Ficha escrita por:
Silvia, periodista y escritora sobre bricolaje y decoración
En la mesilla de noche, también llamada mesita de noche, colocamos todo lo que necesitamos para la noche. Aunque es pequeña en comparación con el resto de los muebles, ocupa un lugar importante en el dormitorio. Por eso, hay que tener en cuenta varios criterios en la elección:
El diseño, que debe combinar con la decoración del dormitorio o, por el contrario, contrastar con el resto de los muebles si quieres convertir la mesilla de noche en uno de los elementos claves de la decoración;
el aspecto práctico, para que la mesilla de noche se ajuste a tus necesidades. ¿Vas a usarla solo para poner el despertador o, por el contrario, quieres guardar en su interior todos los objetos que necesitas cerca de la cama? Tendrás que analizar cuáles son tus necesidades de almacenamiento;
los materiales, que influyen en el estilo de la mesilla de noche, pero también en sus necesidades de mantenimiento, según el caso;
el mantenimiento, que variará según el material: el cristal, por ejemplo, atrae el polvo, y en la madera pueden quedar marcas de un vaso de agua;
el espacio disponible en el dormitorio, que condiciona no solo el tamaño de la mesilla de noche, sino también el modelo elegido, por ejemplo, una mesita de noche colgante o suspendida o una cajonera rústica de madera.
Cabe destacar que algunos modelos de cama tienen incluso mesillas de noche integradas en la estructura o en el cabecero para ahorrar el máximo espacio posible.
La mesilla de noche clásica, con su cajón y su estante, es discreta y se integra en todo tipo de decoración.
La mesilla de noche de diseño va más allá del aspecto utilitario para convertirse en un elemento decorativo más.
Puede tener patas o no, y está hecha de materiales contemporáneos como el cristal, el metal o la madera maciza.
La mesilla de noche colgante es perfecta cuando el espacio es limitado, puesto que no tiene patas y se fija directamente en la pared.
Si bien le da un toque moderno al dormitorio, tiene menos espacio de almacenamiento que los otros modelos.
La mesilla de noche cajonera puede ser cuadrada o rectangular y tiene un gran espacio de almacenamiento.
Tiene un aspecto sólido, y hay que tener en cuenta sus medidas, que deben encajar con las del dormitorio para no sobrecargar visualmente el espacio.
Numerosos muebles y objetos pueden transformarse en mesilla de noche: taburete, sillón, escalera de tijera, mesita, troncos de madera, cajón, maleta... ¡hay muchas posibilidades!
Si bien la mesilla de noche infantil permite hacer realidad cualquier fantasía y puede ser de cualquier color, debe estar hecha de un material resistente y fácil de mantener. Igualmente hay que asegurarse de que tenga una estabilidad perfecta.
Por supuesto, el tamaño de la mesita de noche se elige en función del espacio disponible en el dormitorio, pero también de otros criterios.
La altura de la mesilla de noche no debe ser mucho mayor que la de la cama y la del colchón para que puedas coger fácilmente lo que haya encima del tablero.
La anchura y la profundidad de la mesilla de noche dependen de lo que desees guardar en su interior, pero también de las medidas de la cama.
Así pues, si la cama es individual, deberás escoger una mesilla de noche más pequeña, mientras que, si es doble, su tamaño podrá ser mayor.
Una mesilla de noche puede estar hecha de muchos materiales, que deberás elegir en función de tus gustos, la decoración de la habitación y sus necesidades de mantenimiento.
El cristal le otorga un aspecto moderno y luminoso a la mesilla de noche, pero es frágil y se raya con facilidad.
Asimismo, este material atrae el polvo, y en él se ven fácilmente las huellas. Por eso, hay que limpiar la mesilla de noche de cristal con frecuencia.
La madera, que puede ser maciza o no, exótica o no, nunca pasa de moda, y le otorga a la mesita de noche una elegancia natural.
Sin embargo, es fácil que se hagan marcas en este material, que requiere un mantenimiento regular con un trapo húmedo, cera o incluso un producto específico para madera.
El metal se adapta tanto a las mesitas de noche de diseño como a los modelos industriales o «retro». Puede ser acero, acero inoxidable, aluminio o hierro forjado. En cuanto al mantenimiento, según el efecto o rugosidad que tenga el metal, puede ser muy sencillo o tan exhaustivo como el del cristal.
Si no te gusta dar un mantenimiento muy frecuente a los muebles, opta por un efecto cepillado o gris metálico. ¡El polvo pasará desapercibido!
El ratán le da un toque exótico a la mesilla de noche. Es resistente y natural, puede adoptar diversas formas y combina bien con un cabecero de cama de madera.
En lo que respecta al mantenimiento, es de lo más sencillo: basta con limpiarlo regularmente con una esponja o un trapo húmedo y aplicar aceite de lino diluido en agua de forma más espaciada.
El bambú es a la vez ecológico y tendencia.
La mesilla de noche de bambú también es resistente y fácil de mantener.
Existen mesillas de noche de PVC (policloruro de vinilo) de todos los colores, motivos, acabados y formas, y además por un precio moderado. Este material se usa habitualmente en las mesitas de noche de los dormitorios infantiles.
Tiene un mantenimiento bastante básico, pero hay que tener cuidado con las huellas y las rayaduras, el verdadero punto débil de este material.
Una vez más, todo depende de tus necesidades y hábitos. Existen desde sencillas baldas abiertas que solo se usan para colocar la lámpara de mesita de noche, el despertador y el teléfono hasta estantes cerrados con uno o varios cajones donde puedes guardar medicamentos, libros, gafas, el teléfono, etc. para que no estén a la vista.
Tendrás que optar por una mesilla de noche con una capacidad de almacenamiento acorde a la cantidad de efectos personales que desees guardar al lado de la cama.
Asimismo, ten en cuenta que, mientras que una mesilla de noche formada por un sencillo tablero abierto da sensación de espacio en la habitación, si hay demasiados trastos a la vista puede dar sensación de saturación.
Ficha escrita por:
Silvia, periodista y escritora sobre bricolaje y decoración
Después de trabajar varios años en cadenas de televisión de primer orden, escogí dejar hablar a mi pluma y orientarme hacia la redacción y la edición.Soy tan apasionada de la decoración y del bricolaje, como de la historia y de la ciencia. Ecléctica tanto en mis gustos como en mis textos, escribo desde hace más de 25 años sobre esas temáticas. En mi activo se cuentan obras didácticas, novelas y noticias, así como numerosísimos artículos de bricolaje y decoración. En ellos cuento consejos y trucos experimentados en mi vieja casa, renovada poco a poco.