El calor proporcionado por uno de estos aparatos de calefacción no depende de si se trata de una estufa de leña o pellets o de una chimenea, sino de la potencia calorífica de cada una.
Una chimenea con hogar abierto, es decir, en la que los troncos se depositan directamente en el hogar refractario sin una puerta o un aparato de calefacción (hogar o insert) en su interior, proporciona menos calor que la que incluye uno de estos aparatos.
Una chimenea con un hogar cerrado generalmente proporciona menos calor que un insert, ya que la mayoría de éstos incluyen ventiladores que ayudan a producir más aire caliente y éste puede, incluso repartirse a varias habitaciones.
Una estufa puede proporcionar tanto calor como una chimenea de hogar cerrado o con un insert si está fabricada de hierro fundido y su tecnología lo permite, así como la difusión del calor. Sin embargo, hay estufas pequeñas y sencillas que sólo sirven para calentar pequeñas habitaciones o utilizarlas como calefacción auxiliar.
La mejor estufa es aquella que tiene la potencia necesaria para calentar el espacio necesario en el menor tiempo y con el consumo energético menor.
Depende, asímismo, del uso que se vaya a hacer de ella. Si sólo va a servir para calentar una pequeña habitación durante unas pocas horas o, por el contrario, se pondrá en un espacio grande, como un salón, durante las horas de la tarde noche, por ejemplo.
Otro factor que determina la opción a escoger es la instalación que exista en la vivienda: si hay o no tubos para evacuación de humos , si sólo existe electricidad en la vivienda o, además, hay una toma de gas natural.
La estufa de leña más eficiente es aquella que consigue producir la mayor cantidad de calor y calentar un espacio de mayor volumen consumiento el mínimo de energía.
Las estufas de hierro fundido que incluyen un sistema de convección del aire caliente consiguen aprovechar al máximo el calor y gastar menos combustible.