Ficha escrita por:
Ester, hortelana autodidacta
131 fichas consejo
Los Caladium son plantas que pueden cultivarse tanto en interior como en exterior siempre que conozcamos bien sus necesidades de luz y temperatura y se las proporcionemos. Se desarrollan sin problemas en ubicaciones luminosas pero sin sol directo, y en cuanto a temperaturas, no soportan el frío.
En exterior, por ejemplo, crecerían sin problemas en un jardín en una zona de clima cálido, debajo de los árboles o en un lugar donde no reciban sol directo. Pueden cultivarse directamente en el suelo, en macetas y en jardineras, donde permanecerían el tiempo de descanso con los bulbos bajo tierra.
En jardines ubicados en zonas frías, será necesario extraer los bulbos de la tierra o trasladar las macetas al interior.
En interior, no son tan exigentes en luz como otras plantas de las que ya hemos hablado en el blog, por lo que no es necesario priorizar su posición delante de una ventana. Crece sin problemas en espacios con luz natural y su hermoso follaje dará un punto de color a la decoración.
Independientemente de su lugar de cultivo las plantas perderán sus hojas con los primeros fríos, y podrían morir a temperaturas inferiores a los 15ºC.
Las hojas de los Caladium pueden alcanzar un tamaño considerable, y tienen forma de corazón.
Como cualquier otra bulbosa, agradece suelos bien drenados que eviten los encharcamientos. Puede utilizarse un sustrato universal y añadirle algo de perlita o arena de río para conseguir esa permeabilidad.
También pueden cultivarse directamente en el suelo, siempre que este no sea arcilloso o demasiado compacto. En estos casos, quizá sería mejor mantener los Caladium en macetas o trasplantar a jardineras para mantener el suelo en óptimas condiciones.
El Caladium es una planta que requiere riegos más abundantes que otras bulbosas. Tanto la cantidad como la frecuencia deben ir aumentando conforme la planta se va desarrollando, evitando mojar sus hojas. Durante el verano el follaje no deja de crecer, llegando a alcanzar un tamaño considerable, por lo que es muy importante evitar que las plantas pasen sed.
Las nuevas hojas de los Caladium permanecen enrolladas durante su crecimiento, desplegándose lentamente para seguir desarrollándose.
Las hojas se sostienen sobre largos tallos que emergen del bulbo y que pueden alcanzar 1 metro de altura. Tienden a doblarse sobre sí mismas si les falta hidratación. Los Caladium son de la misma familia de las calas, pero los tallos no son tan gruesos. Si las hojas se doblan, las fibras se tronchan y nunca recuperan su verticalidad.
Eso sí, la hoja se mantiene viva a pesar de ello, por lo que podría entutorarse con unas varillas finas, similares a las que se usan para las orquídeas.
Cuando la planta entra en período de reposo, los riegos deben suspenderse, y esperar a que las temperaturas empiecen a subir para volver a regar y reiniciar su crecimiento.
Como es una planta que se cultiva por la belleza de sus hojas, es conveniente utilizar un abono rico en nitrógeno, que favorezca su crecimiento. Un abono universal o para plantas de interior es perfecto para ellas, con una dosis que variará en función del fabricante. Si optáis por uno líquido, lo habitual es abonarlas una vez cada quince días, durante toda la primavera y el verano.
A la izquierda las flores del Caladium, nada espectaculares aunque también aparecen en interior. A la derecha, un ejemplar más de hojas vibrantes y llenas de color.
Como siempre, acabo compartiendo mi experiencia personal con los Caladiums después de dos años de cultivo en interior: he conseguido resultados idénticos extrayendo los bulbos de tierra como manteniéndolos en la misma maceta. Todos han vuelto a brotar sin problemas en primavera y me han regalado una cantidad de follaje similar.
Eso sí, cuando la planta empezó a secarse, corté las hojas (que afeaban la planta) y dejé que los tallos siguieran su proceso de secado natural hasta que se volvieron quebradizos y pude cortar a ras de suelo. En ese momento suspendí el riego, mientras que otra planta que corté antes de que se secara naturalmente, no brotó con la misma fuerza la siguiente primavera.
Ficha escrita por:
Ester, hortelana autodidacta, 131 fichas consejo
Autora de PicaronaBlog. Hortelana autodidacta, imparto talleres de huerto urbano, colaboro en medios especializados y en 2014 publiqué mi primer manual de iniciación: "Hortelanos de ciudad".