio muy luminoso pero aún es más importante que esté lejos de corrientes de aire y demasiado cerca de la calefacción. El calor de radiadores y chimeneas provocaría una caída prematura de sus hojas que conviene evitar a toda costa.
Las verdaderas flores de la Poinsettia son estos pequeños abultamientos amarillentos que se encuentran en el centro de las «flores rojas»
Riega siempre por inmersión, sumergiendo el cepellón en un balde o cubo con agua durante unos 15 minutos. Déjala que escurra bien antes de colocarla en su lugar y no vuelvas a regar hasta que notes que el sustrato empieza a secarse.
Es importante no mojar las hojas, así que si no puedes sumergirla, colócala en la pila de la cocina o en el lavabo y utiliza una regadera para plantas de interior que te permita regar únicamente sobre el sustrato.
El riego de esta planta suele realizarse una única vez a la semana, pero esto es algo que puede variar en función del tamaño de la maceta y de la temperatura de nuestro hogar. Lo mejor es guiarse por la humedad del sustrato, tocándolo con los dedos para notar cómo de húmedo está.
Evita colocar platos debajo de las macetas pero si es imprescindible, retira cualquier exceso de agua que pudieran acumular. El exceso de agua en sus raíces provocará la caída de las hojas o lo que es peor: que la planta se pudra.
El abono que necesita la Flor de Pascua durante la temporada navideña (es decir, cuando ya está en flor), se limita a un fertilizante de mantenimiento como por ejemplo un abono universal.
Cuando llegue el momento de potenciar una nueva floración (lo que ocurrirá a finales de octubre-noviembre), utilizaremos uno rico en fósforo y potasio, especial para plantas de flor.
Evita trasplantar la Flor de Pascua si la has comprado por Navidad. La trasplantaremos en primavera cuando la saquemos al exterior.
En ese momento utilizaremos un sustrato universal y la pasaremos a una maceta de un diámetro ligeramente superior.
Recuerda que es importante retirar el plástico que cubre la base de la maceta. Sujétalo alrededor de la maceta con una goma y recorta únicamente el círculo de la base para poder regarla sin problemas
El secreto para que la planta de Navidad vuelva a florecer pasa por la necesidad de podarla a finales de enero y sacarla al exterior en primavera.
Es normal que en ese momento haya perdido gran parte de sus flores y de su follaje, que cortaremos a unos 10 cm del sustrato con unas tijeras de podar. Corta siempre por encima de una yema, y no tengas miedo a las tijeras: con la llegada del buen tiempo verás como rebrota. Aprovecha para trasplantarla a una nueva maceta.
En zonas de inviernos cálidos, puedes probar a trasplantarla en el suelo, buscando una ubicación protegida y con mucha luz, pero sin un excesivo sol directo durante los meses de verano.
Si la mantienes en maceta, procede de igual modo, colocándola en un lugar luminoso y a salvo del sol directo durante el verano. Déjala que vuelva a brotar, riégala cuando lo necesite y olvídate de ella hasta la llegada del otoño.
La floración de la Flor de Pascua está asociada al fotoperiodo, y para que sus hojas adquieran ese color rojo intenso que tanto nos gusta, es necesario mantenerla totalmente a oscuras durante 12 o 14 horas diarias a partir de mediados de septiembre o principios de octubre. ¿Cómo podemos conseguirlo? Pues ahí ya entra la inventiva de cada uno y sus posibilidades.
Si dispones de una habitación que puedas dejar totalmente a oscuras durante gran parte del día, bastará con bajar las persianas a primera hora de la tarde y no subirlas hasta la mañana siguiente.
El resultado de utilizar una caja de cartón para cubrir la Poinsettia: forzamos su floración y cambio de color. ¡Y disfrutamos de ella un año más!
Pero acabo con la solución que utilizamos en casa: cubrimos la planta con una caja de cartón grande y la destapamos de vez en cuando. Solemos mantenerla en el exterior hasta que empieza a refrescar, lo que en una zona mediterránea acostumbra a ocurrir bastante más tarde que en otros lugares. La caja boca abajo no es lo más estético, pero es la solución más práctica que encontramos para forzar su cambio de color.
Ficha escrita por:
Ester, hortelana autodidacta, 131 fichas consejo
Autora de PicaronaBlog. Hortelana autodidacta, imparto talleres de huerto urbano, colaboro en medios especializados y en 2014 publiqué mi primer manual de iniciación: "Hortelanos de ciudad".