Ficha escrita por:
Silvia, periodista y escritora sobre bricolaje y decoración
El sillón es perfecto para rellenar un espacio junto al sofá o en una habitación de lectura, y no debe elegirse a la ligera. Existen numerosos modelos de características estéticas y técnicas muy variadas. El sillón puede ser un simple objeto decorativo o un verdadero sofá monoplaza muy cómodo, y puedes elegirlo en función de:
criterios técnicos: el material con el que se tapiza, el tamaño y la altura del respaldo, los diferentes acolchados del asiento, la densidad de la espuma ylas opciones;
criterios estéticos: la forma del sillón yla forma de las patas.
Desde un punto de vista tanto estético como práctico, la elección del material para revestir el mueble es muy importante. Ciertamente, es necesario adaptar el sillón a la decoración interior, pero también a nuestra vida diaria (niños, mascotas, etc.). A continuación te mostramos los tipos de tapicería más comunes.
Material | Características | Mantenimiento |
Tejido (algodón, algodón poliéster, bordados, terciopelo, ante) | Asequible, desaconsejado si tienes mascotas, se mancha con facilidad Delicado | Champú en seco si la mancha es reciente, jabón de Marsella (u otro jabón natural) y agua tibia para una limpieza a fondo |
PVC/piel sintética | Impermeable, antimanchas, ideal para los niños pequeños, buena relación calidad-precio, se agrieta con el paso del tiempo | Agua con jabón y esponja o toallitas (menos ecológico) |
Piel natural | Impermeable, antimanchas, caro, larga duración | Mantenimiento regular con productos específicos |
Microfibras | Antimanchas, impermeable, suave al tacto | Agua con jabón y un trapo |
Evidentemente, el tamaño del sillón depende no solo del espacio donde vayas a colocarlo, sino también del que necesites para estar cómodo cuando lo uses. Por tanto, elige un sillón que no sea muy grande para la estancia, pero tampoco demasiado pequeño para que estés a gusto en él y puedas sentarte cómodamente.
Si vas a usarlo para relajarte, procura que sea suficientemente ancho y estable. En función del uso que le des, no te olvides de la altura del respaldo del sillón.
Ciertamente, el respaldo de un sillón que sirva sobre todo de decoración no tendrá la misma altura que el de un sillón que se use todos los días y en el que duermas tus siestas. Es importante que el respaldo llegue al menos a las cervicales para que el apoyo sea óptimo.
Sin duda, el aspecto que no podemos olvidar es la comodidad del sillón. Esto depende del acolchado del asiento, así como de su densidad. Existen varios materiales para el acolchado del asiento de un sillón:
Espuma de poliéster: es la más barata, se usa para los sillones económicos y ofrece una durabilidad muy limitada. Es ideal para los sillones que sirven básicamente de decoración o que se usan solo de vez en cuando;
espuma de poliuretano clásica: buena relación calidad-precio, ofrece una comodidad adecuada y una vida útil bastante larga, es la más común para los sofás y los sillones;
espuma de poliuretano de gran resistencia (HR): es la gama alta de las espumas de relleno, proporciona una calidad y un confort sin igual. Contribuye a la durabilidad del sillón;
espuma viscoelástica: como las camas, se ajusta al cuerpo para ofrecer un confort perfecto;
«bultex»: ligero, ofrece un apoyo mullido.
Como hemos visto, la elección de la espuma es muy importante para el confort del sillón. Asimismo, es aconsejable fijarse en la densidad de la espuma, que define la sujeción que ofrece el sillón cuando te sientas en él. Cuanto más densa es la espuma, más firme es la sujeción para un usuario del mismo peso.
La espuma de poliéster es blanda, y su densidad se sitúa entre los 15 y los 25 kg/m3;
la espuma de poliuretano clásica es firme y proporciona una buena sujeción. Su densidad está entre los 25 y los 35 kg/m3;
por último, la espuma de poliuretano HR, usada de forma preferente en el relleno de camas, ofrece una sujeción firme pero mullida y posee una densidad de entre 35 y 40 kg/m3.
Al igual que el resto de los muebles de salón, los sillones pueden tener elementos opcionales. Por último, el sillón se puede adaptar al día a día y al uso que hagas de él. Actualmente existen sillones articulados para disfrutar de una mayor comodidad:
Sillón reclinable: como su nombre indica, se reclina hacia atrás para ponerse en posición horizontal;
sillón mecedora: de estilo balancín, es relajante ¡y a los niños les encanta!;
sillón eléctrico: se controla con un mando a distancia o un botón integrado que permiten desplegarlo.
Sillón de masaje: equipado con un respaldo vibratorio, te ofrece un momento de relax nada desdeñable.
Sillón convertible, sillón bajo sin reposabrazos: permite conseguir una cama supletoria en unos segundos.
Los extras de un sillón:
Reposacabezas: ideal para las personas que sufren de las cervicales. Permite apoyar en el cuello;
reposabrazos portavasos: perfectos para beber tu bebida favorita mientras ves la tele;
opción «bluetooth»: escucha tu música favorita mientras te relajas en el sillón.
Dado que el sillón es parte integral de la decoración de interiores, es importante adaptarlo a nuestro estilo. Está disponible en toda clase de formas y colores. Con motivos, liso, con bordados, rústico, tradicional: ¡existen multitud de opciones y modelos! Entre los más comunes se encuentran:
El sillón de club, o butaca Chester: es ancho y profundo, posee reposabrazos en forma de P;
el sillón «bridge»: posee un respaldo bajo y ligeramente inclinado, el asiento es abombado y muy acolchado;
el sillón «isabelino»: es el sillón de nuestros abuelos. O bisabuelos... Posee un respaldo alto y tapizado acolchado con ricos tejidos, sus reposabrazos permiten sentarse con una postura muy cómoda;
el sillón de cuerda: estructura metálica cubierta principalmente de cuerdecillas en color. Es uno de los modelos más populares actualmente, pero no resulta cómodo, y sirve principalmente como decoración;
el sillón de ratán o mimbre: cálido y tradicional, una vez equipado con cojines mullidos es muy cómodo. También puede servir de decoración en el interior o en el exterior;
el sillón colgante: se engancha al techo con una cadena y no toca el suelo;
el sillón huevo: posee una única pata y una cavidad en forma de huevo. Es ultramoderno y más estético que cómodo;
el sillón escandinavo: formas redondeadas, normalmente no muy grueso, tiene 4 patas anchas de madera.
También es importante elegir la forma de las patas, que pueden ser, entre otras:
Patas anchas;
pata única;
patas macizas;
patas en U;
patas rectas clásicas;
patas integradas;
patas ultraplanas.
Ficha escrita por:
Silvia, periodista y escritora sobre bricolaje y decoración
Después de trabajar varios años en cadenas de televisión de primer orden, escogí dejar hablar a mi pluma y orientarme hacia la redacción y la edición.Soy tan apasionada de la decoración y del bricolaje, como de la historia y de la ciencia. Ecléctica tanto en mis gustos como en mis textos, escribo desde hace más de 25 años sobre esas temáticas. En mi activo se cuentan obras didácticas, novelas y noticias, así como numerosísimos artículos de bricolaje y decoración. En ellos cuento consejos y trucos experimentados en mi vieja casa, renovada poco a poco.